El libro “El arte de la guerra” consta de 13 capítulos

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En el séptimo capítulo habla sobre las maniobras y dice que nada es más difícil que el arte de la maniobra. La dificultad en este aspecto consiste en convertir un camino tormentoso en la vía más directa y en cambiar la desventura en ventaja. El arte de mandar consiste, pues, en no hacer frente al enemigo que ocupa un lugar elevado, y en oponerse a él si está apoyado en las colinas.

En el octavo capítulo habla sobre de las nueve variables, y dice que un general que posea un perfecto conocimiento de las nueve variables sabe cómo manejar las tropas. En el momento de utilizar las tropas, está establecido que el comandante en jefe reciba su mandato del soberano para movilizar a la población y recluta el ejercito. No hay que instalar el campamento en terreno bajo.

En un terreno con comunicaciones, únete a tus aliados. En un terreno solitario, no debes retrasarte. En un terreno cerrado recurre a tu ingenio. En un terreno de la muerte, lucha.

En el capítulo nueve habla sobre de las marchas y dice que, por regla general, si ocupas una posición y te enfrentas al enemigo después a haber atravesado las montañas, quédate cerca de los valles. Levanta tu campamento en un terreno alto, frente a la ladera bañada por el sol. Si un enemigo que avanza atraviesa una corriente, no lo ataques en la orilla. Es conveniente que la mitad de las tropas hayan cruzado y, entonces atacar.

En el décimo capitulo habla sobre el terreno y dice que la configuración del terreno puede ser un factor determinante en el combate, por esto el general eminente domina el arte de estimar la situación del enemigo y de calcular las distancias y el grado de dificultad del terreno, de manera que es capaz de asegurar la victoria, el terreno atendiendo a su naturaleza, puede clasificarse en accesible cuando puede ser atravesado con igual facilidad por cualquiera de los dos contendientes, insidioso cuando es fácil salir pero a que es difícil volver, indefinido cuando el terreno es igualmente desfavorable para el enemigo y para nosotros; cerrado cuando ocupo el terreno primero y bloqueo los accesos, accidentado en este me situare en un punto alto y soleado y esperare al enemigo y distante.

En el capítulo once habla sobre las nueve variables del terreno y dice que

Uno el terreno de dispersión es cuando un señor feudal lucha en su propio territorio.

Dos el terreno fronterizo cuando se penetra levemente en el territorio enemigo. Tres el terreno decisivo es cuando es igualmente ventajoso para los dos.

Cuatro el terreno de comunicación es cuando es accesible para las dos partes. Quinto el terreno de convergencia cuando un estado está cercado por otros tres. Sexto el terreno hostil cuando un ejército penetra profundamente en territorio enemigo, dejando atrás, a gran distancia, muchas ciudades y villas enemigas. Séptimo el Terreno difícil cuando el ejército atraviesa montañas, bosques, regiones accidentadas o bien progresa a través de pantanos, desfiladeros y otros sitios difícilmente transitables.

Octavo el terreno cercado es al que se accede por una garganta estrecha y del que se sale por senderos tortuosos, que permite que un pequeño destacamento enemigo quebrante a mis propias fuerzas, más importantes.

Noveno el terreno mortal es en el que un ejército no puede sobrevivir sino peleando desesperadamente.

En el capítulo doce habla sobre del ataque con fuego y dice que existen cinco métodos: Quemar a las personas, los almacenes, el equipo, los arsenales y utilizar proyectiles incendiarios. Quienes utilizan el incendio para apoyar sus ataques tiene la inteligencia de su lado. Provocar incendios en el momento oportuno. El material incendiario debe estar siempre disponible.

En el capítulo trece habla sobre el uso de agentes secretos y dice que existen cinco clases de agentes secretos que se pueden utilizar: los indígenas que son los procedentes del país enemigo, los interiores que son funcionarios enemigos empleados por nosotros. Los dobles son espías enemigos empleados por nosotros, los desechables so aquellos de nuestros espías a los que deliberadamente proporcionamos informaciones falsas y los flotantes son las personas vivas escogidas capaces de abrirse camino hasta aquellos que, en el bando enemigo, tratan íntimamente al soberano y que traen informaciones.

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Conclusión:

Mi conclusión es que se puede alcanzar la victoria tanto en la guerra o específicamente para este caso en las empresas, este libro habla mucho de las alianzas, las estrategias, la organización, el liderazgo, el compromiso, el cómo atacar primero, el verificar el terreno donde te vas a desenvolver, el conocer a la competencia, para finalmente hacerse de la victoria misma.

“Si conoces al enemigo y a ti mismo, no debes temer el resultado a un ciento de batallas.”

“Sin sacrificio, no puede haber victoria.”