Este documento quiere resaltar los acontecimientos más importantes de la economía

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Teniendo en cuenta toda esta información histórica podemos sacar nuestras propias conclusiones de la economía que llamamos “economía globalizada” es más que todo una fachada para explotar y malvender nuestros productos internos brutos, sabemos que nuestras tierras son fértiles y abundantes para explotar cualquier fruto y aunque no todos los países de Suramérica son agrícolas, hay productos naturales que son de vital importancia para naciones industrializados como Norte América y Europa que dependen de nuestros bienes para ellos poder fabricar y revendernos el producto terminado a mayor precio. Es difícil cambiar esto cuando nuestros mandatarios de gobierno, no pueden cerrar las puertas a otros mercados mundiales, es la única opción que nos ofrecen para intercambiar costos beneficios, aunque más es el beneficio para ellos que para nosotros los consumidores finales porque compramos con precios que están sujetos al dólar y a los costos de importación; pero para empresas e industrias latinoamericanas si se evidencia un beneficio más grande porque ganan en dólares y tienen oportunidades de demanda y oferta a muchos países del mundo.

Con todo esto quiero resaltar que nuestra economía se ha visto vulnerada por países potencias, por nuestra desinformación y civilización que no puede competir con ellos debido a su demanda en armas, transporte, y organización que nos lleva la bandera y por esto vivimos obligados a rendirles cuentas y entregar nuestros recursos para su crecimiento.

Ahora bien para el año 2016 el pronóstico para América latina no fue muy alentador, la razón principal del declive económico de la región es el colapso de los precios de las materias primas, de los cuales Suramérica depende para una buena parte de sus ingresos. Aunque ni el FMI ni el Banco Mundial lo dicen tan crudamente, muchos gobiernos suramericanos despilfarraron la mayor bonanza de sus exportaciones de materias primas en la historia reciente, en un festín populista – y repleto de corrupción que dejó a sus países quebrados.