Los fenómenos morales creados por el hombre bajo la influencia de la sociedad.

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Considerando al instinto de supervivencia como el instinto más grande del hombre; entonces existe la posibilidad que mediante la mentira se pueda salvar la vida de un hombre o al menos salir de una situación embarazosa. Pensemos por un instante todas las personas que en este momento están vivas por que supieron decir una mentira en el momento que lo requirieron, o sea que mentir podríamos decir que es una gran “cualidad” de algunas personas debido que hay algunas personas que no se diferencia cuando hablan con la verdad que cuando hablan con la mentira, lo cual no es más que el arte de convencer con la palabra. Aunque para la psicología especialmente para el campo del psicoanálisis se emplea el termino de mitomanía para referirse a la tendencia o patología de fabular o transformar la realidad, lo cual es una patología que requiere un tratamiento; lo cual nos indica que esta persona está fuera de los parámetros que caracterizan a una persona como normal dentro de los parámetros estipulados por la sociedad.

¿Por qué la verdad nos puede llevar a la muerte? Siguiendo los dogmas que se nos han sido enseñados se ha visto a la muerte como algo malo ó al menos eso he podido interpretar, aunque la muerte simplemente es la esencia de la vida. Anteriormente dijimos que la verdad está asociada con el bien entonces porque el bien nos lleva al mal (que en este caso sería la muerte)? En repetidas ocasiones se logra apreciar que por diferentes puntos de vistas y diferentes formas de pensar una persona puede ser considerada ignorante, y según Aristóteles la ignorancia es el mal, “Aquellos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música” Nietzsche , podemos ver que toda verdad está ligada al punto de percepción de cada persona. Para llegar a la verdad debemos desarrollar un conocimiento el cual lo podemos definir como la interacción de un sujeto con un objeto, lo cual hace que el conocimiento sea subjetivo dependiendo del sujeto que quiera adquirir el conocimiento y también depende del objeto del cual se puede adquirir el conocimiento, todo conocimiento o toda verdad depende del observador y su punto de vista por ende “existen cuantas verdades como hombres hallan” Gorgias, pero debemos de saber que hay verdades universales que son las que siempre buscamos los hombres y pocas veces encontramos “Tu verdad, no; la verdad, y ven conmigo a buscarla, la tuya guárdatela”. Las preguntas de la vida. Fernando Savater. Para todas estas “verdades” no se conocen hasta el momento teorías que las comprueben, pero tampoco existen teorías que las refuten. Hay cuestiones que causan preocupación en todos los hombres, ¿de dónde venimos?, ¿Cuál es el sentido de la vida?, ¿Quién creo el mundo? Podemos observar y tomar a estas preguntas como verdades universales y desconocidas, y al igual que estos interrogantes existen cientos de interrogantes que aparentemente nosotros los hombres no podemos dar ningún tipo de respuesta valido.

Llegamos a un punto en el cual nos damos cuenta que la verdad es dependiente de varios aspectos tales como el contexto, el sujeto, el objeto, la cultura entre otros todo esto conlleva a que la verdad no se puede consolidar de una manera rígida y estable, la verdad es variable y dinámica lo que hoy es verdad puede que para mañana sea mentira; lo mismo pasa para el bien y el mal, lo que aquí está muy bien está muy mal en otra cultura, como se menciono anteriormente cada hombre tiene su verdad y de igual forma tiene una serie de fenómenos que pueden llegar a ser considerados como buenos o malos, como hemos dicho en el ensayo la cultura tiene un gran papel en todos estos aspectos, entonces nos podemos dar cuenta que la cultura modela al hombre, y a la vez el hombre es el que modela la cultura, lo cual conlleva que el hombre se destruye a si mismo cuando trata de destruir la cultura.

El hombre es algo demasiado complejo, “el hombre es un eterno desconocido” , me parece absurdo que sin conocernos intentemos conocer fenómenos externos que son muchísimo más grandes que nosotros por ejemplo estudiar a Dios, como lo planteo Martin Heidegger “si me causo problemas describir al hombre ahora describir a Dios”. Podemos concluir que:

“No hay fenómenos morales, no hay más que interpretaciones morales de los fenómenos”. Nietzsche.

“El hombre es el lobo del mismo hombre”. Hobbes.

“Somos ciegos que pueden ver,