Saussure y la semiología.

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La lengua, distinta del habla, es un objeto que se puede estudiar separadamente, es un objeto de la naturaleza concreta y ello constituye una gran ventaja para su estudio. Pretende eliminar también la ambigüedad que provoca el uso de la palabra “lengua” cada vez que este debe concretarse en actos de habla. El autor propone que el signo es un conjunto de dos elementos (diada): la representación sensorial de algo (significante) y su concepto (significado). Establece que estas dos cosas en conjunto forman un signo lingüístico mental en el que se une un concepto con la imagen acústica que lo representa, por lo tanto se puede definir al signo como un ente de dos caras.

Al leer el texto se puede apreciar la importancia que tiene Saussure dentro del desarrollo de la lingüística y la comprensión de algunos conceptos básicos. Es tan importante su pensamiento y fueron tan trascendentes sus ideas que se le considera como el padre de la lingüística moderna.

El texto ayuda a comprender la manera en la que se debe considerar y estudiar la lingüística, ya que si no está bien definido lo que se estudia, jamás se podrá comprender nada de lo que se esté escuchando o leyendo.

El texto es también un parte aguas muy importante en la época en la que fue escrito, ya que muchos de los semiólogos que continuaron realizando más investigaciones y escritos se basaron en el estudio de este autor para hacerlo. Saussure no solamente escribió y aportó sus ideas, sino que impulsó a los demás filósofos de la lengua a hacerlo y que así, pudieran desarrollar teorías y pensamientos que perduran hasta la actualidad.