CORRIENTES EPISTEMOLOGICAS, POSITIVISMO Y POSTPOSITIVISMO.

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Por otro lado, se debe investigar para conocer la metodología de enseñanza, de aprendizaje, la comunidad, el estudiante, la institución, los recursos del centro educativo, programas de las unidades curriculares, las actividades que se realizan dentro y fuera de la institución, entre otros. El educador tiene que estar indagando, comprobando, ser comunicador, reflexivo, desarrollando metodologías didácticas, todo ello en función de dar respuestas a necesidades presentadas en nuestras aulas, instituciones entre otros y así contribuir con una educación más certera y pertinente a nuestra realidad.

Otra de las cosas que nos obliga a ser constantemente docentes investigadores son las herramientas tecnológicas de información, ya que cada día son más manejadas por muchas personas independientemente de su edad, cultura, nivel de educación entre otros, ofreciéndoles información y aumentando sus saberes según sus intereses, y de ello no escapan nuestros niños, adolescentes y adultos que luego nos encontraremos en las aulas, muchos de ellos llenos de dudas, informaciones que tal vez no sean ciertas, algunos con grandes saberes y si es a nivel universitario con experiencias vividas. En respuesta a ello, todo educador debe tener la capacidad crítica de manejar todas esas tecnologías y trabajar en red, para estar atentos, actualizados y contextualizados con la realidad y hacer de cada encuentro educativo, un verdadero intercambio de saberes aclarando dudas, confirmando saberes o constatándolos de ser necesario.

En conclusión, la necesidad de investigar en educación, surge desde el momento en que nos hacemos preguntas sobre cómo funcionan las instituciones, estudiantes, docentes y los efectos que produce nuestra praxis educativa, ya que debido a nuestra realidad compleja, llena de incertidumbre y amplias tecnologías, es inevitable la reconstrucción de saberes. Los docentes tenemos que ver la realidad, los problemas, individuos, fenómenos y procesos de manera integral, sabiendo que pueden ser afectados por cada interacción que ocurra en su medio, aplicando así el pensamiento complejo, con el cual se observan los diversos fenómenos con sus especificidades tanto de manera aislada (parte) como integrada (todo); es decir englobando el fenómeno completo y evaluando a su vez cada una de sus partes. Esto es para Edgar Morín el pensamiento complejo, mirar la realidad como un proceso cambiante, con muchas certezas e incertidumbre por la dinámica del mundo, del individuo, de la sociedad, manteniendo un ciclo, entre lo que sucede y lo que puede suceder y esto se logra solo mediante la investigación.

REFERENTES

Mella, L. (2009). Evaluación de los Aprendizajes. Un estudio en la Universidad de Oriente. Disponible: www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/28850/3/investiga3.pdf. [Consulta: 2015 junio, 3]

Pérez Gómez, A. (1993). Modelos Contemporáneos de Evaluación. Cuadernos de Educación Nº 143. CLE. Caracas