Un Ensayo "Grandeza Mexicana".

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“Letras, virtudes, variedad de oficios” es el nombre que lleva el capítulo cuatro, y bien dado; ya que, en este capítulo habla de los múltiples y distintos oficios que había para cada habitante de la Ciudad de México, entre los cuales se incluía la pintura, la escultura, etc. Y elogia las grandes virtudes artísticas que tienen dichos pobladores.

El capítulo cinco “Regalos, ocasiones de contento” enumera las oportunidades que ofrece una ciudad, rica y diversa, tanto a los que quieran llevar una vida conservadora, tanto a los que buscan placeres más terrenales; también realza y describe la belleza de las mujeres del lugar; elogia la riqueza de mercancías de las que dispone la ciudad; habla de la gran nobleza de sus habitantes y por ultimo elogia y exhibe las grandes delicias gastronómicas que disponen.

En el capítulo seis “Primavera inmortal y sus indicios” Exhibe los múltiples placeres que tiene en si la ciudad, es decir sus hermosos paisajes y ecosistemas dados por la misma naturaleza.

En el capítulo siete “Gobierno ilustre” elogia la buena y grande organización política. Primero habla del gobierno civil y después del gobierno Religioso. Es decir, Balbuena cita a los virreyes, no sin desorden cronológico Acevedo, Zúñiga, Mendoza, Velasco. Este exhibe su idea de que la ciudad de México es el centro del Nuevo Mundo, también menciona a los arzobispos, sin dejar de recordar a las personas más modestas: los trabajadores y empleados.

Y por último, el capítulo ocho “Religión y estado” El autor vuelve a enumeras y describir la flora, los colores, las iglesias y conventos que ya existían en ese entonces.

En conclusión Balbuena comprueba con propios ojos que La Ciudad de México, Nuevo España, es una ciudad de admirar, con grandes riquezas económicas así como culturales, pero podemos darnos cuenta que hace uso de la hipérbole, es decir, exagerar las cualidades de lo que se habla, un modo superlativo de expresar las cosas, un modo poético.

Es decir, muchas cosas de las que dice y describe Balbuena pueden llegar a ser exageradas e inciertas pero ciertamente son válidas; ya que, se tienen más fuentes históricas que describen la gran Ciudad de México y este texto es un poema.

A mi parecer esta lectura, al igual que todas las que hemos venido leyendo se me hizo pesada y difícil de entender por su complicado lenguaje y tantas referencias históricas dentro del texto.

Sigo en mi postura, al decir que sigo siendo preferente de la prosa, pero como ya he dicho en anteriores reportes, eso no quita que sea muy enriquecedor el leer textos en verso tan complicados, como son los de la etapa del barroco.

… y si, la Ciudad de México en tiempos del barroco, no fue grande, fue ¡GRANDIOSA!