Sócrates el Ateniense, su vida y su legado

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Fue así que por personas arbitrarias, con deseos de manipular a los atenienses utilizando sus miedos y emociones, tergiversando información pero aun así ganando apoyo popular, Atenas comenzó a perder su camino, apoyándose en Atenea, su diosa, con el templo más divino existente en esos años, pero no fue suficiente. La guerra con Esparta duró una década completa, Atenas finalmente devastada por el hambre y la guerra, se rindió ante Lisandro, el comandante Espartano, quien navegando por el Pireo derribaba la flota ateniense, simbolizando así la destrucción del imperio, los restos fueron quemados, dejando a penas 12 barcos.

Con deshonra y avergonzados, los atenienses buscan un responsable por su fracaso y lo encontraron, aquí es cuando volvemos a Sócrates, quien acostumbraba a estar desarreglado y a pies descalzo, él, era para sus conciudadanos lamentablemente quien cuestionaba la superioridad y por eso lo consideraban culpable, sólo por criticar la supremacía de la que se jactaba el pueblo.

Sócrates llevaba alrededor de 50 años agrupando jóvenes que lo seguían, supuestamente, según los ciudadanos, haciendo de ellos un carácter débil, aflojando su anhelo de triunfo en la guerra.

Luego de eso cientos de personas estaban en su contra siendo un “peligro” para la sociedad de ese entonces, ¿cuestionar los principios en que gobernaban la ciudad? él era el único hombre que se atrevía a hacerlo.

El juicio de Sócrates se efectúo en el mercado central, siendo juzgado por conciudadanos al azar, sin abogado, sin un juez preparado como lo es ahora, tenía un límite de tiempo para defenderse, siempre mantuvo la calma y continuó con su pensamiento, correcto, que la mejor forma de vivir es cuestionarlo todo, pensar por uno mismo, según yo es lo que te lleva a un pensamiento profundo y al razonamiento. Finalmente Sócrates fue encontrado culpable y condenado a muerte. Siempre con la entereza que lo caracterizaba “Bien, es hora de marcharme, yo debo morir y vosotros vivir, pero sólo el cielo sabe quién de nosotros tiene el futuro más abierto”. Y luego fue trasladado a prisión.

Sócrates sería ejecutado como era de costumbre en Atenas, bebiendo cicuta, desplomado en la cama, acompañado de sus amigos, el veneno comenzó a hacer efecto y murió, murió por sus convicciones.

Lo que me gusta y llama completamente mi atención, es que Sócrates además de ser sumamente terco, fue un hombre que no se dejaba influenciar por las masas, decía que lejos de estropear Atenas no hizo más que aportar una mejora a la ciudad, con su muerte modificó los principios de la razón al cuestionar al mundo que lo rodeaba, considerándolo muchos como un héroe, dejando el aprendizaje que se debe ser crítico y autocrítico, y no dejarse inducir por las masas. Es así como Sócrates dejó su legado a través de sus alumnos, como por ejemplo Platón que aceptó su filosofía de la obtención de la verdad mediante preguntas. Platón fundó una institución y como alumno destacado y discípulo estaba Aristóteles, se dice que con el tiempo se convirtió en el filósofo de más fama y conocimientos de ese entonces, quien posteriormente inauguró el Liceo, fundando la primera escuela peripatética, una escuela filosófica, en Atenas.