Seguimos siendo amigos.

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pronunciarlo y decía que se llamaba Dani. Y se quedó con ese nombre. Todos lo llaman por ese nombre menos Justo cuando con Ámbar lo quieren hacer rabiar. Entonces Dani comienza a cantar Ámbar Dorado es un lápiz, un lápiz de colores estropeado. Ámbar supuso que no era buena idea burlarse del nombre de otra persona cuando ellos pueden burlarse del tuyo. En ese instante, aparece la mamá de Justo y les pide que se vayan a otra habitación a jugar mientras le muestra la cocina a la Señora Brandy. La Señora Brandy les comenta que la han decorado de maravilla. Todo habían ayudado a decorarla incluida Ámbar que la sentían como parte de la familia, pero, que no habían escogido un papel de baloncesto que le gustaba a Justo y Ámbar. Las paredes estaban llenas de flores. La Señora Brandy dijo que le gustaría que su marido la pudiera ver a la brevedad la casa. ¿Entonces Ámbar le dice a la Señora Brandy si no le importa que haya cocodrilos en el baño? Ella y la Señora Daniels se sonrieron. Era claro que todo eso no era una buena señal, Ámbar intentaba no ponerse nerviosa al fin y al cabo mucha gente había visitado la casa y nadie la había comprado. A lo mejor al esposo de la Señora Brandy le parecía horrorosa. En ese momento entro la Señora Daniels e invito a Ámbar a cenar y le dijo que llamaría a su mamá para invitarla también, cosa que hacían muy seguido desde que los papás de Ámbar se divorciaron. Normalmente, Ámbar se quedaba con los Daniels hasta que su madre volvía de su trabajo y a veces cenaban todos juntos. La Pizza era la comida favorita de Ámbar y Justo.

Ámbar estaba de muy buen humor. Al parecer los dedos cruzados habían funcionado, no habían vuelto a saber de la Señora Brandy. Ámbar le consultó a Justo mientras saltaba a su lado que libro leería. Justo le dijo que leería El Superzorro y luego haría un diaporama siguió saltando Boing Boing Boin decía Justo sin dejar de saltar, ella intentó pisarle, deja de dar saltos y háblame. Basta le gritó Ámbar deja de hacer eso, me estás volviendo loca. ¿A qué estás jugando? Estoy practicando para hacer de canguro para cuando vayamos a Australia. Según el Señor Coten le dijo que irían dentro de 3 semanas Luego se agacha y recoge una hoja y le dice también he pensado en ser un koala. Justo deja de hacer eso le dijo Ámbar que se llevaba la hoja a la boca. Le advierte que un gusano pudo haber dejado su baba encima de la hoja, basta le dice Justo. ¿Quieres echar una carrera? Le dice Justo a Ámbar, claro dice ella. Ámbar le gana la carrera al llegar antes que él a su casa. En ese momento, Justo no deja de ver fijamente algo que hay en su jardín, el letrero que decía SE VENDE tenía un letrero encima que decía VENDIDO. De pronto Ámbar ya no se sentía una ganadora.

Jaime se acerca a Ámbar y para hacerla rabiar le pregunta por s pololo, lleva tres días sin aparecer es que se cansó de ti le preguntaba. Brenda le dice que la deje en paz. El Señor Coten le cuenta al resto de la clase que Justo, Dani y la Señora Daniels han ido en avión a visitar al Señor Daniels y a buscar una nueva casa. Cuando venían de vuelta había mucha neblina no pudieron aterrizar y por eso perdieron la conexión y no llegaron a su casa hasta las tres de la mañana, eso le había comentado la Señora Daniels a la mamá de Ámbar. En ese momento el Señor Coten apaga y enciende las luces y les dice que continúen con el trabajo sobre China. Ámbar metió la mano en su banco y sacó un sándwich que ella misma se había preparado de mantequilla de maní y M&M. Lo inventó un día que su mamá se quedó dormida y le pidió se preparará ella misma la comida. Mirando su bocadillo se acordó de un chiste Justo le había contado antes de partir. Al encontrar su cuadernillo Ámbar comienza a pensar que es probable que no alcance a terminar el trabajo con Justo y que tal vez a él le tenga que comenzar a enviar las postales. No puede seguir trabajando está demasiado triste. Pensaba que cuando fuera mayor y recordara la época de tercero intentaría olvidar ese año. Porque sin duda había sido el peor año de su vida. Creía que las cosas no se podían poner peor cuando sus padres empezaron a pelearse, luego se separaron, cuando a su padre su empresa lo envió a Francia por un año… todo parecía ir un poquito mejor cuando al padre de Justo le han ofrecido un fantástico trabajo. Tal vez uno de sus peores días fue cuando de la Inmobiliaria pusieron el cartel de SE VENDE a la casa de Justo, pero pasaban los meses y nadie la quería comprar, pero llegó la Señora Y Señor Brandy y les gustó y la quisieron comprar. Ámbar sigue yendo a casa de Justo después del colegio, pero la Señora Daniels está tan ocupada guardando cosas en cajas. Justo si quiere jugar con ella, pero no quiere hablar de que se marchará para siempre. Ámbar se pone muy triste de pensar que Justo se marchará por eso trata de pensar en lo positivo de que él se vaya. Su madre le dice que siempre hay que encontrarle una cosa buena a todo lo malo que le pase. A Ámbar le costaba encontrarle lo bueno. Pero Ámbar no podía encontrar lo bueno de que Justo se marchara. Llevaba solo unos días ausente y no se imaginaba como sería cuando se marchará de verdad, se sentía muy desgraciada.

Ámbar estaba haciendo un ejercicio de fracciones cuando entra Justo a la sala de clases, ella se pone muy contenta. Se les acerca el Señor Coten y le pregunta a Justo como van las cosas a lo que él contesta genial. Le entrega un lápiz que dice Alabama, se lo había traído al Señor Coten para su colección. Han pasado un montón de cosas le dice Justo al Señor Coten. Este se agacha y le pregunta si le gustaría contarle a la clase las cosas que le han sucedió el último tiempo. Cuando Ámbar termina sus ejercicios Justo se los revisa y corrige. Luego se ponen a jugar al gato. Las luces se apagan y prenden el Señor Coten les dice que Justo les va a contar de su viaje. Justo comenzó a contarle de su viaje, que el viaje en avión había sido muy divertido, que la azafata lo dejó ir a la cabina y conocer al piloto, que le dieron unas alas para que se las pusiera. Su padre les estaba esperando en el aeropuerto y los llevó a un hotel. El Señor Daniels había visto un montón de casas y fueron a ver todos juntos las que más le habían gustado. Encontraron una del gusto de todos. La casa es muy grande, él y su hermano podrán tener habitaciones separadas, que había una canasta de baloncesto en el patio trasero. Le preguntan sus compañeros si hay muchos niños cerca, Justo les contesta que muchos, en la casa de al lado hay cinco hijos uno de su edad que le llaman Pepe y también otro de la edad de Dani, Juan Pedro se llama. Justo les habla de la universidad en la que trabaja su papá,