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NIVEL SUPERADO.

Enviado por   •  5 de Abril de 2018  •  2.398 Palabras (10 Páginas)  •  293 Visitas

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Estaba tratando de recordar que había ocurrido, cuando escuche unos pasos que se acercaban lentamente, no tenía miedo, creo que actué impulsivamente, y como siempre me he caracterizado por un carácter fuerte, grite… ¡Mátame, mi madre no tiene dinero para pagar un rescate, si eso es lo que quieres!, no obtuve respuesta y mi paciencia se agotaba, estaba pensando en cómo escapar de ahí, hacer una estrategia, cuando de repente lo que escuche me dejo paralizado.

“No quiero dinero, de hecho no quiero nada, solo verte sufrir”- Y no eran las palabras lo que me dejo sin aliento, sino la voz, porque esa voz era la mía.

Me encontraba con la mirada hacia el piso, cuando la alce, era como tener un espejo frente a mí, “Mi secuestrador” “Asesino” o lo que fuese, era yo, era como mi gemelo, pero él se veía más feliz.

Sin titubeos le pregunte por el lugar, quería saber dónde estaba. El soltó una carcajada y me murmuro, “Adivina”.

Una vez más me hizo enojar, mi paciencia se agotó, y las cadenas que me tenían apretando las muñecas se rompieron, no entendí porque, llevaba intentando romperlas desde que supe que estaba encadenado, ¿Qué pasa?, No entiendo nada, Y de nuevo llore, pero este llanto fue enserio, ya no me lo guarde, llore como un bebe, llore hasta que no pude más, y pude ver una luz a lo lejos, me limpie las lágrimas y corrí hacia ella, pronto distinguí una silueta que me dijo, Está bien te diré donde estamos.

Estamos en mi hogar, después de decir eso le hice una pregunta directa. ¿Quién eres? A lo que me respondió Soy… Tu, pero como te pudiste dar cuenta mucho más feliz, soy esa persona que quisieras ser, pero que no te atreves a mostrar, por miedo, por el que dirá la gente o ¿Me equivoco? Te equivocas respondí, pero no argumente mi respuesta.

¿Cómo salgo de aquí?

No lo sé, ya te explique todo lo que tienes que saber para salir. - Y sin decir otra palabra, mi otro yo, se alejó y desapareció.

Nunca hablo de mis miedos con las personas, ni con mi madre solía hacerlo, estaba desesperado, no podía salir de ahí, no tenía respuestas. Fue la primera vez en mi vida que entre en pánico, quise conservar la calma, pero el solo hecho de recordar todo lo que me dijo mi otro yo, hacía que temblara.

Pronto recordé que ya no tenía cadenas, que estaba libre solo me quedaba buscar la salida, di vueltas en vano, todo seguía en penumbras, mis manos sudaban y mis ojos me ardían, me di por vencido, me senté, y sentí como las cadenas volvían hacia mí, grite de nuevo y dije No más juegos, voy a salir de aquí, y de nuevo las cadenas me soltaron. Entonces sin más me puse de pie, me arme de valor, camine poco más de un metro y escuche a mi mama llorando, ¿Mi mama está aquí? Me pregunte mientras trataba de descifrar de donde venía el sollozo, pero en cada paso que daba, el llanto ya no se escuchaba con claridad, de pronto el piso se abrió y caí, supongo que debí perder el conocimiento (de nuevo) cuando desperté, había luz, un radio viejo y un montón de sangre, me levante, un poco adolorido, había también una puerta, no lo pensé, fui hacia ella, gire la perilla y la abrí, de nuevo escuche la voz de mi madre, que decía, NO TE VAYAS, TE NECESITO, pero no entendía nada, a quien le decía eso.

Cerré los ojos para pensar, los abrí y frente a mi estaba mi otro yo, de traje y con sonrisa burlona, se acercó a mí y me dio un puñetazo en la cara, de inmediato sangre, puse las manos en frente para protegerme, se rio de mí, No tenía tiempo de pelear conmigo mismo, quería ver a mi madre, no sé qué le estaba pasando, ya había perdido a Amy y no dejaría que le pasara algo malo a la segunda persona más importante de mi vida, trate de hablar, pero seguía recibiendo golpes, sentí como mi cara se llenó de sangre, y las cadenas volvieron ¡OH SI, VOLVIERON!, Solo podía pensar en algo resignación, y mis pies fueron atados. De pronto vi que mi otro yo saco un cuchillo, seguía con esa sonrisa, le suplique que tenía muchos proyectos de vida, pero argumento que ya era demasiado tarde para eso, nunca disfrute la vida como yo hubiese querido, ni siquiera tuve el valor de decirle a Amy cuanto la amaba. Era algo extraño, Yo estaba a punto de matarme, como un suicidio, pero no era así, era algo mucho peor.

Y solo faltaban unos cuantos centímetros para mi garganta, cuando lo comprendí todo, entendí porque las cadenas aparecían y desaparecían, entendí porque me estaba viendo a mí mismo, entendí porque escuchaba la voz de mi madre, entendí porque había sangre, entendí dónde estábamos.

ESTAMOS EN MI MENTE, Las cadenas son las opresiones que yo mismo me pongo cuando quiero hacer algo y no lo llevo a cabo, la sangre representa a todos esos sueños que jamás pude cumplir, Mi otro “yo” es mi mayor enemigo, Ahora todo encaja.

Cuando me di cuenta, ya tenía agarrando el cuchillo, me solté, y comencé a golpear con todas mis fuerzas, grite, dije todo lo que quería hacer, cuando yo quisiera podía salir de ahí, porque yo dominaba mi mente, reí como loco, llore, y mi otro yo aplaudió, y dijo

-¡BIEN HECHO MUCHACHO, ES HORA DE DESPERTAR!

Desperté en el hospital, abrí los ojos mi madre estaba a un lado y Sam estaba en el sillón, ¡HIJO MIO!, pregunte que me había pasado y esta fue la verdadera historia:

Cuando estaba jugando con Sam Smith me desvanecí, él le hablo a mi madre y me llevaron al hospital, entre en coma, es por eso que escuchaba la voz de mi mama, su llanto.

Ahora me encuentro escribiendo, me siento tan patético, pero sé que cuando alguien lea esto, va a comprender que debe seguir sus sueños, cumplirlos, no detenerse, saber que cuando te caes debes levantarte, Sam viene todas las tardes a visitarme, él y mi madre, parece que ya están asimilando que un día menos pensado mi corazón dejara de funcionar y moriré, ya no le tengo miedo a la muerte, es algo que supere con el tiempo, no puedo vivir mi vida como si fuera el ultimo porque no puedo pararme de mi cama, puedo escuchar todas la noches como mi mama llora desesperadamente, rezando para que me quede un día mas con ella, y al otro día me despierte con una sonrisa, hoy quise decirle cuanto la quiero, hable con ella como siempre quise hacerlo, sin preocuparme de mis palabras, La abrace y le dije que siempre estaré con ella, a pesar de todo.

Inclusive hice unas cuantas bromas de mi funeral, ya es de noche y tengo un presentimiento de que mañana ya no estaré aquí, por eso me la pase escribiendo toda esta aventura, lección,

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