Ensayo basado en El hombre unidimensional
Enviado por Jerry • 23 de Noviembre de 2017 • 2.710 Palabras (11 Páginas) • 598 Visitas
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No eres capaz de conseguir un trabajo mejor, no eres lo suficientemente atractivo para conseguir a la mujer que quieres, no eres creativo, no puedes saltar desde un puente, no puedes gritar en reuniones, no puedes correr donde todos caminan, etc.
Es muy notorio el daño que los adultos le hacen a los niños , limitándolos a ser como ellos, a “embutirles” los esquemas por todas partes, pues ellos son exploradores de este mundo y todavía no conocen las reglas, tristemente se puede ver que cuando las conocen y las empiezan a seguir sus ánimos decaen y pasan de un estado humano a uno robótico; y ése es el daño más grave que se le puede hacer a un niño, la estructura educativa de la actualidad está fundamentada en una creada en el siglo xx, que busca más que incentivar al niño a aprender o a preguntar, o a asombrarse, enseñarle a obedecer, siempre con el fin de no causarle muchos inconvenientes a “el sistema”. Siguen pues las consecuencias de que exista un paradigma tan marginador y de que una gran multitud crea en él como un dogma: el hombre, el ciudadano tiende a aferrarse a un sentido y a ver el mundo a través de éste, en este caso la vista y la voz (tomándola como sentido abstracto). Cuando se da de cuenta que tiene otros cuatro, la percepción de la realidad cambia. El ser humano es narcisista, superficial y eso afecta su filtro de información, pues “no todo lo que brilla es oro”, acostumbrado a juzgar anticipadamente, tratando siempre de predecir las cosas y he aquí una cita que es pertinente usar casi todo el tiempo “la suposición es la madre de todo error”, por eso se debe comenzar a usar el tacto, el olfato, el oído y la voz para que eso que no es oro estimule la imaginación y le regale al hombre un concepto subjetivo pero no tan subjetivo de lo que es.
Es muy admirable ver personas que logran estar casi en totalidad “presentes” en el mundo, con los sentidos alerta, poniendo atención a lo que sucede en el aquí y el ahora, pueden ver que quien esta frente a ellos tiene una camiseta azul en combinación con un pantalón blanco, usa la muletilla “de que” cada dos frases, huele a perfume barato de frutas y tiene una piel extremadamente suave, no se ensimisman pensando en el pasado ni le dedican mucho tiempo a tratar de descifrar el futuro. Cuando se está “activo” todo el tiempo, la información llega de otra manera, no se cae en la monotonía de ver el mundo con los mismos ojos, pues también se tienen los ojos que escuchan, los que hablan, los que tocan, los que saborean, los que huelen e incluso los que reflexionan; hay una infinidad de sentidos en el ser y el hombre se engaña creyendo que sólo uno o dos pueden darle una percepción casi perfecta del mundo y de la realidad. La mayoría de veces, quienes logran estar “presentes” en esta realidad, se dan de cuenta que existe un “sistema”, identifican sus objetivos y de inmediato tratan a toda costa de desligarse de éste, pero he aquí un asunto interesante y decepcionante para la persona que acaba de descubrir que está siendo manipulado: busca comunicarlo a todo su entorno y desatrasarse de la tarea que tenía pendiente desde la niñez pero se encuentra con que la mayoría de personas que lo rodean siguen embelesadas por “el sistema” y no hacen más que rezagar su proceso de evolución o de pausarlo, es entonces cuando la persona debe tomar la decisión de desprenderse de todo aquello que “lo ha identificado durante décadas” para comenzar de cero una nueva vida.
En cuanto al descubrimiento de la manipulación de “el sistema”, he notado que esto más comúnmente se hace los 30 años aproximadamente (otros afortunados lo hacen desde los 20 y a otros se lo enseñan desde la niñez), pues la persona la mayoría de veces acaba de atravesar la etapa de la búsqueda de identidad, etapa que hubiese culminado más tempranamente en su vida si “el sistema” no esquematizara a todos los que pertenecen a él con una misma identidad, y ahora que ésta (la persona) tiene una identidad definida que va casi totalmente de acuerdo con su esencia y se da cuenta que realmente toda su vida le han mentido.
Para alcanzar la felicidad hay que dejar pues de lado el paradigma social, en parte, la cultura e intentar liberar toda la represión que el cuerpo y la mente guardan, eso sí, sin hacer daño a compañeros, no hay necesidad de recurrir al caos y al desorden para alcanzar la felicidad; para darle más fuerza a la recomendación de dejar de lado el sistema para alcanzar la felicidad, Gandhi dice “la felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía” además, Henry Van Dyke dice “la felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”.
El arte muchas veces es la herramienta para acceder a la felicidad, ofrece una estructura de educación muy diferente a la del colegio promedio e incluso a la de la universidad, aprendiendo por medio de la diversión, permitiendo crear en todo momento y alentando a la persona a hacerlo, en vez de regañarla por salirse de un esquema ;lo único que pide el arte es convicción y cuando hay convicción, obviamente no hay obligación, entonces vale recordar que “la letra con sangre no entra” y cuando a alguien le gusta algo pues es más fácil que se le quede grabado en la memoria, entonces se puede introducir a estas alturas del escrito la definición de improvisación, que es tan tenida en cuenta y tan efectiva en los procesos de desarrollo creativo en el arte : “técnica por la cual el acto de improvisar es en si mismo una expresión artística o de entretenimiento, digna de ser compartida con un público al que se hace parte del proceso” donde se hace presente un elemento esencial llamado la sobreaceptación, la cual implica no censurar nuestros pensamientos a la hora de expresarnos sino “sacar” todo tal y como le llega a la persona a la cabeza sin importar si puede llegar o no a gustarle al receptor. Y explicado de una manera más coloquial, la improvisación obliga a la persona que la realiza a llevar a cabo acciones que su mente le vaya dictando, teniendo siempre en cuenta que no hay error y que cada ser humano es genial y puede innovar e impresionar con lo que él ni en el más remoto caso creería pertinente sacar a flote.
En un lugar recóndito de la sociedad se puede encontrar entonces a Sion, y en ella la sobreaceptación: donde se invita al hombre a decir ¡SÍ! a las propuestas que el mundo le ofrece, ¡SÍ! a lo que se le presenta, pues, citando a Charles Dickens, “el hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta”, la invitación se hace a fallar, a hacer el ridículo, a enfrentarse al miedo que no le permite al ser humano tener una vida espontánea, a que sea
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