Taller de Lectura y Redacción - Cuento
Enviado por John0099 • 18 de Noviembre de 2018 • 2.070 Palabras (9 Páginas) • 496 Visitas
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Empezó la exposición, y mientras comenzaban una nueva pintura, Mateo no dejaba de ver a Bárbara y mutuamente se sonreían. Acabó por fin la espera de este día. Al terminar, Bárbara fue hacia Mateo e inmediatamente le dijo:
- Sí, Mateo. Acepto. Vámonos antes de que me arrepienta.
- Claro… Solo deja tomo mis cosas y nos vamos.
Empezaron el camino hacia la Ciudad de México, y Bárbara veía todo el camino con una gran ilusión y esperanza de comenzar algo nuevo y bonito.
Por fin llegaron, así que Mateo le dijo a Bárbara:
- ¿Deseas ya conocer a mi colega Damián?
- ¡Claro! Muero por conocer que dice sobre mi pintura y si desea como tú contratarme.
- Ok, entonces así será. Vamos para allá.
Llegaron al edificio, y Mateo le dijo a una secretaria que sí podría avisarle a Damián de su presencia, ella respondió que sí.
Damián salió y se quedó impactado por la belleza de Bárbara, a lo que ella respondió con una humilde sonrisa.
Damián dijo:
- Por fin llegaron eh. Gusto en conocerte, supongo que eres Bárbara ¿verdad?
- El gusto es mío. Y sí, esa soy yo.
Mateo interrumpió, diciendo:
- Vamos a hablar en la oficina los tres.
- -Damián respondió- Mm… Bárbara ¿te parece mejor si hablamos a solas?
- Pues está bien, en realidad no importa mucho.
- Ok, así será entonces. Pasa por favor.
Mateo se quedó esperando afuera, preguntándose en motivo por el que Damián querría hablar a solas con Bárbara.
Mientras en la oficina…
- Por favor toma asiento Bárbara.
- Muchas gracias.
- ¿Puedes mostrarme la pintura por favor?
- Claro, aquí esta.
- ¡Wow! Es hermosa en verdad. Veo que Mateo no se equivocó en traerte, en verdad tienes mucho talento.
- Muchas gracias, en verdad aprecio que se hayan fijado en mí para este grandioso trabajo.
- ¿Te digo la verdad?
- Sí…
- No pensaremos más, quédate con nosotros. Si te parece bien podemos ponerte un mes a prueba, ver si tú te adaptas a nosotros y si nosotros nos adaptamos a ti. ¿Qué te parece? Tú puedes trabajar con Mateo en estos días, él es un gran pintor como tú, y te puede ayudar y guiar. Te ayudaría yo, pero… yo no pintó.
- ¡Oh! ¿en serio? Es una lástima porque pintar es algo hermoso. En fin, acepto sin duda alguna. Mateo me cae muy bien y creo que puedo aprender mucho de él para hacer un trabajo mejor.
- Ok. Me parece bien.
Salieron los dos de la oficina, Bárbara realmente con una sonrisa enorme en su cara, igual que Damián.
Damián le dijo a Mateo:
- Está gran chica se queda con nosotros en un mes de prueba que espero y la apoyes en todo lo que necesite.
- ¡Claro!
Después de 3 semanas, casi ya cumpliendo el mes de trabajar ahí. Damián habñó con Bárbara.
- Siéntate por favor.
- Gracias.
- ¿Cómo vas en el trabajo? ¿Te gusta?
- Estoy fascinada en verdad. Me encanta todo el ambiente, la gente, el propósito de este proyecto, me gusta absolutamente todo.
- ¿También te gusta Mateo?
- ¿Disculpa?
- Si, que si te gusta Mateo.
- Mira Damián en verdad estoy muy agradecida por la oportunidad de este grandioso trabajo. Pero no veo la necesidad de sacar mi vida personal con la laboral. Ya sé que quizá todavía no soy una empleada oficialmente, por el mes a prueba, pero tanto yo los necesito como ustedes a mí. Sea lo que sea que esté pasando entre Mateo y yo, te aseguro que no afectará mi trabajo y mi desempeño.
- Te voy a decir y proponer algo, solo quiero que me escuches por favor… Tú me interesas mucho Bárbara, desde el primer día que te vi, y Mateo es como un hermano para mí, pero no permitiré que robé a la mujer que yo quiero. Quédate conmigo, tendrás el trabajo asegurado, es más, serás la Directora, si eso es lo que deseas. No sé si Mateo te contó pero nos unimos después de salir de la Universidad, él tuvo la idea y yo di el dinero para hacer de este proyecto un lugar complaciente y segur, bueno de hecho lo dio mi papá.
- Damián… ¡No quiero escuchar ni una palabra más!
Bárbara salió corriendo y Damián le grito.
- Piénsalo la semana que te queda. ¡Te seguiré esperando Bárbara!
Bárbara salió corriendo en busca de Mateo, cuando lo encontró le platico todo. Y Mateo decidió ir con el papá de Damián, llamado Antonio. El señor Antonio quería a Mateo como un hijo. Bárbara acompaño a Mateo, con el señor Antonio. Le explicaron la propuesta de su hijo hacia Bárbara y realmente quedo muy decepcionado de su hijo, pero dijo que tomaría cartas en el asunto.
El señor Antonio decidió afrontar a su hijo, y fue a la empresa el día siguiente.
Damián lo recibió y dijo:
- ¡Papá, que sorpresa! ¿Cómo estás?
- No muy bien hijo.
- ¿Qué pasa? Te noto algo serio conmigo.
- Así es. Quiero hablar contigo sobre la injusticia y falta de respeto hacia Bárbara y hacían Mateo, que es como tú hermano.
- Claro… Te lo contó todo y fue a llorarte.
- Piensa lo que quieras hijo mío, ¡Te quiero! Y por eso hago
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