CAMPOS DE CONCENTRACIÓN Y DE EXTERMINIO EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: LA SOLUCIÓN FINAL
Enviado por Rimma • 16 de Enero de 2018 • 2.554 Palabras (11 Páginas) • 471 Visitas
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El Zyklon – B era un gas barato y fácil de elaborar, además de un eficaz pesticida para despiojar a los presos. Fue por varios motivos por los que los nazis decidieron su utilización, destacando su elaboración sencilla y barata para evitar sospechas entre los servicios secretos enemigos.
Tras la tortura mortal en las cámaras de gas, las víctimas eran llevadas a los hornos crematorios, los cuales podemos observar en la fotografía de la izquierda que estamos comentando en esta práctica. Los crematorios eran el proceso final de exterminio de Hitler, y eran los propios presos los encargados de transportar los cadáveres desde las salas de gas hasta los mismos, para ser reducidos a cenizas. En ellos, y con una capacidad que podía reducir a cenizas hasta a tres víctimas a la vez, se utilizaba la grasa de las víctimas como combustible.
Como conclusión final, el empleo de las cámaras de gas y del Zyklon – B refuerza los ideales nazis de cometer crímenes a gran escala mundial e industrial, experimentando con las víctimas y buscando la eficiencia absoluta en ello. Tanto las cámaras de gas, los hornos crematorios, y el resto de innumerables experimentos y torturas realizados a los presos, fueron terribles formas de aniquilación masiva que se escapan del raciocinio de cualquier ser humano.
Comentario texto:
"Recuerdo que apenas llegué a Auschwitz-Birkenau me separaron de mi madre y de mis dos hermanas. Estoy seguro que ya en el Theresienstadt, mi madre sabía dónde nos iban a llevar, pues siendo ella modista, nos vistió con ropa nueva que ella misma había cosido". (...) Ya en el primer día, siendo pequeño tuve que aprender mi nuevo nombre A-2459, mi nuevo domicilio: el número de la barraca en que me encontraba; todo en un idioma que para mí era completamente desconocido. Recuerdo que debía cuidar el pedazo de pan que recibía de desayuno, recuerdo que a veces me castigaban y que los niños más grandes se encargaban de cuidar que no me quedara sin pedazo de pan. Recuerdo que tomaba una sopa líquida de repollo, también recuerdo que siempre tenía hambre y lloraba mucho. (…) Nueve meses permanecí en Auschwitz, hasta que llegó el día de nuestra liberación. (…) Con los años me casé y tuve tres hermosos hijos. Vivo en Israel. Mi salud es pobre. Siento un nerviosismo constante que me dificulta comer, o relajarme. Tengo muchas úlceras. Tengo una ceguera en el ojo del lado donde me aplicaban las inyecciones, siendo joven perdí toda mi dentadura y vivo permanentemente buscando a mi hermana melliza. Recuerdo haberla visto a través del alambrado de púa antes de la liberación. Su número tatuado en su brazo es el A-4931".
El último elemento a analizar es un texto histórico de carácter subjetivo. Se trata de un testimonio personal de un superviviente de Auschwitz, redactado por el propio superviviente y el cual podemos encontrar por diferentes páginas cibernéticas que agrupan esta serie de memorias y testimonios personales de supervivientes del holocausto nazi.
El autor es Peter Josef Greenfeld – Klineman, de unos 65 años de edad, un superviviente del campo de Auschwitz que vivió los terribles experimentos del médico alemán Yosef Mengele, conocido como el “Ángel de la Muerte”.
Cronológicamente, este testimonio de Peter se enmarca en la Segunda Guerra Mundial, en la llegada desde el campo de concentración de Theresienstadt, en Checoslovaquia, hasta el campo de exterminio de Auschwitz, y va rememorando sus sentimientos y recuerdos desde que llega, con apenas cuatro años de edad, hasta que es liberado.
En el texto podemos apreciar dos partes diferenciadas: la primera, en la que el protagonista llega al campo de Auschwitz y comienza para él la pesadilla de ser un preso hambriento y “niño experimento” del doctor Mengele, y una segunda parte en la que, ya liberado, nos ofrece una penosa situación de estado de salud y de sus lamentables condiciones físicas y mentales en las que se encuentra a consecuencia de todo lo vivido.
Peter Josef Greenfeld – Klineman fue uno de los conejillos de indias del doctor Mengele, quien encabezó múltiples investigaciones genéticas en Auschwitz con el fin de perfeccionar la raza y comprender los defectos genéticos. Mengele realizó innumerables y espeluznantes experimentos, como torturas médicas, inyecciones virales a humanos, amputaciones, esterilizaciones, mutilaciones y un sinfín de atrocidades “médicas”. Sus principales objetivos eran los gemelos, y por ello escogió al autor del texto para sus diabólicos experimentos, el cual llegó al campo de Auschwitz junto a su hermana melliza Martha, la cual nombra en el texto y a la que actualmente sigue buscando.
En el inicio del texto, el autor hace alusión a su llegada a este campo de exterminio y el momento en que es separado de su madre y hermana. Como ya he comentado en el anterior comentario de la imagen, esto era lo primero que las fuerzas de SS hacían en cuanto el convoy llegaba a la terminal. Eran despojados de sus pertenencias, se les rapaba el cabello y se les marcaba en el brazo un número de identificación, que sería, a partir de ese momento, su “nuevo nombre”: A – 2459 fue el número que se le asignó al protagonista de este testimonio.
Las barracas eran las pésimas “viviendas” que se agolpaban alrededor del campo de concentración, entre alambradas y vallas de espinas. En cada barracón se agolpaban incontables personas, agolpadas y en pésimas condiciones higiénicas.
En la segunda parte del texto, el autor hace referencia a la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, el cual se realizó el 27 de enero de 1945, cuando las tropas soviéticas llegaron a este campo. Y Peter finaliza su testimonio recordando las secuelas que los experimentos del doctor Mengele dejaron en él, y haciendo alusión a su lucha y esperanza diaria de poder encontrar a su hermana melliza, algo que llama la atención al hacer referencia al número que le tatuaron, y no a su nombre propio.
Como conclusión, matizar que el texto nos ofrece una ligera visión de un sufrimiento y crueldad indescriptible, y cómo se llega a ser un superviviente sin dejar de ser una víctima.
Conclusión común de los tres documentos
Los tres elementos guardan una relación muy clara entre ellos, pues los tres documentos se sitúan dentro del Holocausto nazi, de la Solución Final llevada a cabo por las tropas del partido del canciller de Alemania Adolf Hitler, durante la Segunda Guerra Mundial que se desarrolló entre 1939 y 1945.
Como antecedentes a estos hechos, creo interesante nombrar dos acontecimientos
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