Tema de el efecto de la Globalizacion en Mexico

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la autonomía mexicana queda sometida a la dependencia extranjera. El país se ha vuelto maquilador para que otros países se enriquezcan, la industria mexicana debe transformarse, para ello requiere la inversión nacional enfocada en la fabricación de productos de calidad, la cual requiere también de una política social que dé respuesta a las demandas y necesidades sociales de los sectores más afectados de la sociedad. La contaminación atmosférica de la Ciudad de México y otras zonas urbano-industriales son un peligro latente. La agresión contra la naturaleza es totalmente salvaje: se talan montes y selvas, se contaminan ríos y litorales, se extinguen especies y se alteran los nichos ecológicos. Aunque se trata de un problema mundial el compromiso de los mexicanos para enfrentar esta problemática es dar marcha atrás en muchas decisiones política urbana, reparar los daños producidos y detener la agresión contra la naturaleza en ciudades y campos. La agricultura de exportación es inestable debido al establecimiento de los precios internacionales y a las restricciones a las importaciones en los Estados Unidos, esto provoca crisis agudas en diferentes productos los cual, es solventado por los recursos nacionales a costa de los consumidores mexicanos. La agricultura de exportación, juntos a la ganadería, ha desplazado de las mejores tierras a los productos que forman la base de la alimentación para la población. Además la exportación de productos elaborados, es limitada porque la industria mexicana no es competitiva a nivel internacional. Esa problemática de tintes políticos y económicos, puede comenzara a enfrentarse con la revisión del TLC, el cual resulta desventajoso para nuestro país, ateniendo para ello, en primer instancia, las necesidades alimentarias de nuestro país. El desempleo es abrumador: Se cierran fuentes de trabajo y los salarios son bajos, lo cual genera inseguridad, subempleo, corrupción, etc. Las políticas sociales de orden neoliberal en México son inefectivas, inaplicables, contradictorias y alteradoras del orden social. Ante ello, todos los mexicanos debemos asumir el compromiso de trabajar unidos para dar respuesta a las demandas políticas, económicas y sociales de todas las capas que conformas la sociedad. Sobre todo, debemos buscar una conciencia y responsabilidad, el desarrollo conjunto hacia la verdadera justicia social. Grandes extensiones de tierra en México no son patas para el cultivo “moderno”, otras se han erosionado y producen menos porque se han explorado de manera irracional. La solución a este problema puede encontrarse en el conocimiento histórico relacionado con la práctica de la agricultura en el México antiguo: Rotación de cultivos, producción racional y efectiva de productos para satisfacer la demanda alimentaria de la sociedad mexicana en general

No podemos negar que México, es un país activo dentro de la globalización, muestra de ello son los 12 acuerdos comerciales que México ha firmado desde la década de los noventa con 44 países en el globo. Dentro de estos, podemos destacar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en el mes de enero de 1994, o bien, el que tenemos con la Unión Europea desde el 1 de julio de año 2000. En esta historia de apertura comercial, podemos destacar también el Acuerdo de Asociación Económica (AAE) con Japón que entró en vigor el 1 de abril del año de 2005 y el Acuerdo de Libre Comercio con Perú que fue ratificado por el Senado mexicano recientemente. Estos Tratados de Libre Comercio (TLC), han contribuido a una mayor liberalización de nuestro comercio exterior lo que ha traído como consecuencia una mayor circulación de bienes y servicios y por supuesto, una creciente movilidad de capital (humano, financiero y productivo). Esto, naturalmente, ha cambiado el rostro de la economía mexicana y ha incorporado nuevos conceptos al léxico de los negocios que día a día se repiten en la mayoría de los medios de comunicación tal es el caso de: globalización, competitividad y diversificación. Si bien es cierto que nuestro país está inmerso en esta tendencia, no se han aprovechado las ventajas que ofrecen los mercados que tenemos abiertos para diversificar nuestro comercio exterior y la posibilidad de incrementar nuevas áreas (geoeconómica) al desarrollo de negocios internacionales. No es un secreto que más del ochenta por ciento de nuestro comercio exterior es con los Estados Unidos de Norteamérica y en menor medida con Canadá.

Como se ha ido reflejando con el paso de la historia, las intenciones de los gobernantes de este, nuestro país, pueden ser analizadas como positivas, aunque los efectos y repercusiones dentro de la población sean lo contario. México debe y tiene que ser un país desarrollado dentro de los aspectos social, económico, político y social, dadas todas las oportunidades de crecimiento que nacen día con día. Debemos de dejar de lado la dependencia económica a los países de primer mundo. Resolver primeramente las complicaciones de los aspectos antes mencionados, para así desde el inicio tener control dentro del país y así, como lo marca la globalización como tal, ser un modelo y pionero de políticas públicas, tecnología, desarrollo social, inversión financiera, entre muchos otros. Es de vital importancia impulsar la educación en todos los niveles, para así crear, mexicanos interesados y comprometidos en el desarrollo y colocación de México, como modelo a seguir en este mundo globalizado.