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TENGO UN SUEÑO PERO NO ES MIO

Enviado por   •  2 de Octubre de 2022  •  Apuntes  •  13.074 Palabras (53 Páginas)  •  207 Visitas

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CAPITULO 1

Sorpresas y decepciones.

Las buenas noticias llegan en un mal momento.

Aun antes de terminar la secundaria; Joseph sabía exactamente lo que quería hacer después de graduarse: postularse para entrar a Diseñart Pro.

No cualquiera puede postularse para ingresar, ya que por lo menos se debe cumplir con cuatro requisitos. Primero, tener entre dieciséis y diecinueve años. Segundo, haber terminado el bachillerato con un puntaje mínimo de ocho sobre diez. Tercero, tener talento ya sea en arte, en programación, análisis o diseño, y cuarto, enviar por correo evidencia concreta sobre algún proyecto realizado por el postulante en los últimos seis meses. A Quienes no cumplieran con estos requisitos no se les permitía postular. El periodo de postulaciones se abría una vez al año por cuarenta y cinco días.

Diseñart es una empresa de artes visuales y publicidad que recluta, prepara y proporciona todo lo necesario por un periodo de dos años a jóvenes talentos con potencial para trabajar dentro de la misma. Como promedio al año postulan unos cinco mil jóvenes, de los cuales, solo se escoge a ciento ocho aspirantes, los cuales a su vez son separados en tres grupos de treinta y seis, para luego ser enviados a los centros educativos ubicados en las tres ciudades de mayor comercio a nivel nacional.

Por fin el día tan esperado llegó. Después de revisar la correspondencia, Joseph encontró el sobre que contenía la respuesta a la única pregunta que rondaba en su cabeza las últimas tres semanas.

Las manos le temblaban, tenía miedo de abrir aquel sobre de papel que tenía el sello de Diseñart Pro. Era la segunda vez que postulaba, además ya tenía dieciocho años; lo que significaba que si no ingresaba esta vez, su sueño de estudiar arte en aquel instituto de elite llegaría a su fin.

Cuando por fin se animó a leer el documento impreso que estaba en el interior, sus ojos se abrieron aún más, sus pupilas se dilataron y después de leer por segunda vez por si las dudas, exclamo eufórico: - ¡Sí! – y corrió emocionado por toda la casa.

Cuando Dayse – su hermana menor – alcanzo a verlo, supuso que solo se trataba de otra de sus muchas locuras; pero en esta ocasión sintió curiosidad y pregunto sarcásticamente:

  • ¿De qué se trata esta vez?
  • Les dije que esta vez lo conseguiría y así fue – respondió orgullo Joseph
  • No me digas que…
  • Si, así es, me aceptaron en Diseñart Pro

Acto seguido Dayse le quito el documento de la mano y lo leyó por sí mismo, para luego exclamar:

  • ¡Esto es imposible, conozco por lo menos a tres personas que dibujan mejor que tu, y sin embargo fueron rechazados!

Llevando su mano derecha a la cabeza de su hermana, Joseph le dijo en son de burla a su hermana:

  • Eso refleja lo poco que sabes sobre este negocio. ¿Acaso conoces a alguien que anhela más esta oportunidad que yo? – pregunto mientras, miraba hacia arriba y se llevaba la mano izquierda al pecho.
  • No, pero si conozco a algunos que la merecen más – respondió Dayse mientras reía burlonamente. Luego añadió: solo bromeaba, la verdad me alegra que hayas conseguido entrar; después de lo que has hecho durante los últimos dos años, a cualquiera le causaría lastimada que no ingresaras – acto seguido s se echó a reír nuevamente.

