OPORTUNIDADES DE APRENDIZAJE A PARTIR DE LA EVALUACIÓN.

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Las evaluaciones con enfoque formativo que se planifiquen debe contener valoraciones de tipo sumativo y también evaluación de desempeño de cada estudiante, retroalimentándolo y proporcionando las ayudas pertinentes de acuerdo con sus propias necesidades.

Las acciones que impulsen y ajusten los procesos de regulación de los alumnos podrán realizarse de la siguiente manera:

- En el primer momento, ajustar la ayuda en la misma situación de aprendizaje y de evaluación generada alrededor de un aprendizaje esperado.

- En el segundo momento, el docente decide realizar ajustes a la planificación inicial, al incorporar nuevas actividades. Esto supone la revisión de la planificación que se habían previsto o la inclusión de alguna actividad posterior.

- En el tercer momento, el docente podrá retomar algunos aprendizajes abordados a lo largo del proceso de enseñanza una vez acabada la actividad de evaluación.

Por tanto, el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación se convierten en procesos reguladores por una valoración constante que busca mejorarlos.

Como parte de las estrategias de evaluación es especificar los criterios con que serán evaluados o valorados los aprendizajes y los productos de trabajo que se soliciten a los alumnos. Así, ellos sabrán lo que se espera que logren y serán capaces de identificar en qué punto se encuentran de su proceso de aprendizaje.

Los docentes deben contribuir a que los alumnos aprendan a aprender, partiendo de que son personas con conocimientos y posibilidades de seguir aprendiendo. El docente tendrá que construir avientes de aprendizaje para brindar retroalimentaciones formativas, reconocer logros, guiar a sus estudiantes, para que establezcan metas, pongan en práctica estrategias de pensamiento, propongan soluciones diversas, busquen, analicen y relacionen información, y tomen decisiones para el logro del aprendizaje.

Realizar acciones evaluativas centradas en lo formativo y no solo en la valoración de resultados finales, favorecerá para que el alumno adopten una mejor actitud hacia el estudio y se perciban como estudiantes capaces.

Los apoyos y las responsabilidades compartidas

Los resultados de los aprendizajes durante el proceso de evaluación son una base para mejorar el desempeño e identificar las necesidades de apoyo.

Los niveles de desempeño y el tipo de apoyo que deben otorgarse a los alumnos.

La cartilla de educación básica señalan los niveles de desempeño y el tipo de apoyo que deben otorgarse a los alumnos.

Para el desempeño destacado, el apoyo está centrado en la colaboración que existe entre la escuela y la familia. Favoreciendo actividades de reflexión y compartirlas con la familia para dar continuidad.

En el desempeño satisfactorio, el apoyo adicional se refiere a la incorporación de actividades de reflexión de los resultados y las actividades de refuerzo de los aprendizajes no logrados, que deben desarrollarse entre la escuela y la familia.

El desempeño suficiente implica apoyo y asistencia permanente, que se traduce en la incorporación de las actividades de reflexión y del diseño de las actividades o materiales diferenciados para lograr los aprendizajes. La familia y la escuela deben de estar centrados en el aprendizaje del alumno.

El desempeño insuficiente requiere apoyo, tutoría, acompañamiento diferenciado y permanente. Dentro del aula será necesario enriquecer los ambientes de aprendizaje, incorporar actividades modeladas y materiales educativos adicionales, modificar la organización del grupo para favorecer la colaboración entre pares.

La colaboración y la comunicación entre familia y la escuela serán determinantes.

Para que los alumnos puedan aprender será necesario considerar sus posibilidades, características y necesidades.

La evaluación es un proceso sistemático que debe servir para mejorar la intervención educativa desde diferentes ámbitos de responsabilidades.

- La responsabilidad de la escuela es garantizar el derecho a la educación de todos los alumnos.

- La responsabilidad del docente radica en generar experiencias de aprendizajes significativas y orientar a la familia para las experiencias se enriquezcan en otros espacios.

- La responsabilidad de la familia implica la colaboración con la escuela en el enriquecimiento de experiencias y en garantizar que el alumno asista con los materiales indispensables.

- La responsabilidad del alumno radica en tomar parte activa en su proceso de aprendizaje, comprometerse a seguir aprendiendo a partir de los apoyos que se le brinden.

TODO ESTO SE REFIERE A DAR A CADA QUIEN LO QUE NECESITA