Derechos humanos y la sistemática jurídica
Enviado por Ledesma • 6 de Agosto de 2018 • 4.371 Palabras (18 Páginas) • 294 Visitas
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Derechos y obligaciones
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los demás.
Desde el punto de vista doctrinal, podemos decir que existen dos ideas básicas políticas:
Una que considera que el Estado debe estar al servicio del individuo.
Otra que considera que el individuo ha de estar al servicio del Estado.
Cuando predomina la primera idea, se establecen sistemas políticos liberales, democráticos, populares. Cuando predomina la segunda, surgen los sistemas autócratas, monárquicos absolutos, dictatoriales, totalitarios. Cuando esto último sucede, el individuo es considerado como un mero engranaje de la maquinaria inconmovible del estado. Esto origina que los derechos del súbdito se encuentren restringidos y que se cometan, en contra de su persona y sus bienes, las peores tropelías, arbitrariedades e injusticias. Si esta situación perdura, llega un momento en que los individuos se sublevan contra el poder político y le exigen el reconocimiento de ciertos derechos, en su calidad de hombres y en su calidad de súbditos; y si esto les es negado, trataran de cambiar el régimen político absolutista que los denomina, por uno democrático y liberal que les reconozca ciertos derechos que todo hombre tiene por el solo hecho de ser hombre. De manera que si tienen la fuerza suficiente para ello, constituirán ese régimen democrático, una democracia.
Sin entrar a estudiar detalladamente el régimen democrático, puesto que esta no es una obra de ciencia política, solo señalaremos muy brevemente algunas de las características del mismo.
- El régimen democrático es de liberad, como afirmación del Estado de Derecho. En este régimen los individuos gozan de mayores derechos tanto civiles como políticos.
- Para que se pueda hablar de democracia, es esencial que la autoridad del Estado emane del pueblo, que sea el pueblo el que elija a sus gobernantes por medio de su voto. Pero para que haya elecciones, es necesario que haya partidos políticos de donde surjan los candidatos a ocupar los puestos públicos que se alcanzan por elección popular. Por eso dice RADBRUCH que atentar contra la existencia o el libre funcionamiento de los partidos, es atentar contra la democracia.
- Los gobiernos democráticos solo son verdaderamente fuertes cuando son elegidos por una mayoría absoluta de votantes. Esto supone la existencia de dos partidos solamente, como sucede en Estados Unidos de América, para evitar gobiernos de coalición que descuiden su labor de dirección y mando.
- Igualmente como en Estados Unidos, los partidos no deben tene4r una ideología cerrada ni programas de gobierno rígidos, como lo tienen los regímenes de partido único que, en realidad, no son democráticos. Pese a lo que se diga, ni el régimen socialista soviético ni el régimen nacional socialista alemán fueron democracias. Rigurosamente hablando, no puede haber un partido único, puesto que el vocablo partido proviene de parte, el partido es la parte de un todo, y cuando se habla de un solo partido, hay una unidad no fraccionada en partes.
Uno de los rasgos esenciales y necesarios del sistema de partidos es la sucesión de estos partidos en el gobierno, como afirma RADBRUCH, y no la permanencia en el durante mucho tiempo de uno solo. Para el desarrollo de las características del régimen democrático hemos seguido a RADBRUCH en introducción a la filosofía del derecho.
Desarrollo histórico del Derecho Internacional de los Derechos Humanos:
Edad Antigua:
Los Derechos Humanos son una conquista de tal manera trascendental, que cualquiera que sea el sistema jurídico político de una nación o ideología imperante y aún dentro de graves circunstancias conflictivas, deben ser protegidos para la conservación de los valores esenciales a la convivencia humana.
En la antigüedad no encontramos ninguna muestra relevante de documentos específicos y normativos o Cartas de Derechos. Durante esta época solamente se admitía la existencia de un derecho cuando éste se derivaba de las situaciones jurídicas objetivas establecidas por el ordenamiento de la comunidad. Para encontrar los primeros atisbos sobre el tema de los Derechos Humanos, tenemos que remontarnos a la esencia del pensamiento político griego, a las dos grandes escuelas filosóficas que dieron forma a toda la estructura de la sociedad helénica: los sofistas y los socráticos.
- Los sofistas exaltaban al individuo frente al Estado, despótico y todopoderoso. Fueron ellos quienes plantearon el principio, hoy aceptado universalmente, de que el individuo tiene derechos frente al Estado y debe buscar los medios para hacerlos valer. Esquilo, en sus obras, nos presenta unos personajes que protestan airadamente contra el destino prefijado por los dioses y contra la opresión de los tiranos. En Antígona se exalta la rebeldía contra la ley injusta del tirano Creonte. Rechazaban que el Estado fuese una entidad omnipotente frente a la cual el individuo debía doblegarse y afirmaban que el hombre es la medida de todas las cosas; sometían al juicio personal todos los problemas filosóficos, morales y políticos. Concebían al hombre como centro de toda la vida social; para ellos no existían las diferencias clasistas ni la superioridad fundada en el nacimiento o la riqueza. El hombre es libre -sostenían- y su libertad va más allá de las leyes y el poder del Estado.
- Los socráticos, en cambio, calificaban de anárquicas las ideas de los sofistas y se manifestaban claramente estatistas, para quienes la sociedad era el fin último, a la que quedaba subordinado el individuo. A partir de aquí, podemos observar un proceso, ciertamente no lineal, con retrocesos y contradicciones, pero que va consolidando la idea del hombre, sujeto de derechos inalienables. Paralelo al proceso doctrinario, nos encontramos con una progresiva
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