CRECIMIENTO ECONÓMICO EN COLOMBIA Y EN EL HUILA
Enviado por klimbo3445 • 24 de Diciembre de 2018 • 4.316 Palabras (18 Páginas) • 381 Visitas
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En tanto, la inflación en 2015 se situó en 6,77%, la variación más alta de los últimos siete años, superior en 311 puntos básicos (pb) a la del año anterior y en 277 pb al límite superior del rango meta establecido por la autoridad monetaria (entre 2% y 4%). Los grupos de bienes que más presionaron el alza fueron alimentos, en particular los perecederos por el fenómeno de El Niño, y los transables cuyos precios se afectan por las fluctuaciones de la tasa de cambio. Igualmente, los indicadores de inflación básica continuaron con tendencia ascendente, especialmente el índice de precios al consumidor (IPC) sin alimentos perecederos, combustibles ni servicios públicos. Cabe señalar, que el resultado del país se ubicó dentro los más altos de Suramérica después de Argentina, Uruguay y Brasil, superado igualmente por Venezuela, país que por factores estructurales cerró el año con la mayor inflación en el contexto mundial. Respecto al mercado laboral, el desempleo en Colombia alcanzó para 2015 niveles similares a los observados en los dos años anteriores. De acuerdo con la información de la Gran encuesta integrada de hogares (GEIH) del DANE, en el trimestre móvil octubre diciembre de 2015 la tasa nacional fue de 8,0% y la del agregado de 13 áreas metropolitanas, 8,9%. En línea con lo anterior, la diferencia entre el aumento anual de la demanda laboral y la oferta fue mínima. Comparado con la cifra preliminar de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) para la región, la variación en Colombia continuó siendo mayor y estuvo entre las más altas de esta parte del continente; de hecho superó la de todos los países suramericanos. En la calidad del empleo se presentó retroceso, al perder dinamismo con relación a los años anteriores. El ritmo anual de crecimiento del empleo asalariado fue el más bajo desde 2010, y el del empleo formal desde 2011. Al considerar las ramas de actividad económica que agruparon el mayor número de ocupados, la mejor evolución en generación de empleo se identificó en agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler; servicios comunales, sociales y personales, y comercio, hoteles y restaurantes. Por el contrario, fue evidente el deterioro en transporte, almacenamiento y comunicaciones; construcción e industria manufacturera. Con todo lo anterior, luego de mantener 13 meses inalterada la tasa de intervención en 4,50%, la autoridad monetaria en cuatro sesiones realizadas entre finales de septiembre y diciembre de 2015, la incrementó 125 pb para cerrar el año en 5,75%. Según se desprende de las minutas de las reuniones, el endurecimiento de la política monetaria obedeció a varios factores: i) la presencia de choques de oferta en los alimentos por el impacto del fenómeno de El Niño y la depreciación del peso, ii) el desanclaje de las expectativas de inflación ante estos choques, iii) la persistencia del alza en todos los indicadores relevantes de inflación y iv) el dinamismo de la demanda interna. En cuanto a la evolución de los agregados monetarios, la base monetaria registró el crecimiento más alto en los últimos diez años (17,7%), y sus principales fuentes de expansión fueron la disminución de los depósitos remunerados de control monetario y el menor saldo de los depósitos remunerados de la Dirección General de Crédito Público y Tesoro Nacional.
Por su parte, la oferta monetaria ampliada (M3) tuvo un aumento moderado al pasar de 9,6% en 2014 a 11,5% en 2015, explicado esencialmente por la dinámica de los cuasidineros y el efectivo. De otro lado, la cartera en moneda nacional (ajustada)4 del sistema financiero exhibió un incremento anual nominal de 14,3%, superando en 90 pb y 60 pb los de 2014 y 2013, respectivamente. Por segmentos, el desempeño más alto se observó en el crédito comercial (15,3%), en tanto que el de consumo mantuvo variaciones anuales análogas a las de los dos años anteriores (12,3%). La cartera hipotecaria, que mostró el mejor comportamiento en 2013 y 2014, pasó de un aumento de 17,9% en 2014 a 14,5% en 2015. Cabe anotar, que por efecto de la mayor inflación en 2015, la dinámica anual de los créditos en todas sus categorías se desaceleró. Por su parte, en las tasas de interés del mercado crediticio, al comparar los niveles al cierre de cada año, se observaron aumentos tanto en las operaciones pasivas como en las activas, donde fue leve el de la cartera hipotecaria. Ahora bien, coincidiendo con los ajustes hacia arriba de las tasas de política, a partir de octubre el movimiento ascendente se hizo más fuerte. Sobre el mercado de los títulos de deuda pública (TES), los efectos fiscales negativos por la caída en los precios del petróleo, el aumento en la prima de riesgo internacional y la aceleración de la inflación, repercutió en mayores tasas en sus diferentes estructuras de plazos. En el plano externo, en un escenario de bajo crecimiento global y la persistencia de los nuevos fundamentos subyacentes, evidenciados principalmente a partir del segundo semestre de 2014, el país mostró sendos déficit corrientes y comerciales. Los términos de intercambio siguieron cayendo, consecuencia de la tendencia contractiva en las cotizaciones de los productos energéticos y básicos, como resultado de una mayor oferta y menor demanda mundial, especialmente por la desaceleración de la economía China. En línea con lo anterior, los principales socios comerciales, especialmente los latinoamericanos, tuvieron un débil desempeño económico en 2015. De otro lado la prima de riesgo aumentó y se profundizó la depreciación del peso. Con todo, decreció el intercambio comercial, los egresos derivados de la balanza de servicios se redujeron, vía menores pagos de dividendos y utilidades de las empresas que invierten en Colombia, y de aquellos rubros dependientes de la evolución de la tasa de cambio (como los viajes). Igualmente, se redujo la inversión extranjera directa y de portafolio, y se aceleraron los pagos del endeudamiento privado. Es así como la cuenta corriente cerró el 2015 con un déficit de US$18.925 millones (m), menor en US$668 m al presentado un año atrás. El saldo fue el resultado de una balanza deficitaria de bienes y servicios por US$18.007 m, un saldo negativo de la renta factorial de US$5.989 m, e ingresos netos por transferencias de US$5.071 m.
En lo que concierne a la cuenta comercial, de un lado, las exportaciones se contrajeron anualmente 34,9%, con caídas en las mineras (-46,9%), explicada por las menores transacciones de petróleo (-50,3%) y carbón (-33,8%); las industriales lo hicieron en 18,4%, donde renglones como productos alimenticios y bebidas, químicos, metalúrgicos y refinación de petróleo fueron los de mayor contribución a la caída. Las ventas externas de productos agropecuarios
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