NIVEL COMPRENSIVO

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- Nivel de la conciencia racional:

Juicios de hecho: lo más probable es que tarde o temprano el arquitecto se dará cuenta que la consultora que le haga el proyecto como él quiere estará haciendo lo incorrecto, y estaría siendo injusto con la consultora y mintiéndose a sí mismo de que está haciendo lo correcto.

Juicios de valor: es admirable que la consultora se halla arriesgado, y siguiera sus valores profesionales para velar la seguridad, tomando en cuenta las normas del Ministerio. Hacer lo correcto cuando se está consciente de lo que uno hace está bien o mal son los valores que nosotros mismos nos fundamentamos y tomamos como propios, algunos caen con las malas experiencias y sacar lo bueno de ello.

- Nivel de la conciencia ética:

Las acciones a realizar tendrían que haber sido el reunirse la consultora y haberle hecho entender al arquitecto de que su diseño no sigue las normas estructurales, conversando y llegando a un consenso que beneficie a ambas partes, sin recurrir a denuncias a organismos reguladores, que al fin y al cabo se diseñaría el edificio de acuerdo a las normas pertinentes.

NIVEL RESOLUTORIO

En general, los ingenieros desde el punto de vista de la sociedad son percibidos como personas que emanan frialdad e insensibilidad. Pero esto en la práctica es sólo un estereotipo, pues ninguna profesión es capaz de extraer la humanidad de un individuo. Uno es lo que es de acuerdo a su historia de vida y no al área del conocimiento a la cual pertenece. Lo acontecido en “Consultora de Ingeniería Pedro Escobar y Asociados” es un fiel reflejo de lo anteriormente expuesto, a pesar de que este equipo de ingenieros arriesgaba el despojo del proyecto, cosa que finalmente ocurrió, su postura siempre se mantuvo firme, hicieron lo que ellos creían correcto: anteponer la vida humana sobre los intereses individuales y/o colectivos tanto de la consultora como del cliente.

CONCLUSIONES

Ante este dilema, como equipo de trabajo consideramos que el curso de acción seguido por la consultora es el correcto, y de encontrarnos frente a la misma situación o similar, emularíamos exactamente el mismo curso de acción, pues si se modificaron la normas estructurales luego del terremoto del 2010 fue porque se detectaron falencias en los métodos de cálculos anteriores que provocaron que desmoronaran un sinfín de bienes inmuebles en Chile. Ningún estacionamiento vale lo que vale una vida. Pero por otra parte esta situación además pudo ser denunciada a algún organismo regulador, pues si el arquitecto se negó a realizar cambios en el diseño del edificio a pesar de que se le comunicó que eran necesarios, es muy probable que buscara la manera de concretar el proyecto sin que se realizaran las modificaciones pertinentes.

Por otra parte, consideramos que los 5 valores fundamentales que debe tener un ingeniero, cualquiera sea su área, son:

- Responsabilidad: pues de alguna u otra manera su trabajo involucra a la comunidad, ya sea al momento de calcular un edificio o diseñar algún proceso productivo para un alimento, convirtiéndose en responsable de la integridad física de quienes consumen estos bienes.

- Humanidad: por lo mismo un ingeniero debe ser alguien considerado con el otro, ya que muchas personas se pueden ver favorecidas o perjudicadas con su trabajo.

- Humildad: si llegase a ocurrir lo segundo, y esto independiente de la profesión, uno debe ser capaz de reconocer si se cometió un error, subsanarlo dentro de lo posible y afrontar cualquieras sean las consecuencias.

- Trabajo en equipo: por eso también es muy importante saber trabajar en equipo y atender la perspectiva de alguien más, puesto que puede existir un mejor camino al que uno había ideado.

- Respeto: por último, para mantener un buen clima laboral dentro del equipo se debe ser respetuoso con los demás, incluso si piensan de manera muy distinta a uno, porque todas las opiniones son válidas.