RESEÑA ERASMO DE ROTTERDAM

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Cualquier sinónimo de locura y de independencia hace referencia a la diferencia entre la locura y la cordura, pero eso no significa que a tal distanciada estén, siempre habrá entre ellas un laxo de armonía para complementar esa independencia que el hombre adquiere al dejar de seguir una doctrina. El hombre también por su sabiduría y racionalidad, es capaz de afrontar cualquier situación derivada de su libertad, porque la locura es placer y paz.

Enfocando un punto más claro sobre las diferentes acciones que puede tener el individuo, es necesario aclarar que la política es placentera al igual que la paz, que el único impedimento por el que tiene la verdadera política se corrompe es por el simple hecho de mantenerse al margen de las personas cuyo pensamiento va enfocado al nacionalismo como ruptura de la sociedad. Quienes no están dispuestos a compartir esa ruptura de la sociedad son dignos de mantener un poder en ese enfoque justo y pacífico que simplemente genera esos lazos de concordia y locura del hombre; papel fundamental del hombre en la sociedad y alude a su empeño.

En conclusión, se deduce que los principales aspectos mutuos del estado y del individuo son los que tienen la capacidad de mantener la justicia, la libertad y la política, puesto que se explica que estos son las bases fundamentales de la construcción de una sociedad equilibrada. Ser virtuoso, feliz, placentero, sabio y mantener la locura individual, son las construcciones en las que el individuo y el Estado están dispuestos a aportan como engranaje a responder a las necesidades y llevar el orden puesto en leyes y justicia.