Análisis Ética para Amador de Fernando Fernández Savater Martín
Enviado por Kate • 16 de Julio de 2018 • 2.387 Palabras (10 Páginas) • 857 Visitas
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CAPÍTULO V: ¡Despierta baby!
El quinto capítulo de Ética para Amador habla sobre el acto de darse la buena vida, pero sabiendo escoger el camino adecuado.
El paso principal para construir una buena vida es estar bien con uno mismo, cuando es así se puede estar bien con todos, y se arende la comprensión, el afecto y el cariño. Cuando el ser humano tiene una actitud indiferente hacia las cosas, no está buscando la buena vida, sino la muerte.
También es importante que sepamos que las cosas materiales no van a proveer con ese mismo sentimiento o felicidad que los seres humanos nos dan, por eso hay que saber distinguir entre ambos y dar el trato adecuado a cada uno. La cosa es cosa, el ser humano es un ser de sentimientos.
Aprender a solucionar las infinitas complicaciones menores de la vida es lo que nos permitirá vivir de verdad.
CAPÍTULO VI: Aparece Pepito Grillo
“Todos estos tipos de imbecilidad […] suelen acabar mal.”
Savater inicia el capítulo hablando de los imbéciles, y definiendo los tipos de imbecilidad que existen. Habla sobre cómo estas personas necesitan un bastón. Siendo esto una metáfora por el apoyo externo constante del que se ven necesitados. El autor define cinco tipos de imbecilidad donde están los que creen que no necesitan nada ni a nadie, los que creen que quieren todo a la vez, el que no sabe lo que quiere y se conforma con lo que le digan, el que sabe lo que quiere pero no es comprometido, y el que quiere con fuerza pero se confunde en el camino y termina eligiendo lo que es dañino para él.
Savater explica también a que se refiere con acabar mal. No es una referencia a terminar en la cárcel, o sumido en la pobreza como lo pondría una película. Lo que el hombre quiere decir es que terminan en nada. Nunca logran lo que quieren, ni logran conseguir la buena vida de la que habla en capítulos anteriores.
“¿De dónde vienen los remordimientos? Pues de nuestra libertad.”
El autor aquí nos pone a pensar y nos explica como nuestra libertad es causa de los remordimientos, y también del orgullo. Habla sobre como la persona desea ser libre para reclamar el crédito de lo que ha hecho bien, sin embargo en el momento de hacer algo erróneo desearíamos deshacernos de la culpa. Queremos ser libres, pero asimismo, debemos aceptar el hecho de que esto nos convierte en responsables. Cuando empezamos a obrar por nuestra cuenta, tenemos que atribuirnos nuestros cargos.
CAPÍTULO VII: Ponte en su lugar
Pone la historia de Robinson Crusoe perdido en una isla debido a un naufragio como ejemplo de la necesidad de sobrevivir del hombre, y así mismo el medio por el cual lo logramos hacer; y luego, el modo de sobrevivir tomando en cuenta la presencia de otras personas, que no sabemos si están aquí para ayudarnos o para dañarnos.
El ser humano necesita hacer lo que puede por su propio bien, en el caso de Crusoe esto sería la manera de encontrar alimentos, abrigarse del frío, y cuidar su territorio, sin embargo para nosotros esto es obtener trabajo, conseguir dinero, y asegurar una vida decente para nosotros y nuestra familia, lo que Savater resalta con la historia es la presencia de los otros seres humanos. Debo conseguir dinero, pero no puedo hacerlo de cualquier modo, ya que debo respetar la existencia de mis semejantes, aunque no sé si estos son amigos o enemigos. Puede ser que estas personas estén buscando ayudarme o bien, dañarme, como lo dije antes. Entonces, ¿cuál deberá ser mi curso de acción? Quizás lo que me conviene a mí es atacar primero, ya que esas pueden ser las intenciones del otro y no puedo arriesgarme. Savater relata otro ejemplo, donde recita las palabras de Marco Aurelio, con la cual nos damos cuenta que la hostilidad no deberá ser nuestro primer recurso.
“Lo más importante respecto a los hombres […] es que me convienen, y eso nunca debo olvidarlo al tratar con ellos.” Y la complementa con “Sin ellos podemos vivir, pero no vivir humanamente”.
En el capítulo cuarto ya habíamos hablado de esto, las personas necesitan personas, porque sin ellos no hay buena vida. El ser humano es un ser social, y necesita de relaciones interpersonales para ser.
CAPÍTULO VIII: Tanto gusto.
“Carpe Diem”
“Recuerda que lo placentero no es el huevo, ni la hamburguesa, ni la salsa, sino lo bien que tu sepas disfrutar con lo que te rodea”.
Al principio del capítulo, Savater nos explica cómo hemos sacado de contexto el concepto de moralidad, aplicándolo por lo general en situaciones sexuales, y también habla sobre el por qué hemos descontextualizado esta palabra, habla sobre el tema de la vergüenza en relación al placer. “El placer nos hace animales”, Savater explica que esto no es así, ya que los animales solo comen, y se aparean por necesidad, el placer es lo que nos hace humanos. También habla del puritanismo y expresa que “es la actitud más opuesta que puede darse a la ética”, debido a sus ideas basadas en la vergüenza.
“Hay que retener con todas nuestras uñas y dientes el uso de los placeres de la vida, que los años nos quitan de entre las manos unos después de otros.”
Michel de Montaigne dijo esto y Savater destaca que debemos entregarnos al saboreo el presente, pero no significa que hoy debemos buscar todos los placeres, sino que debemos “buscar todos los placeres de hoy”. Debemos aprovechar la vida, recibir lo que nos dan con buena cara, y ver el lado bueno de las cosas. No quejarnos de lo que nos falta, sino aprovechar lo que tenemos, sin dejar de lado buscar lo que queremos.
“La moderación presupone al placer; la abstinencia, no. Por eso hay más abstemios que moderados” (Lichtenberg, Aforismos).
Esta frase adjunta al final del capítulo resume perfectamente lo planteado por Savater. Creo que la virtud de una persona se encuentra en su moderación, o sea en el control. No necesita eliminar algo totalmente de su vida porque debería poder controlarse ante ello. Un alcohólico que se abstiene de la bebida, al momento de probarlo recae en el vicio. Tal como un vampiro que nunca toma sangre, cuando la prueba se convierte en un monstruo. Ese es el problema de negarnos los placeres de la vida, cuando lo probamos (porque para todo hay una primera vez), nos vamos a los excesos, y bueno,
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