Dinero o circulación de mercancía.

...

La primera metamorfosis de una mercancía, su transformación en dinero a partir de la forma mercantil, es siempre, a la vez, una segunda metamorfosis, contrapuesta, de otra mercancía su transformación inversa en mercancía a partir de la forma dineraria. D-M Metamorfosis segunda, o final, de la mercancía: Compra. La metamorfosis final de una mercancía constituye una suma de primeras metamorfosis de otras mercancías.

La metamorfosis total de una mercancía lleva implícitos, en su forma más simple, cuatro extremos y tres personas actuantes. Las dos fases de movimiento inversas de la metamorfosis mercantil constituyen un ciclo: forma de una mercancía, despojamiento de la forma mercantil retorno a la misma.

La circulación mercantil defiere no solo formal, so no esencialmente, del intercambio directo de productos. Por un lado se advierte aquí como el intercambio de mercancías arrasa las barreras individuales y locales del intercambio directo de productos. Por otra parte, se desenvuelve toda una serie de vinculaciones sociales de índole natural no sujetas al control de las personas actuantes.

El dinero no desaparece por más que finalmente quede marginado de la serie de metamorfosis experimentada por una mercancía.

El remplazo de una mercancía otra deja siempre la mercancía dineraria en manos de un tercero. La compra y la venta son un acto idéntico en cuanto relación recíproca entre dos personas polarmente contrapuestas: el poseedor de mercancía y el de dinero.

El comprador tiene la mercancía, el vendedor el dinero, esto es, una mercancía que conserva una forma adecuada para la circulación. La antítesis inmanente a mercancía- valor de uso y valor, trabajo privado que a la vez tiene que representarse como trabajo directamente social. Como mediador en la circulación mercantil, el dinero asume la función de medio de circulación.

b) EL curso del dinero

El cambio de forma en el que se opera el intercambio de sustancias entre los productos del trabajo M-D-M. Cuando se completa el proceso de vender para comprar el dinero de nuevo se ha escapado de las manir de su poseedor originario. Si regresa es a causa únicamente de que el mismo proceso de circulación se renueva o reitera para cada nueva mercancía.

El curso del dinero muestra una repetición constante y monótona del mismo proceso. La mercancía siempre está al lado del vendedor, el dinero siempre al lado del adquiriente, como medio de compra.

La primera metamorfosis de la mercancía no solo es visible en cuanto a movimiento de dinero, sino como movimiento de la mercancía misma: por el contrario su segunda metamorfosis solamente es visible como movimiento de dinero, aunque el movimiento del dinero no sea más que una expresión e la circulación de mercancías, esta se presenta a la inversa como mero resultado del movimiento dinerario.

En sus precios, las mercancías ya están equiparadas a determinadas cantidades figuradas de dinero. En rigor el dinero no hace más que representar de un modo real la dima de los precios alcanzados por aquellas. El precio de la mercancía varia en una razón inversa al valor del dinero y luego la masa de medios de circulación se modifica en proporción directa al precio de las mercancías... sea que el cambio en los precios de las mercancías refleje un cambio real de su valor o simples oscilaciones de los precios en el mercado, el efecto sobre la nada de los medios de circulación será el mismo.

La suma de los precios de las mercancías depende tanto de la masa como de los precios de cada clase de mercancías, no obstante los tres factores- el movimiento de los precios, la masa de las mercancías circulantes y por último la velocidad del curso del dinero-.

Manteniéndose constantes los precios de las mercancías, la masa de los medios de circulación puede incrementarse. La ley según la cual la cantidad de los medios de circulación está determinada por la suma de los precios de las mercancías circulantes y por la velocidad media del curso dinerario.

La cantidad de dinero en curso o material dinerario depende de su propio valor. Que a la inversa los precios de la mercancía están determinados por una masa de los medios de circulación y a su vez dicha masa por la del material dinerario disponible en un país es una ilusión que deriva, en sus expositores originarios.

c) La moneda. El signo de valor

De la función del dinero como medio de circulación surge su figura monetaria. Al igual que fijar el patrón de los precios, acuñar es asunto que concierne al estado. El oro en cuanto medio de circulación diverge el oro en cuanto patrón de precios, dichas tarjas remplaza el oro en los puntos de circulación mercantil donde la moneda circula más rápidamente y por ende se desgasta con mayor rapidez.

Solo se considera aquí el papel moneda estatal de curso forzoso. El mismo surge directamente de la circulación metálica. El dinero crediticio, por el contrario, supone condiciones que, desde el punto de vista de la circulación mercantil simple, aun nos completamente desconocida.

Si el cambio, hoy se llenan con papel moneda todos los canales de la circulación, hasta el último grado de su capacidad de absorción dineraria, puede ocurrir que mañana se desorden a causa de las oscilaciones.