Conciencia moral Freud y Nietszche

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que vienen de nuestra niñez. Según Freud, un bebé busca placer, pero los padres comienzan a prohibirle. “No hagas esto, no digas aquello”, etc. Si el bebé no obedece estas prohibiciones, tiene un castigo.

A lo que nosotros llamamos conciencia, para Freud, la segunda etapa es en donde el niño internaliza las prohibiciones parentales, junto con la ansiedad que acompaña al niño por el miedo de la pérdida del amor si las prohibiciones son deshobedecidas. Mediante este proceso de internalización, el niño añade un tercer elemento a sus instintos inconscientes e irracionales y pasiones y al yo (el organismo que toma las deciciones concientes). Este tercer elemento internaliza las prohibiciones de los padres y la exposicióna exponer un conjunto de emociones wue acompañan cuando estas prohibiciones son ignoradas o desobedecidas. Este tercer elemento Freud le llama super-yo. La función de este elemento, nos dice Freud, es lo que nosotros llamamos conciencia. Sin embargo, para Freud, las experiencias de la niñez, especialmente nuestros padres y sus prohibiciones, han producido los contenidos de la conciencia. Freud describe este proceso como una “identificación con los padres” que está vinculada con el complejo de Edipo. Por lo tanto, los padres estrictos nos harán sentir culpables e inhibidos. Freud describió el super-yo como ‘crue’l ya que a menudo abusa al yo, lo humilla, lo laltrata y amenaza con castigos severos.

Freud establece en su libro, “El Malestar en la Cultura” que la sociedad a creado restricciones en los impulsos instintivos de las personas lo cual causa que estén descontentas. las personas están descontentas por las restricciones en sus impulsos instintivos, las cuales son creadas por la sociedad. En cambio, Nietzsche, en su libro, La genealogía de la Moral, hay esperanza para la felicidad. Freud mantiene wue las personas son infelices por desear seguridad, la ambivalencia entre el eros y el instinto de muerte y la demanda cultural del super-yo de la humanidad. Sin embargo, Nietzsche sugiere que el futuro del hombre esta lleno de esperanza ya que según él, la seguridad no es importante.

El deseo del hombre por la seguridad hace que la gente sea infeliz puesto que abandonan sus pasiones a cambio de la seguridad. Freud expresó que si los individuos no estuvieran bajo algún control, tendrían esclavizados a sus vecinos, los utilizarían como objetos sexuales, tomar sus posesiones, los humillarían, los harían sufrir y Los matarían. Por lo tanto, la civilización tuvo que idear un objetivo inhibido de la líbido que fortalece el vínculo entre las relaciones de amistad manifestando que se amen los unos a los otros. Sin embargo, ya que “las pasiones son más fuertes que los intereses razonables”, las personas se sienten incómodas y tristes al abstenerse de ser agresivos con sus vecinos (95). Por lo tanto, “un hombre civilizado ha intercambiado parte de su posible felicidad por seguridad” mediante el abandono de sus pasiones instintuales para obtener seguridad frente a los hombres más fuertes (100). Dado que la seguridad minimiza el dolor y el placer, no pueden dejarla ir, haciendo que sea imposible alcanzar la felicidad plena ya que los impulsos instintivos no son satisfechos.

Sin embargo, Nietzsche establece que la seguridad no es importante y la gente tendría un futuro más esperanzador si no desearan la seguridad. El autor describe la seguridad como una herramienta utilizada por los sacerdotes ascéticos para separar a los enfermos, que son los desafortunados, los oprimidos y los quebrantados, de las pereonas sanas, que son los nobles. Estas personas enfermas culpan sus sufrimientos en las personas que están sanas por envidia hasta que las sanas, que fueron compasivos, también se enfermaron al presenciar muchas aflicciones. Se sienten avergonzados de ser felices cuando hay demasiada miseria en el mundo. Por lo tanto, el resentimiento de los enfermos llama a los sacerdotes ascéticid a hacer