Efecto de las buenas practicas de gestion ambiental en la ventaja de costos.

...

ventaja de costos puede ser resultado de la adopción de las buenas practicas que se centran en los procesos de producción de las empresas (Hart, 1995; Stead y Stead, 1995). Estas prácticas orientadas a los procesos incluyen el rediseño de los procesos de producción menos contaminante, la sustitución de insumos menos contaminantes, el reciclaje de subproductos de procesos, e innovando procesos menos contaminantes (Ashford, 1993; Dechant y Altman, 1994; Florida, 1996; Hart, 1995; Porter y van der Linde, 1995a, 1995b). Estas prácticas tienen por objeto reducir el costo de producción mediante el aumento de la eficiencia de los procesos de producción y la reducción de insumos y residuos costes de eliminación (Hart, 1995; Newman y Breeden, 1992; Shrivastava, 1995a, 1995b; inteligentes, 1992; Stead y Stead, 1995 ). Los resultados empíricos muestran que el motivo económico primordial de aplicar prácticas ambientales orientados hacia procesos es el deseo de una empresa para reducir costes (Stead y Stead, 1995). Los enfoques más integrales para la gestión ambiental en el que el impacto ambiental de las operaciones de una empresa a lo largo de todo el ciclo de vida de sus productos se considera, desde el diseño del producto hasta la fabricación, uso, y disposal- también pueden contribuir a la ventaja de costos. Estos enfoques, que incluyen el apoyo a productos que (Hart, 1995, 1997) y la gestión ecocéntrica (Shrivastava, 1995a), cuentan con prácticas ambientales tales como "análisis del ciclo de vida" (Davis, 1993), "la cuna a la tumba de diseño", "diseño para el desmontaje "(Shrivastava, 1995b), y el" diseño para el medio ambiente "(Hart, 1997). Además de los costes de fabricación, estas buenas practicas más integrales pueden también bajar una serie de otros gastos, como los posibles costes de la responsabilidad, honorarios legales (Shrivastava, 1995a), y los posibles costes de producto-aceptación de la devolución. Sin embargo, las ventajas de costo de la implementación de estas buenas practicas dependen de las regulaciones gubernamentales ambientales, que aún no se han iniciado en muchos países. Por ejemplo, las empresas están obligadas a soportar los costes ambientales asociados con la única disposición del producto si las regulaciones gubernamentales requieren que internalizar la totalidad del coste del ciclo de vida de sus productos. Tales regulaciones se han instituido en algunos países europeos, como Alemania (Cummings y den Hond, 1993), pero todavía no existen en los Estados Unidos.

Ventaja de diferenciación puede ser el resultado de las buenas practicas de gestión ambiental que se centran en las características de los productos y los mercados de productos (Shrivastava, 1995c; Stead &Amp; Stead, 1995, 1996). Estos productos incluyen las buenas practicas centradas en el rediseño de envases y productos en más formas ambientalmente responsables, desarrollando nuevos productos responsables con el medio ambiente, y la publicidad de los beneficios ambientales de los productos (Dechant &Amp; Altman, 1994; Reinhardt, 1998; Shrivastava, 1995c; Stead &Amp; Stead, 1995, 1996; Throop et al., 1993). Ventaja de diferenciación crea el potencial para aumentar los precios de los productos, lo que se traduce en mayores ingresos. Los resultados empíricos muestran que el aumento de los ingresos es la principal motivación económica y los resultados de la implementación de las buenas practicas centradas en las características de los productos y mercados (Stead &Amp; Stead, 1995).

Debido a las diferentes prácticas conducen a diferentes tipos de ventaja competitiva, es importante centrarse en las buenas practicas específicas y las ventajas particulares asociados con ellos Este estudio se concentró en las buenas practicas centradas en los procesos, y sus efectos sobre la ventaja de coste por dos razones. En primer lugar, se ha sugerido que tales prácticas son dependientes de la ruta y que existe una secuencia lógica para la aplicación de estrategias ambientales (Hart, 1995, 1997). En particular, Hart (1995) sugiere que las empresas sólo podrán adoptar con éxito estrategias de administración de producto y conseguir una diferenciación a través de productos responsables con el medio ambiente si se han realizado progresos significativos en la aplicación de las tecnologías de prevención de la contaminación, que es un proceso centrado en las buenas practicas. Por lo tanto, buenas practicas centradas en los procesos, pueden considerarse como requisito indispensable para la aplicación de las buenas practicas de gestión ambiental y como el más básico de los bloques de construcción de una estrategia ambiental responsable. Segundo, el efecto competitivo de estrategias ambientales que los gerentes pueden estar más interesados en relativamente corto plazo de ahorro de costes. Las presiones externas de los accionistas y analistas para mejora de los beneficios acortar los horizontes de planificación de los gerentes, y las presiones para que la reducción de personal y corporativa la reingeniería de la causa a los gestores se centran en el lado del costo beneficio de la ecuación. Centradas en los procesos, la mejor práctica pueden generar ahorros de costos más rápido que otras buenas practicas de gestión ambiental.

La literatura ha identificado las buenas practicas, principalmente a partir de estudios de caso de empresas que los han implementado con éxito. Muchos estudios de casos se identifican prácticas enfocadas en procesos e intentan cuantificar el ahorro de costes asociados. Ejemplos de casos de empresas que han ganado ventaja de costos de la implementación de estas prácticas incluyen prevención de la contaminación de 3M Países del programa (PPP), que hace hincapié en la prevención de la contaminación, la conservación de los recursos naturales, y la mejora continua (Hart, 1995; Shrivastava, 1995c; Stead y Stead, 1996). El programa de APP ha salvado 3M $ 810 millones desde su creación en 1975 (Minnesota Mining and Manufacturing Company, 1998). Otros programas ambientales que se centran en la prevención de la contaminación en el proceso de producción, tales como la reducción de residuos de Dow Always Pays (WRAP) o ahorrar dinero de Chevron y reducir los programas de toxinas (SMART), también se han producido importantes ahorros de costes (Stead y Stead, 1996).

El hecho de que los investigadores han seleccionado exclusivamente a las empresas que han tenido éxito en la ventaja de costos de sus prácticas ambientales para sus estudios de caso lleva a dos problemas asociados con el muestreo sobre la variable dependiente: incapacidad para establecer relaciones de causalidad y falta de generalización. Primero, debido a que el muestreo no varía en la variable dependiente,