¿EN DÓNDE RADICA EL SER DE LOS CRISTIANOS?

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Jesús es un hombre libre para amar, otorga la última palabra al amor. Jesús “no es para ser servido, sino para servir” Su desasosiego es el hombre necesitado. No es neutral ante las necesidades e injusticias que encuentra junto a los pobres, los marginados, los desprestigiados, los enfermos, los ignorantes, los abandonados. Siempre está de parte de los que más ayuda necesitan para ser hombres libres.

Jesús se acerca con sencillez a los pequeños, los incultos, los que no pueden cumplir la Ley porque ni siquiera la conocen, hombres despreciados por los cultos de Israel, ampara a los débiles, a los niños, a las mujeres marginadas por la sociedad judía, se acerca a los enfermos, los leprosos, los enajenados, los impuros, hombres sin posibilidades en la vida, considerados pecadores a los ojos de todo judío, resguarda a los samaritanos considerados como pueblo extraño y manchados, se preocupa del pueblo humilde, la masa, las gentes desorientadas de Israel.

Jesucristo no da dinero, cultura, poder, armas, seguridad, un hombre que sana, que restaura a los hombres y los libera del dominio injustificable del mal, él trae salud y vida, perdona se encuentran domados por el pecado y les ofrece posibilidad de rehabilitación, trasmite su esperanza a los pobres, los perdidos, los desalentados, ayuda a los hombres a vivir con una fe total en el futuro que está en manos de un Dios que nos ama como Padre, contribuye a los hombres a mostrar su propia verdad, propone a los hombres esperanza para encarar ante los problemas de la vida y al misterio de la muerte. Jesús murió creyendo hasta el final en el amor del Padre y en el perdón para los hombres. De tal, su muerte en una cruz marcaba la frustración de un hombre libre y justo, y dejaba en total confusión su mensaje de la venida del Reino de Dios, que con tanta fe había proclamado. El testimonio de Jesús sobre sí mismo no debemos pues buscarlo tanto en los nombres que haya podido usar para definirse a sí mismo, sino en la actitud sorprendente e inexplicable que ha adoptado durante su vida.

Jesús es libre no solo para enfrentarse a los que se oponen a su misión, sino incluso, para entregar generosamente lo que más quiere todo hombre: su propia vida. Comprendemos mejor la solidaridad de Jesús con los hombres y su actitud de servicio. Jesús ha entendido su muerte como el servicio último y supremo que él podía hacer a la causa de Dios y a la salvación de los hombres. Ahora podemos entender mejor la fuerza con que Jesús denunciaba el odio, el egoísmo, la injusticia, la mentira humana y su fe total en que solo el amor puede conducir a los hombres a su liberación definitiva. Dios es incapaz de defraudar las esperanzas del hombre que le invoca como Padre, es alguien con vigor para derrotar la muerte y resucitar todo lo que puede quedar muerto, es Alguien que no está conforme con este mundo injusto en el que los hombres somos capaces de crucificar al mejor hombre que ha pisado nuestra tierra, es alguien obstinado en salvar al hombre por encima de todo, incluso, por encima de la muerte. El mal, la injusticia y la muerte no tienen la última palabra. No es un misterio la vida sin meta ni salida. Conocemos ya de alguna manera el final. Todos aquellos que luchen por ser cada día más hombres, un día lo serán, que trabajen por edificar un mundo más humano y justo, un día lo conocerán. Los que hayan creído en Cristo y hayan vivido con su espíritu, un día sabrán lo que es VIVIR.Si creemos en Jesucristo seremos un cristiano, pero recapitulemos que no se puede creer en lo que no se sabe o lo que no se entiende, intentemos conocer, creer y entender la palabra de Dios, porque el principio de la sabiduría es el temor a Jehová, no intentemos entender sino hemos creído, primero es creer y luego entender todas las cosas. El orden es Conocer, creer, entender, vivir como Dios quiere, compartir lo que cree, vivir con Dios. Para la concepción de lo absoluto es Dios, eterno infinito incondicionado, increado perfecto e invariable. Todos aclamamos una misma fe, Este es la misma Palabra de Dios hecha carne, En este hombre Dios ha querido compartir nuestra vida, vivir nuestros problemas, experimentar nuestra muerte y abrir una salida a la humanidad. En Jesús, Dios se ha hecho hombre para nuestra salvación.

BIBLIOGRAFÍA:

- http://www.mercaba.org/FICHAS/ceiboysur/ser_cristiano_en_america_01.htm

- http://www.corazones.org/diccionario/catolico_cristiano.htm

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- http://nuestrabiblia.org/contenido/uploads/2015/06/Jesucristo.pdf

- http://www.miapic.com/qu%C3%A9-es-el-cristianismo