La Casa De Muñecas De Charlotte

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las noches temía que alguna de ellas entrara e intentara hacerle otra cosas debía irse de ahí no podía poner su vida en peligro tenía que buscar un lugar donde vivir y trabajar para poder pagar sus estudios.

Un día cuando Charlotte salió a caminar recordó aquel pequeño mueble que su padre le había construido para la vivienda de sus muñecas de camino a la casa no podía sacar de su cabeza aquel recuerdo, al entrar por aquella puerta sintió el mismo escalofrió de la primera vez al notar ese mismo movible en la esquina de la sala.

-Me tengo que ir, ya es momento gracias por todo-

Dijo Charlotte con la voz temblorosa causando una gran sorpresa en las dos chicas, la única que se atrevió a emitir palabra fue la pequeña Ariel la que muy temerosa pregunto

- ¿Adónde iras? ¿Volverás algún día? Charlotte-

-No solo he venido a despedirme-

-Como a despedirte si es hace unos días que llegaste quédate más tiempo-

-No puedo ya no aguanto más esto, es mejor que me valla-

Charlotte salió de aquella casa con sus pocas pertenecías en mano y recordó la felicidad que le había causado el encontrarla hace algunos días.

Avanzaban los días y a Charlotte todo le recordaba aquel temor y angustia que sentía en aquel lugar tenía que terminar.

Aquel día Charlotte se despertó de aquel profundo sueño en el que estaba sumergida con un enorme temor de que fuera verdad todo a causa de las drogas que había tomado unas semanas antes y la habían inducido al coma, en ese momento recordando su pequeña casa de muñecas que tenía en su hogar con sus dos muñecas que su madre le había regalado cuando cumplió 5 años Serena y Ariel.

En ese momento al suspirar sintió como el olor alcohol y penicilina invadían sus fosas nasales.

-Alguien podría decirme que paso-

-Si hace unas semanas alguien llamo aquí diciendo que había una mujer afuera de su casa aparentemente durmiendo al llegar te encontramos a ti con una sobredosis a la que afortunadamente sobreviviste, al principio creímos que habías muerto buscamos entre tus pertenecías y encontramos una dirección la persona que atendió vino a verte y se negó a aceptar que estabas muerta suplico que te revisáramos otra vez lo hicimos y afortunadamente estabas viva pero en coma.

-¿Cómo se llamaba la persona?, yo no tengo ningún familiar los únicos que tenía eran mis padres que murieron hace poco en un accidente-

-La mujer que vino a verte afirmó llamarse Serena y repetía continuamente que tenías que volver a casa -