America y los viajes ultramarinos

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Pero en ese proceso quien salió afectado fue el territorio americano. Sus habitantes pagaron un precio altísimos aun sin hacer nada en contra de los primeros europeos que arribaron a tierras americanas, los españoles utilizando como mano de obra barata, eficiente y servil a los aborígenes, provocando así la desaparición de muchos de ellos, a causa de diferentes enfermedades transmitidas por los europeos, así como trabajos forzados y las matanzas de aquellos intentaban resistirse, ya fuera al trabajo forzoso, reconocer la religión cristiana o renunciar a su acostumbrada libertad por la corona española.

Es difícil de creer como aun, hasta la población aborigen existente en América fue repartida entre los españoles que había participado en la “conquista” encomendándola a su cuidado con el fin de evangelizarlos y darles un sustento a cambio de su trabajo. Cosa que fue totalmente ignorada por los españoles encomenderos, ya que la única parte que cumplían era la del trabajo.

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El crecimiento económico y comercial de Europa, y junto a ello por desgracia la destrucción de la cultura aborigen americana, fueron las consecuencias de la conquista, o podemos llamarle hoy; allanamiento europeo en América. Nuevos productos entraron a los mercados europeos, como ser: maíz, papa, cacao y tabaco. Algunas de las tierras americanas siendo ricas en metales preciosos como el oro y plata estímulo a los españoles a llevar a cabo un apoderamiento de los nuevos tesoros minerales y también agrícolas, apoderamiento que fue desmedido y mortal para los aborígenes. Y no solo a los españoles hicieron esto pues también muchas naciones europeas se vieron atraídas por esas riquezas, riquezas que pronto fueron agotadas.

La rivalidad entre las diferente naciones por apoderarse de las tierras para extraer sus riquezas provoco fuertes luchas, no se pensaba ni de broma en una colaboración en donde se diera un beneficio común, lo que se daba era la ley del más fuerte, no importaba si el crecimiento de un pueblo significaba la extinción de otro.