Chile en la encrucijada: la campaña del terror – Marcelo Casals.

...

En 1938, fue otro momento conflictivo en la política, ya que veían a Pedro Aguirre Cerda con rasgos comunistas. En 1940, Sergio Fernández redactó una ley que prohibía la existencia de organizaciones que atentasen contra el orden social y político, fue aprobado en el Senado, pero Pedro Aguirre Cerda lo vetó.

La ilegalidad del Partido Comunista no tardaría en llegar, ya que en 1946 sale electo Gabriel González Videla que en 1948 crea la Ley de Defensa Permanente de la Democracia.

Chile en la encrucijada

El anticomunismo no fue solo la oposición al comunismo, sino que también la afirmación de valores, realidades y prácticas establecidas que se defienden de una amenaza asumida como inmediata y catastrófica. Elementos como la defensa de la familia, la religión, la nación, la democracia y la justicia eran recurrente en las propagandas electorales que salían en, por ejemplo, revistas chilenas como “el Foro de la Libertad del Trabajo” -hasta el momento no es posible determinar que esta fue financiada o dirigida por los organismos de la inteligencia norteamericana.

En las propagandas se buscaba la defensa de la libertad de trabajo de la propiedad y del desarrollo económico evolutivos, en este sentido, iba de la mano con la defensa de la familia como valor social fundamental y la continuidad de sus prácticas cotidianas, con esto también estaba la consolidación y diferenciación de los roles femeninos y masculinos -esto no significaba estar en contra de los derechos femeninos-. Se planteaba la frase “Democracia o marxismo”.

La campaña anticomunista presentaba al marxismo como un atentado directo al derecho de la juventud de desarrollarse y progresar en libertar y democracia, en general era caracterizado como la antítesis de todo progreso humano ya que, al contrario de lo que señala su retórica, no sería más que esclavitud, alienación, engaño, injusticia y miseria.

Palabras finales

Uno de los aspectos más polémicos de la campaña del terror fue la intervención norteamericana reconocida y detallada por el mismo Senado de los Estados Unidos a mediados de los setenta y a medida que iban desclasificando archivos de inteligencia -por los años noventa-. Sin embargo, no hay que desconocer la autonomía de los actores locales y sobredimensionar la capacidad de influencia y control de las potencias extranjeras, ya que actores locales empezaron a difundir estas ideas antes de la intervención norteamericana.

Lo determinante de todo esto es el lenguaje que alcanzó el conflicto político. Lo local hace referencias a políticas globales para generar un mensaje propagandístico de gran efectividad, recatando por un lado los valores de sensibilidad conservadora que pretende defender, representados como prácticas profundamente enraizadas en la esencia misma de la nacionalidad y, por otro load, haciendo propio el conflicto bipolar del mundo de Guerra Fría.