Después de pausar aquellas risas, Joseph señalo una foto que se veía desde la entrada del dormitorio de Dayse y dijo:

  • En este momento me gustaría que ese sujeto estuviese aquí, para decirle en su cara que a pesar del daño que nos ha hecho, hoy por fin pude conseguir algo que me ha hecho feliz después de tanto tiempo.
  • ¡No deberías hablar asi de papa! ¡Él es una buena persona! – exclamó Dayse en son de protesta.
  • Si el fuese una buena persona, no se hubiese ido de casa sin darnos ninguna explicación – dijo Joseph de manera fría.
  • El dijo que nos diría la razón cuando pudiéramos entenderlo, pero hasta tanto era mejor que él y mama se separaran – menciono Dayse un poco triste.
  • ¡Eres una niña y por eso es fácil convencerte, pero yo no creo que exista una razón válida! – exclamó Joseph con escepticismo.
  • ¡Papa es buena persona y si tú no puedes verlo es cosa tuya! Le reprocho Dayse.
  • ¿Has notado lo mal que lo pasa mama desde que aquel tipo se fué? No lo creo. Cuando crezcas lo entenderás – afirmo Joseph –

En ese momento llego de hacer las compras Cristina – la madre de ellos – y sin entender muy bien cuál era su tema de discusión, alzo la voz y les reprendió:

  • ¿Hasta cuándo tendré que hallarlos discutiendo? Entonces añadió: en vez de perder el tiempo, mejor ayúdenme a llevar las compras a la cocina.
  • ¡Está bien mama! – respondieron ellos.

Estando de camino a la cocina, Dayse le pregunto de manera afirmativa a su mama:

  • Mama, ¿verdad que papa es una buena persona?
  • Lo es a su manera, eso es todo cuanto diré sobre él – respondió Cristina tratando de poner fin a ese tema.

Escuchar a su mama decir algo positivo sobre alguien a quien despreciaba tanto, ponía de mal humor a Joseph, sin embargo, no podía evitar preguntarse por que no le guardaba ningún renco después de que el haya decidido mudarse a otro lugar.

  • Por cierto mama, Joseph fue aceptado en esa cosa de la que se pasa hablando todos los días – dijo Dayse, mientras miraba a su hermano de reojo.
  • ¿Es verdad eso? –pregunto un tanto extrañada Cristina.
  • Si mama, me aceptaron. Por fin, después de tanto tiempo – respondió orgulloso.
  • ¡Sí! – exclamo Dayse de manera prolongada – entonces añadió: -¡Por fin te vas de esta casa! En ese caso hasta yo te ayudaré a empacar – dijo Dayse en su característico tono burlón.

A Cristina le hacía feliz que su hijo haya alcanzado el objetivo por el cual había trabajado tanto, sin embargo, no le emocionaba mucho la idea de que se fuera otro miembro de la familia. A pesar de esto, ella se guardo para si sus sentimientos y fingió estar completamente feliz por la noticia.

  • Esto merece ser celebrado, hoy tu hermana y yo te preparemos una cena especial – dijo Cristina mientras sonreía.
  • Y yo ¿Por qué? – protesto Dayse. Luego añadió a modo de susurro: - está bien, pero le pondré ají en polvo a su plato.

Mientras cenaban, Joseph no podía dejar de pensar que para estudiar Arte y Diseño en la institución en la que lo había admitido, tendría que mudarse a sus instalaciones. Esto le recordaba lo que hizo su padre, razón por la cual no se sentía muy conforme con irse.

  • ¡No puedes dejar a tu mama en este momento!  - se decía a sí mismo en su mente.

Cristina, deduciendo lo que pensaba Joseph dijo:

  • Joseph, me siento muy orgullosa de ti. He visto lo mucho que te has esforzado y es por eso que hoy estamos celebrando tu logro.
  • Mama, no quiero dejarte sola – dijo Joseph con algo de tristeza.
  • No estaré sola, aquí estará tu hermana junto a mí. Además, no sentiré tristeza porque sabré que estas usando bien tu tiempo, y eso, me llenara de satisfacción. - Luego, mientras ponía una sonrisa forzada añadió – esta noche estamos celebrando, dejemos las preocupaciones para después.

La noche se paso rápido entre risas y bromas; teniendo como protagonista a Dayse. Siendo cerca de la media noche, Cristina decidió que ya era suficiente por ese día, asi es que todos fueron a sus respectivas habitaciones a dormir.

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