La sombra que persigue.
Enviado por poland6525 • 3 de Mayo de 2018 • 918 Palabras (4 Páginas) • 300 Visitas
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las noches eran las peores, las voces no se callaban y no había forma de alejarse de ellas. Vivían permanente en mi cabeza poco a poco empujándome del acantilado de la normalidad.
Finalmente caí y perdí mi sensatez una noche en noviembre. En lo que volvía a mi dormitorio como siempre miraba hacía atrás y asegurarme de que mi sombra me estuviera persiguiendo. Cuando solo quedaban como 5 cuadras por caminar, de nada sentía un escalofrío que paso por mi cuerpo sopló un viento y mire hacía atrás. Nada.
Mi sombra había desaparecido pensé que probablemente era mi posición y la luz así que me moví hacia uno de los postes en la calle. Me vire para ver mi sobra. Nada. Ahí entró el pánico, podía hacer una de dos cosas o calmarme y pensar lógicamente o correr. Mi ansiedad escogió por mi, mis piernas se empezaron a mover antes de que yo me diera cuenta que me estaba moviendo.
Corrí y corrí hasta que termine el baño comunal del primer piso de mi dormitorio. Ahí empecé a llorar porque cuando me pare al frente del espejo mire y encontré con lo que nunca me pude haber imaginado. Mi sombra había vuelto pero no en la forma convencional, estaba enroscada convulsionando en una esquina. Los sonidos que escuchaba no eran humanos era como si el diablo poseía mi sobra, se reía a carcajadas y nunca había tenido tanto miedo en mi vida. Pero al voltearme para mirar mi sobra en la esquina del baño no veía nada.
El pánico comenzó al ver que mi sobra se paró y caminaba hacia mí. Sentí un escalo frío que paso por mi cuerpo y de la nada sentía que mi sombra me ahorcaba. No podía respirar, no podía gritar ni no me podía mover de lugar. Traté de pelear con ella pero no había a quien darle ni a quien pegarle estaba sola poco a poco perdiendo la conciencia. En el espejo veía como mi piel se volvía violeta y como arañazos aparecían en mis brazos y en mi cuello. Las heridas me sangraban y la risa demoníaca no paraba.
Caí al suelo, mi cuerpo se sentía frió y la sensación de no recibir oxigeno continuaba teniendo su efecto. Antes de rendirme mire hacía arriba y sobre mi cuerpo veía una forma que era idéntica a mí. Pero cuando me fije en los ojos no eran humanos eran negros completamente y su boca abierta creando los sonidos para pelos.
-¿Por qué?
Me tapo los ojos y comencé a dormir.
Y lo más triste de la situación es que nunca sabré si fue un acto demoníaco que me mató o si sólo fue mi ansiedad jugando juegos.
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