Sientes que has perdido dinero, oportunidades, talento... Es tiempo de efectuar una reestructuración.

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LA BUSQUEDA DE LIDERAZGO: ESCOBAS NUEVAS O VARITAS MAGICAS?

A los líderes que defraudan a la gente les es difícil restaurar la confianza perdida. Esa es una de las múltiples razones por las que las reestructuraciones a menudo empiezan con el reemplazo de los directivos. Unos nuevos líderes en la cima, ajenos a los pecados o a las movidas políticas del pasado y no contaminados por los resentimientos y la negatividad de las rachas perdedoras, pueden aportar una perspectiva fresca.

Los líderes anteriores han perdido credibilidad, mientras que los nuevos permiten pensar que el peso de las perdidas y derrotas anteriores se puede dejar atrás. Incluso cuando los ejecutivos que presidieron un periodo de deterioro admiten los errores y acoge nuevos métodos, les es casi imposible fomentar la energía organizacional que se requiere para efectuar una reestructuración.

Los líderes nuevos son más capaces de desentrañar la dinámica del sistema porque no están atrapadas en ella. Un paso importante es dar nombre a problemas que desde hace mucho no se han expresado, incluso si los individuos quizás sabían de ellos pero creían ser los únicos con ese conocimiento, un fenómeno denominado "ignorancia pluralista".

Los líderes nuevos pueden remover más fácilmente las barreras que levantaron jefes anteriores y ofrecer una perspectiva fresca; incluso más fresca si provienen de fuera de la empresa y de la industria. Sin embargo es claro que el nuevo director perse no necesariamente produce una reestructuración exitosa.

DINERO NUEVO, SIGNIFICADO NUEVO: SÑALES TANGIBLES DE CONFIANZA

La clave para iniciar procesos de restablecimiento de la confianza esta en la confianza misma que los líderes manifiestan en las personas que deben producir un desempeño ganador. Esa confianza no proviene de discursos animosos vacíos, sino de indicios tangibles de que alguien cree lo suficiente como para invertir en esas personas y facultarlas para que emprendan nuevas acciones. Los líderes manifiestan su confianza en la gente encontrando recursos para invertir. La construcción de confianza antes del triunfo exige un salto de fe: la convicción de que el sistema enfermo se puede recuperar, incluso cuando la situación es muy grave.

Aunque los sistemas enfermos podrían requerir cirujanos que extirpen al personal inútil y los gastos innecesarios, si eso es lo único que se hace los fracasos se frenan temporalmente, pero no se encauza el sistema por un camino ganador. En las reestructuraciones el arte del liderazgo consiste en saber cortar las ramas muertas sin matar el árbol, cavar profundamente para encontrar las raíces del problema y hacer cambios sistémicos, y ayudar a que el árbol florezca.

LOS LARGOS PASOS DE UNA LARGA MARCHA: EL PELIGRO DE UNA FALSA RECUPERACIÓN

La agenda de los líderes de una reestructuración es abrumadora: problemas incesantes por resolver, decisiones nada populares, escépticos a quienes hay que convencer, y la necesidad de garantizar inversiones antes de que los inversionistas papen éxitos que los atraigan. Las reestructuraciones a menudo proceden de manera desigual, a trancazos, y afrontan el peligro de producir recuperaciones falsas imposibles de sostener debido a que no se han reestructurado los fundamentos básicos.

Los cronogramas diferentes de la confianza: destruir la confianza puede tomar unos pocos, mientras que restaurarla puede requerir milenios (o por lo menos eso les parece a los inversionistas impacientes), esto implica demostrar tanto la ausencia de problemas como la presencia de triunfos y demora más hacer lo primero.