Bolívar somos todos

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Primero emancipó a sus propios esclavos al inicio de la revolución, luego insistió constantemente en la abolición de la esclavitud, a través de sus mensajes, decretos, y acciones legislativas, no solo para ganarse el apoyo de este sector de la población sino por verdadera convicción.

Puede afirmarse que Bolívar fue un auténtico pedagogo, no propiamente en el sentido profesional, sino en el fundamento de los principios filosóficos u sociales de la policía educacional más conveniente a la idiosincrasia de los pueblos por él libertados, y en su preocupación, como estadista, por los múltiples detalles de los aspectos culturales y del mismo proceso metodológico de la enseñanzas en los diversos niveles y ramas. En cada uno de estos campos, Bolívar emitió ideas luminosas y fijó rumbos, cuya inmediata aplicación hubiese ido suficiente para el desarrollo socioeconómico y cultural de los pueblos de América, si las circunstancias adversas de la incomprensión y de los divisionismos no hubieran dado al traste con su grandiosa concepción de la educación

Se considera que el libertador se adelantó en más de cien años a las ideas que sobre educación tenían sus contemporáneos en América latina, con visión futurista, percibió la necesidad de que los países en fase de desarrollo, presentaran fundamentalmente atención a la formación de técnicos y peritos para su desarrollo industrial. La educación es fundamental para poder ser libres en sentido bolivariano.

Para finalizar, se podría decir que para este Simón Bolívar, cuyo pensamiento se ha estudiado y analizado; el mismo que nació en medio de la aristocracia y la riqueza, que se formó en la placidez y la comodidad, hubiese sido más fácil continuar su vida sentado frente a un escritorio, redactando frases grandilocuentes para un pueblo esclavizado. Pero no, este hombre cambio su fortuna por el infortunio; la vida cómoda y fácil por las penalidades de la guerra, las derrotas y también las grandes victorias. Al final de su carrera militar y política, fue víctima de sus persecuciones y la muere en el abandono y miseria.

Ahora gracias al conocimiento que nos aportó la película “Bolívar soy yo” sabemos de este hombre que actúa y piensa en grande, muy por encima de sus contemporáneos. Habla y escribe con claridad. Como los más celebres conductores de pueblos, es un excelente orador. Posee el don de los escritorios clásicos, y él mismo es un escritor espontaneo, de pros clara y vigorosa. Muchos de sus discursos se consideran modelos literarios. En sus escritos se encuentran muchísimos conceptos que, por lógicos y sabios, mantienen su permanente función orientadora.

Las grandes ideas no mueren con quienes las han concebido y expresado; y si son como las de Bolívar, brillantes y constructivas, no pueden menos que fructificar.

Como todos los mortales Bolívar comete errores, equivocaciones o pecados muy humanos, pero nunca intencionalmente. Así lo expreso un día: “Mi conciencia no ha participado nunca del error voluntario o de la malicia, aunque haya obrado mal y sin acierto”.

Más que saber sobre bolívar también hemos aprendido muchas lecciones, pero no hemos querido apreciar las esenciales. Si pusiéramos en práctica sus ideas, o si al menos tratáramos de imitar su conducta, qué felices serian nuestros pueblos. La historia nos ha demostrado y nos demuestra insistentemente que las crisis económicas, sociales, políticas y culturales que nos afectan se deben en gran parte a no querer aceptar el mensaje de nuestro libertador.

Sobre su vida y acción pública, Bolívar previó al juicio sereno, desapasionado de la historia y se adelantó a su veredicto cuando afirmó: “La humanidad me hará justicia y esta esperanza es cuanto poseo para mi felicidad”

Ahora nuestro punto de vista a cerca de bolívar es mucho más profundo a solo el libertador, ahora sabemos qué clase de persona era y que quería para todos nosotros como población de Venezuela.

Simón Bolívar era un patriota muy dedicado quien soñó con una Latinoamérica unida. Fue honrado con el título de "Libertador" por su participación en las guerras de la independencia.

Aunque su visión quedó sin florecer, su sacrificio personal contribuyó al nacimiento de muchas de las orgullosas repúblicas latinoamericanas que existen hoy. Nuestra misión es preservar la visión de Simón Bolívar. Muchos todavía creemos en su sueño y esperamos algún día realizarlo.