Ensayo sobre la s Exclusivas del hombre

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Ni solo fue histórica la evolución del saber vulgar en el contar el tiempo a la ciencia y técnica de la cronología y cronometría. (Vinculación al simple vivir el tiempo).

El ser temporal del hombre es, patentemente, objeto de su vivir el tiempo, de su saber de éste. Y la primera, el ser temporal, parece condición de la segunda, del vivir el tiempo y saber de él.

3 sentidos temporales:

- Ni en el de ser en el tiempo con principio y fin

- Ni en el de ser en el tiempo con principio pero sin fin

- Ni en el de ser en el tiempo con o sin principio y fin

Ya comprobamos que en ninguno de los 3 sentidos, resulta el tiempo una exclusiva del hombre, sino todo lo contrario, algo compartido por él, ni siquiera el vivir el tiempo, el saber de él parece exclusiva suya.

Representamos el tiempo como una entidad distinta de las cosas temporales en todos sentidos, como en algo en que las cosas temporales son con o sin principio y fin: como un continente o recipiente, en cuanto tal distinto de las cosas contenidas o recibidas en él.

También nos representamos así el espacio y las cosas en relación con él, en cambio, no nos representamos de la misma manera la cualidad: no se representa como algo en que sean las cosas, sino todo lo contrario, como algo que es en las cosas o es de las cosas.

Representación de la extensión de las cosas, en el lugar que ocupan en el espacio y la duración de las cosas, en correlación con el lugar que ocupan en el tiempo, se trata evidentemente de una representación espacial del tiempo.

Por lo pronto nos lo representamos en cada momento presente, ello expresa una peculiaridad del momento presente correlativa de otra de los momentos pasados y futuros.

El momento presente es el único que es real o que es, en cambio los momentos pasados y futuros no son reales o no son.

Representarnos su movimiento como solamente viniendo o yendo desde o hacia al infinito, nos lo representamos así mismo como un manar emerger, surgir o borbotar de o en el momento presente, de o en algún momento.

Nos lo representamos generalmente como movimiento de una velocidad uniforme, pero en ocasiones, nada infrecuentes, las cosas le comunican su velocidad acelerada o retardada y nos parece sentir incluso que él mismo se acelera o se hace más lento, y decimos “el tiempo corre que vuela”.

“Ser en el tiempo, con o sin principio y fin”, es el de una interioridad espacial, material de las cosas al tiempo.

También nos representamos la interioridad de las cosas al tiempo bajo especies de mucha mayor intimidad entre unas y otro.

No nos representamos las cosas simplemente contenidas o recibidas en el tiempo.

Nos representamos el tiempo como un movimiento sin móvil, como movimiento puro.

Conclusión, todo lo expuesto. Con la representación que nos hacemos del tiempo solo parece comprensible cuando sugiere que el tiempo se reduzca a ser una abstracción del tiempo concreto de las cosas, de los movimientos mismos de las cosas móviles, temporales en el sentido más propio. La distinción del tiempo relativamente a las cosas, su vacio homogéneo serian la expresión acabada de esta abstracción.