Consideraciones sobre el miedo en la obra de Hobbes
Enviado por Stella • 29 de Marzo de 2018 • 2.525 Palabras (11 Páginas) • 278 Visitas
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La formulación del poder en Hobbes es una muestra patente de cómo el poder se levanta como la alternativa al miedo generalizado. Sólo a través del ejercicio de la potestad estatal absoluta del Leviatán, dios mortal en el sistema contractualista hobbesiano, sería posible poner término a la hegemonía de la disputa y la violencia, para dar paso a la pacífica convivencia. Esta continua violencia precontractual se explicaba por Hobbes en los siguientes términos: la causa más corriente que suscita, entre los hombres, el deseo de ofenderse y molestarse entre sí es la búsqueda simultánea de las mismas cosas y la imposibilidad de poseerlas en común o dividirlas. Allí, en estos casos, el más fuerte debe imponerse, su tarea es decidir el asunto de la valentía[3]. Lamentablemente, ésta idea de poder, presente en Hobbes, puede dar lugar a una serie de interpretaciones erróneas acerca del ejercicio del mismo, que no satisfacen los ideales de justicia y libertad que un sistema político está llamado a cumplir.
Es evidente que una situación de miedo generalizado indudablemente requiere de una respuesta política adecuada para ponerle término. Sin embargo, formular una respuesta fundamentada en el poder, a juicio de quienes escriben, no resulta adecuado. Un sistema social justo y libre requiere de un elemento fundante ineludible, que es la confianza en la sociedad civil y en los demás integrantes del núcleo social. Autores como Tocqueville, Burke y Locke se acercan mejor a ésta proposición, así como más actualmente, otros como Hayek, Novak y la misma doctrina social de la Iglesia contemporánea. [4]
El poder político y la existencia de un Estado eficiente son de gravitante importancia para el desarrollo de toda sociedad. Sin perjuicio de ello, no son por sí mismos suficientes para impulsar el progreso y la consecución de los ideales sociales propuestos como metas de cualquier comunidad. La inexistencia de esferas de libertad para que los individuos desarrollen sus derechos y manifiesten su personalidad en forma libre, termina ahogando cualquier pretensión de construir una convivencia tendiente al máximo desarrollo personal y social.
En lo que se refiera al sistema jurídico en Hobbes, es posible afirmar que el mencionado autor fue uno de los primeros positivistas jurídicos. Su afirmación de que la única ley del Estado es la ley que crea y aplica el monarca, lo convierten en un expositor de aquella corriente que ve en la ley positiva la máxima expresión de justicia, quitando relevancia al derecho de fuente natural o divino. En Hobbes, esto se entiende fácilmente si es que se analiza desde la perspectiva de quien quiere reforzar el poder monárquico: para que pueda existir verdadero poder, es necesario que quien lo ejerce sea capaz de aplicar y crear la ley, sin que se le cuestione el contenido de sus disposiciones, puesto que de lo contrario se estaría limitando su poder.
Lo recién mencionado hace retornar al punto original de este texto: el miedo como fundamento del sistema hobbesiano. Una vez más, Hobbes está valiéndose del miedo como antecedente de su propuesta política. En el plano jurídico, que estamos comentando, el pensador inglés concibe la legislación como una pieza a servicio del monarca en su labor de mantenimiento del orden social. Para evitar cualquier tipo de sublevación o de desviación de los individuos frente a los propósitos estatales, el monarca puede servirse de la ley como un instrumento de sumisión. En Hobbes, el derecho se desprende de su contenido de justicia, o mejor dicho, se ajusta al propio contenido de justicia hobbesiana, que parecería identificarse con el del mantenimiento de la paz social a través del poder absoluto del Leviatán.
Cabe preguntarse, a éste respecto, si acaso es el derecho una efectiva herramienta para lograr un fin como el propuesto por Hobbes. Creemos que no es posible que ello sea así, toda vez que la validez y eficacia normativa de la legislación depende en gran medida de su contenido. Cuando las normas no son justas ni encaminadas en un recto sentido, la ciudadanía es capaz de identificarlo y de levantarse frente al orden jurídico injusto. Esto hace que el sistema jurídico hobbesiano sea intrínsecamente frágil, ya que, de ser dotado de un contenido ajeno a la justicia, el monarca legislador se vería fácilmente expuesto al riesgo de la sublevación, que conlleva la misma violencia que a través del sistema hobbesiano se trataba de erradicar.
Por último, cabe hacer mención del papel de la religión en el Estado hobbesiano, la cual estaría dirigida por el monarca. En el contexto que le tocó vivir a Hobbes, con la aparición de las Iglesias Protestantes, se entiende la razón por la que el autor opta por favorecer un régimen de sumisión de la Iglesia al Estado. Los grandes derramamientos de sangre como producto de las guerras religiosas europeas no dejaron indiferentes a los pensadores posteriores, quienes dieron diferentes opiniones frente a la situación. En el caso de Hobbes, éste se inclinó por la ya aludida fórmula de sometimiento religioso al Estado.
Habiendo hecho la prevención de que se entiende la razón por la cual Hobbes optó por esta posición, que, nuevamente, es reflejo del miedo que las guerras religiosas y los conflictos entre las Iglesias de la época provocaron, afirmamos nuestra oposición a la fórmula empleada en el Leviatán. Hemos dicho que nos identificamos con un orden social que favorezca condiciones de justicia y libertad, por lo que no es posible respaldar una idea de religión sometida al Estado, ya que ello vulnera las más básicas garantías de libertad religiosa que deben existir en toda sociedad. Una sociedad que valora el poder de la autonomía individual no puede interferir en los más diversos marcos de realización religiosa que existen, estableciendo el control religioso en la autoridad estatal.
III. Conclusiones
Thomas Hobbes es una de los pensadores fundamentales de la historia de la teoría política. Su aporte nos acerca a una comprensión de la idea de poder que pocas veces ha sido desarrollada de forma tan omnipotente como ocurren en el Leviatán. Como se ha dicho en el presente trabajo, el concepto del miedo juega un rol fundamental en todo el desarrollo de la obra política de Hobbes y en la configuración del Estado, principalmente.
El esfuerzo intelectual de Hobbes estaba dado en orden a desarrollar una teoría política del Estado, que fuera capaz de responder a los elevados niveles de incertidumbre existentes en su época. Ello, unido a las experiencias personales del pensador y al miedo existente en el escenario histórico europeo, lo llevaron a concebir al Estado como una realidad capaz de hacer frente
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