ANÁLISIS REFLEXIVO DEL EMPRENDIMIENTO EN COLOMBIA.
Enviado por Eric • 17 de Enero de 2018 • 6.306 Palabras (26 Páginas) • 492 Visitas
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Also we will play in the background as a reference article undertake, where we will review the policies and how projects should be presented and what are the requirements to access funds through SENA national government intended to support entrepreneurs the country.
KEY WORDS: Entrepreneurial, Work, E-commerce, Business plan, Entrepreneurship.
ANÁLISIS REFLEXIVO DEL EMPRENDIMIENTO EN COLOMBIA.
Con este artículo se propone revisar de una manera general las condiciones existentes en nuestro país para el desarrollo de nuevas empresas, el apoyo a los emprendedores y la viabilidad para la financiación de nuevos proyectos productivos.
Las condiciones del mercado y los índices de desempleo en el país son una muestra fehaciente de la necesidad de cambiar la mentalidad de los estudiantes universitarios y generar en ellos un nuevo enfoque no hacia el empleo sino a la generación del mismo. Las universidades se deben preocupar por ser los proveedores de las herramientas suficientes para que las ideas de negocios no se queden plasmadas en un papel sino que pasen al plano de la realidad.
La palabra emprendimiento “proviene del francés entrepreneur (pionero), y se refiere a la capacidad de una persona de hacer un esfuerzo adicional por alcanzar una meta u objetivo”[2], esta definición se ajusta a lo que este articulo expresa en el sentido que es necesario hacer esfuerzos importantes, no solo por parte del emprendedor sino también por parte de los demás actores que intervienen en este proceso de creación de empresas, dentro de los cuales se incluyen: el estado, las empresas con sus políticas de responsabilidad social empresarial, sector educativo, fundaciones, cámaras de comercio, incubadoras de empresas y organizaciones no gubernamentales. Cada uno de estos actores tiene una función específica e importante dentro de la formación del emprendedor.
El gobierno nacional entendiendo la necesidad de regular mediante una ley, promulgo el 26 de enero de 2.006 la ley 1014 o ley de “Fomento a la Cultura del Emprendimiento”, con esta ley el gobierno nacional buscó básicamente promover en los estamentos educativos del país el espíritu emprendedor como política de estado donde se hace énfasis en el fortalecimiento de los vínculos entre la academia y el sistema productivo del país mediante la formación por competencias. Igualmente, además de comprometerse con las micro, pequeñas y medianas empresas para generar las condiciones de competencia en igualdad de oportunidades y fortalecer los procesos empresariales con acompañamiento a las nuevas empresas. Esto se ha logrado, mediante actividades como ferias de trabajo juvenil, macro ruedas de negocios para nuevos empresarios concursos de negocios que tengan como premios la asignación de recursos necesarios para llevar a cabo y poder concretar las ideas ganadoras; así mismo, el reemplazo de trabajos de grado por planes de negocio es otro de los incentivos que otorga esta ley.
La ley de emprendimiento se promulgo en el año 2.006 pero el interés por el tema del emprendimiento empezó varias décadas atrás, con la evolución de los conceptos en materia económica y social y más con el surgimiento de la escuela heterodoxa, la cual rompe los paradigmas creados por las escuelas ortodoxas y le da una visión más social a la economía y permite tener en cuenta unos factores adicionales en el análisis que se hace para medir o determinar el desarrollo económico de un país y justamente uno de esto factores es el emprendimiento.
El emprendimiento permite ser observado desde tantos puntos de vista que ha sido casi imposible poder unificar en un solo concepto, lo que ha hecho más difícil la consolidación de un único paradigma que permita una profundización específica en el tema en una sola dirección.
(aquí hay dos ideas en un solo párrafo – por favor separarlas) El estudio del emprendimiento da sus primeros asomos en los siglos XVIII y XIX cuando los economistas Jean Baptiste Say[3] y Richard Cantillon[4] empiezan a teorizar el concepto, sin embargo su evolución investigativa ha sido precaria, pues solo hasta mediados del siglo XX el economista Joseph Schumpeter[5] retomó el tema dándole mucha importancia a la innovación y hablo por primera vez del espíritu emprendedor asegurando que la clave del crecimiento económico estaba marcado por los elementos diferenciadores que un producto lograra tener frente a los otros productos de su misma condición en el mercado, en cuanto al emprendedor afirmó que “la función de los emprendedores es la de reformar o revolucionar las formas de producir poniendo en uso una invención o, más en general, una posibilidad tecnológica aún no probada de producir una mercancía nueva o de producir una ya conocida en una forma nueva: abriendo una nueva fuente de abastecimiento de materias primas o un nuevo mercado, reorganizando la empresa, etc. Actuar con confianza más allá del horizonte de lo conocido y vencer la resistencia del medio requiere aptitudes que solo están presentes en una pequeña fracción de la población y que definen tanto el tipo como la función del emprendedor” [6]
En la actualidad podemos decir que el estudio del emprendimiento ha tenido cuatro etapas, y cada una de ellas ha hecho importantes aportes para el desarrollo de este campo, dichas etapas se pueden definir de la siguiente forma, la primera se desarrolla durante el intento de darle una definición teórica y asociarlo con las otras disciplinas económicas, la segunda etapa consistió en la creación por parte de la Universidad de Harvard Research Center In Entrepreneurial History la creación de este centro permitió la interacción de varias disciplinas como la historia, la sociología y la economía, la tercera etapa en el desarrollo del emprendimiento es quizás en la que más avance se puede observar y la que el campo del emprendimiento empieza a hacerse notar en el mundo económico, es en esta etapa donde se crean grupos multidisciplinarios dedicados a estudiar el fenómeno. Después de los múltiples estudios realizados en la tercera etapa se consolida la cuarta, donde el campo de estudio empieza a tener autonomía, y por lo tanto se empiezan a generar metodologías para la problemática que el emprendimiento presenta.
Otros estudios como el de Geoffrey Jones[7] quien en su ensayo llamado “Empresarismo e Historia de los Negocios: Renovando la Agenda Investigativa”[8] asegura que llego el momento, de explorar nuevas aplicaciones y nuevos horizontes de investigación, de trabajar en la construcción de nuevas y fuertes raíces relacionando las investigaciones existentes con una nueva visión, que consiste en analizar el comportamiento
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