La palabra método proviene del griego meta-odos y significa camino

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Este método que propone para el correcto uso de la Razón se fundamenta en cuatro reglas, la evidencia, el análisis, la síntesis y el recuento, consistiendo la primera y más importante en el rechazo de cualquier idea que no se le presente al intelecto de forma clara (que no albergue sombra de duda) y distinta (precisa e inconfundible con cualquier otro concepto) evitando por tanto la prevención y la precipitación. De esta forma afirmamos que esta primera regla implica la duda metódica de Descartes pues constituye el paso previo a todo el método por consistir esta en dudar de todas las ideas que no cumplan o pasen el criterio de la evidencia.

El filósofo racionalista dudará de prejuicios, opiniones, de la tradición y del conocimiento heredado del pensamiento clásico y medieval que no hubieran pasado el filtro del pensamiento moderno. En la segunda parte del discurso del método, Descartes expone sus razones para dudar de todo lo que conocemos basándose en las cuestionables formas y vías de conocer del hombre. La primera se asienta en la falibilidad del conocimiento que se adquiere por la experiencia sensible pues tal y como alega, no es prudente fiarse de alguien que nos ha engañado en alguna ocasión. La segunda residirá en la incapacidad humana para distinguir el sueño de la vigilia, extendiendo Descartes la duda de lo sensible a lo inteligible.

La tercera, por su parte se apoyará en la duda de los conocimientos más evidentes, como los matemáticos. Esta duda radicará en la posibilidad de que Dios nos haya creado de manera tal que nos equivoquemos al juzgar algo. Por ello, a partir de esta razón, se deberá considerar falso y necesario de pasar por la primera regla a todos los conocimientos, por muy evidentes que parezcan. La última razón surgirá de una posible ofensa de los creyentes por el anterior motivo y se estribará en la existencia de un genio malvado que interviene constantemente en las operaciones mentales y que hace tomar conceptos falsos por verdaderos. Puesto que a veces el humano se engaña, Descartes extendiendo la duda a todos los conocimientos que no derivan de la experiencia.

Para el estudioso, de la misma manera en que todo en el universo, según la concepción moderna mecánica del mundo, está conectado por relaciones de causalidad y necesidad, el conocimiento también tendría que estarlo. Las cadenas de deducciones que el método cartesiano invita a realizar, se apoyan en el principio de causalidad y necesidad. La filosofía cartesiana del pensador seguirá el camino hipotético deductivo en el que siguiendo una serie de pasos se conectarán unas ideas con otras como si fueran causas y efectos.