Gestion Ambiental en Panama

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Con el PAN se establecieron como instrumentos de política ambiental la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), el ordenamiento territorial y límites permisibles de contaminación para aire, agua y suelos. Además de estos instrumentos de comando y control, el PAN apoyó el desarrollo de propuestas de instrumentos económicos (i.e. tasas por vertidos, pago por servicios ambientales). La ANAM identificó los siguientes tres instrumentos económicos prioritarios que buscará desarrollar en los próximos años:

- La implementación de una tasa ambiental por vertidos de residuos

- El establecimiento de mecanismos de pagos por servicios ambientales

- El establecimiento de un mecanismo de eco etiquetado

A la fecha, solo existen propuestas técnicas y normativas, así como algunos casos aislados de carácter piloto.

Específicamente en el ANAM, el PAN apoyó procesos de reingeniería, adecuación de los recursos humanos, actividades de capacitación a nivel central y regional, dotación de equipos y el desarrollo de procesos y sistemas administrativos y financieros. ANAM fue la primera entidad del sector público que implantó el Sistema Integrado de Administración Financiera de Panamá.

Está también en proceso la acreditación del personal a la Carrera Administrativa. Se apoyó también en la estructuración y fortalecimiento del SIA y en el desarrollo básico del Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA), incluyendo un sistema nacional de indicadores ambientales. Se desarrollaron seis proyectos de normas ambientales relacionadas a la calidad de agua, aire y suelos; ocho reglamentos relacionados a los procesos de evaluación y fiscalización ambiental, mecanismos de consulta y uso de áreas protegidas; y nueve políticas ambientales (Forestal: Cambio Climático; Recursos Hídricos; Información Ambiental; Supervisión, Control y Fiscalización Ambiental; Producción Más Limpia; Descentralización de la Gestión Ambiental; Gestión Integral de Residuos y Desechos Peligrosos y No Peligrosos; Biodiversidad).

En materia financiera, el PAN ha permitido que la ANAM logre un aumento sistemático en la generación de ingresos propios. Las mejoras administrativas y financieras, conjuntamente con la introducción de instrumentos económicos, contribuyeron que los ingresos propios de la ANAM pasen a representar 20% del total de sus ingresos en 1999 a 37% en 2006.

Esta mejora en la recaudación propia brinda una mayor seguridad financiera a la ANAM en la recuperación de sus costos de operación en el largo plazo.

A fin de aumentar las capacidades de gestión a nivel local y promover un relacionamiento entre ANAM y las comunidades, el PAN financió 22 iniciativas ambientales comunitarias (pequeños proyectos de saneamiento y protección ambiental), los cuales contribuyeron a resolver problemas puntuales en las comunidades mediante medidas sencillas y arreglos de manejo participativos. Asimismo, el PAN dio inicio al proceso de la descentralización de la gestión ambiental en tres distritos pilotos de diferente tamaño, siendo el Distrito de Panamá de tamaño grande, David de tamaño mediano y Ocú de tamaño pequeño. En los mismos se apoyó, entre otros, la formulación de planes ambientales estratégicos y de ordenamiento territorial. También se elaboró un plan indicativo de ordenamiento territorial ambiental para el país y se iniciaron proyectos de gestión integral en algunas cuencas hidrográficas prioritarias para la economía nacional. Se inició también un programa de monitoreo de la calidad del agua en 33 cuencas y se realizó un catastro de fuentes de contaminantes en las principales zonas industriales del país. Finalmente, se logró incorporar el componente ambiental en el Plan Nacional de Educación y se realizaron una amplia gama de iniciativas de educación ambiental.

Principales desafíos para la gestión ambiental

El PAN y las acciones complementarias financiadas por el gobierno y otras agencias de desarrollo han contribuido a establecer un marco de gestión en materia ambiental. No obstante, estos procesos son de largo alcance y requieren inversiones sostenidas a largo plazo en materia institucional para alcanzar niveles correspondientes al rápido crecimiento económico.

Mejorar los procesos de licenciamiento ambiental en apoyo a los sectores productivos claves

El diagnóstico realizado durante la preparación del Programa sobre el proceso de licenciamiento ambiental arrojó los siguientes resultados: a. La legislación establece plazos máximos de 10, 45 y 65 días para proyectos de bajo impacto (Categoría I), impacto intermedio (Categoría II) y alto impacto (Categoría III), respectivamente. Sin embargo, en el periodo entre agosto 2005 y septiembre 2006 los promedios mensuales en los tiempos de tramitación en ANAM fluctuaron entre 8,8 y 15,4 días para Categoría I, entre 30,3 y 69,6 días para Categoría II y entre 31 y 227 días para Categoría III. Esta variabilidad viene generando malestar en los sectores económicos e inversionistas.

Entre agosto 2005 y septiembre 2006, del total de EIAs ingresados a la ANAM, el 76% fueron de Categoría I, 22% de Categoría II y 2% de Categoría III. Dado que los requisitos de revisión son relativamente similares entre categorías, la gran cantidad de tiempo dedicado por el personal de ANAM a nivel central a la revisión y aprobación de EIA para proyectos de Categoría distrae la atención a los megaproyectos de Categoría III), elevando el riesgo de eventuales impactos ambientales negativos en el país. c. De los EIA ingresados para procesamiento en el período 2005-2006, 7%, 16% y 27% de las Categorías I, II y III, respectivamente, fueron devueltos por ANAM para correcciones por parte de sus promotores.

La falta de divulgación sobre los requisitos y buenas prácticas de evaluación ambiental por parte de la ANAM podrían estar contribuyendo a este problema. Además, existe solamente información parcial en línea sobre los servicios y funciones prestados por la ANAM, lo cual dificulta el acceso de información al público, limita la transparencia de los procesos y hacen más burocráticos los trámites para los inversionistas y usuarios.

La estabilidad en los tiempos dedicados a la revisión de los EIA por parte de las Unidades Ambientales Sectoriales de las instituciones que conforman el Sistema Interinstitucional del Ambiente (SIA) es variable, lo que ocasionalmente contribuye a demorar los procesos de licenciamiento ambiental y puede afectar en forma negativa la competitividad

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