UNA MIRADA MULTIDISCIPLINARIA FRENTE A LA CRISIS EXISTENCIAL Y EL CONSUMO DE DROGAS

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¿Dónde quedó su libertad y reflexión humana?

Es conveniente tener presente que a lo largo de la travesía existencial el homo sapiens ha sido objeto de diferentes maneras de pignoración que ha intentado dominarlo y someterlo a la más brutal dependencia, pareciera que éste estuviera destinado a luchar contra los engranajes de una maquinaria que lo estrangula y lo convierte en un ser humano de poca estima y aprecio donde la familia y el equipo multidisciplinario son bastiones indispensables para el proceso de curación de ese vacío existencial. El consumo de drogas y crisis existencial se ha convertido en la actualidad en una verdadera amenaza para la propia humanidad y para la existencia del resto del mundo.

Frente a esto considero que la manera de resolver la crisis existencial y consumo de drogas es apelando a la creatividad, talento, habilidades, trabajo del sujeto y convertirlo en un ciudadano, protagonista social, que sea capaz de responder a sus actos en el orden moral, acabando de raíz con la crisis existencial y el consumo de drogas. Donde sea consciente de su Yo personal para proyectarse mejor y se encuentre consigo mismo de manera real para no proyectar una personalidad falsa o personalidad múltiple. El Yo, como tiene la posibilidad de proyectarse en varios aspectos, corre el riesgo de tener varias máscaras: Una para la vida laboral, otra para la vida familiar y otra para la sociedad. El Yo que no es consciente de esto, corre el riesgo no sólo de ser vulnerable o cambiante, sino de no ser verdaderamente conocido o simplemente desaparecer.

He aquí la esencia del formidable título del ensayo que refiere esta época para el nuevo hombre, donde la aglutinación de las diferentes ciencias deben actuar y evitar la conocida crisis existencial y consumo de drogas en las vidas actuales, donde la conciencia del Yo es mínima o nula y por lo tanto no buscan ayuda alguna. Desde luego el objeto en estudio tiene un gran crédito para conectar la multidisciplinariedad con la crisis existencial y consumo de drogas. Estudio que trae complejidad e incertidumbre con los saberes y valores de dichos campos.

Para ilustrar el párrafo anterior son oportunas las palabras de Karl Krause, "El tiempo del fruto está aún lejos; pero el tiempo de la flor ha llegado ya. Probemos todos con espíritu común a proyectar el ideal de la vida humana”. Desde esta perspectiva se abre paso a la integración de las diferentes ciencias activadoras de conocimiento, entonces debemos apilar con precisión y multidisciplinariedad (filosofía, artes, farmacología, antropología, botánica, psicología, psiquiatría, sociología, legislación, cultura y educación, entre otras) donde estas ciencias deben trabajar por, con y en el ser humano y que juntos se haga un verdadero equilibrio en la universalidad, orientación de la totalidad objetiva del ser y su esencia en este planeta llamado tierra.

Para unas amarras mas seguras del empalme anterior, invoco una reflexión de Edgar Morín: “La educación debe mostrar que no hay conocimiento que no esté en algún grado, amenazado por el error y por la ilusión. La teoría de la información muestra que hay un riesgo de error bajo el efecto de perturbaciones aleatorias o ruidos (noise), en cualquier transmisión de información, en cualquier comunicación de mensajes”.

Por ello, la necesidad de la construcción de este estudio requiere de educación, cultura, disciplina, entre otros factores, sumamente complejo, muchas de las piezas empleadas pueden diferir para algunos lectores. Es de ese modo que los términos crisis existencial y consumo de drogas zarpan con unas tornadas preguntas para lo cual es fundamental tomar una cita de Edgar Morín: “Conocer lo humano es, principalmente, situarlo en el universo y a la vez separarlo de él. Cualquier conocimiento debe contextualizar su objeto para ser pertinente ¿quiénes somos? Es indispensable de un ¿Dónde estamos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Interrogar nuestra condición humana es interrogar primero nuestra situación en el mundo”

En otras palabras, tal vez serían las interrogantes más importantes que pueda plantearse un capitán de altura o marino antes de zarpar a un recorrido “¿Cuál es el la dirección de mi buque? ¿Dónde esta la carta náutica que muestra la singladura? Desde ya puede adoptar muchas formas como: ¿Para qué vivo? ¿Qué hago en este mundo? ¿Qué haré de mi vida? ¿Para qué existo? sino tengo una respuesta a estas preguntas puedo caer en la llamada crisis existencial y consumo de drogas. Estas preguntas requieren de un paquete de suturas con suma urgencia y de un equipo quirúrgico multidisciplinario que permita la solución al diagnóstico del sujeto.

En el despliegue de esta travesía, ¿He escuchado a médicos, amas de casa, docentes, abogados, ejecutivos, líderes hablar de crisis? y les pregunto algo tan razonable como: ¿Qué es una crisis? La expresión crisis es imprescindible conocerla debido a que hoy día la palabra Crisis viene invadiendo gran parte de la información que vemos y oímos día a día por: radio, televisión, periódicos, Internet, discursos políticos. El término crisis puede ser utilizado para referirse a cualquier cosa u objeto; hay diferentes tipos de crisis como: salud, rabia, adolescencia, paranoica, económica, cíclicas, matrimonial, política, ética y moral, existencial, en fin una serie de crisis, es decir, en todos los casos donde el término crisis no es más que una articulación de mutaciones en cualquier aspecto de una realidad organizada sujeta a la metamorfosis, la cual no es amenaza o peligro porque puede convertirse en oportunidad y es allí donde debe existir la resiliencia y serendipia del sujeto para salir fortalecido e incluso transformado de esa adversidad.

De manera que, muchos seres humanos presentan crisis existencial a pesar de que viven rodeados de la familia, de personas que le quieren, cosas materiales; sin embargo se nota que algo falta donde hay lucha interior del sujeto por no estar solo o sola puesto que lo puede llevar a sumergirse en las drogas, cuando aparece este vacío existencial muchos comienzan a recordar y a revivir un pasado que ya no es óbice para su existencia. El sujeto debe tener un porqué de su existencia que lo lleve a tener un sentido de vida. Brújula indispensable para llevar cualquier adversidad que se atraviese en una de las etapas del periplo existencial.

En otras palabras, el sentido de vida debe ser el palo mayor en el que nos apoyamos en los momentos de duda y Él nos va guiando en las situaciones difíciles en que tantas veces nos encontramos. Incluso el Doctor Rigoberto Lanz, afirma, que “Si no hay agenda, hay crisis y si hay crisis, hay desafíos, porque si no hay desafíos, la vida es una rutina, una lenta agonía.