Como se da el Analisis de la invasion en Guatemala
Enviado por Stella • 2 de Noviembre de 2018 • 3.745 Palabras (15 Páginas) • 452 Visitas
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Finalmente Estados Unidos logra su objetivo e invade Guatemala, el 18 de junio de 1954. Según Baptista, “Árbenz lucharía por su supervivencia política de dos formas: internamnete movilizaría a su ejército contra las tropas invasoras, externamente buscaría el apoyo para aplicar sanciones internacional contra lo que consideraba como un acto” (Baptista Junior, 2013, pág. 115). Árbenz sabía que detrás del pequeño grupo, liderado por el militar Carlos Castillo Armas (quien luego quedaría a cargo del gobierno) estaba apoyado por Estados Unidos, por lo que su posibilidad de no ser derrotado residía en lograr que la invasión fuera condenada por la opinión pública internacional. Árbenz y Toriello buscan ayuda en la ONU y en la OEA. Estados Unidos y Brasil (que era uno de sus principales aliados) no querían que el tema se tratara en la ONU, porque la URSS podría intervenir en las negociaciones. Brasil y Colombia, que se encontraban en el Consejo de Seguridad de la ONU en ese momento, proponen que el tema se trate en la OEA.
Cuando en la ONU se vota sobre sí atender o no a la queja de Guatemala, se logra que sea rechazada, ejerciéndose cierta coacción sobre Francia e Inglaterra, que se abstienen, quedando el tema a discusión de la OEA. Por otro lado, en Guatemala, Árbenz envía tropas para sofocar al ejército de Castillo Armas, pero estas se rebelan, resistiéndose a entrar en combate, y representantes de las Fuerzas Armadas se reúnen con el embajador norteamericano para entablar un diálogo. El 27 de junio, Árbenz renuncia, asumiendo el gobierno una junta militar.
El texto del Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay, hace referencia a la injusticia sufrida por parte del gobierno de Guatemala, que como se expuso, legítimamente pidió asistencia ante la situación que estaba viviendo, solicitando que el tema fuera tratado por el Consejo de Seguridad de la ONU, puesto que se trataba de una violación contra uno de los principios fundamentales e la comunidad internacional: el principio de no intervención.
En el momento de votarse, como surge del artículo de Ahumada (Ahumada Forigua, 2013, pág. 70), estaban en el Consejo de Seguridad, además de los miembros permanentes, Nueva Zelanda, Líbano, Dinamarca, Brasil y Colombia. Se discutía si quien tenía la autoridad para resolver el asunto era la ONU o la OEA.
La propuesta brasilera, de que el tema no fuera discutido y se dejara en manos de la OEA, fue aprobada por Brasil, Turquía, China, Estados Unidos y Colombia. Por su parte, la URSS, Dinamarca, Líbano y Nueva Zelanda votaron en contra. Las abstenciones por parte de Francia e Inglaterra, que se habían mostrado en favor de Guatemala, se debieron a que vieron amenazadas sus colonias, ya que como surge de una conversación entre Dulles y Cabot Lodge (representante norteamericano y presidente del Consejo de Seguridad de la ONU), si votaban en contra de los intereses norteamericanos, Estados Unidos podría posteriormente cuestionar sus colonias en África y Asia (Baptista Junior, 2013, págs. 118-119). Brasil, se encontraba en ese momento fuertemente aliado a Estados Unidos, con un gobierno dictatorial, a cargo de Getulio Vargas. Para su gobierno, “la caída del gobierno de Árbenz aseguraba la pacificación del país y el fin de la amenaza de control del comunismo internacional” (Baptista Junior, 2013, pág. 123)
Colombia por su parte declaró que nombrar una nueva comisión para resolver el problema, constituiría una desautorización de la OEA y podría permitir la intervención soviética en cuestiones americanas.
Se ve en estos hechos, un claro aislamiento diplomático de Guatemala, cuya denuncia fue negada, alegándose que la ONU no era el lugar propicio para tratar el tema, aunque detrás de eso se escondiera un conocimiento general de que era un agresión que violaba el principio de no intervención y que por lo tanto tendría que haber sido atendida. Era, como dice el documento “Caso Guatemala a la Luz del Derecho Internacional Público”, una agresión internacional, y la protesta la llevaba a cabo un gobierno legítimo y reconocido.
La explicación de que este hecho, se halla en el contexto en que se dio. Los intereses de una gran potencia, Estados Unidos se veían afectados y contaba con el apoyo de los países latinoamericanos que en ese momento eran miembros del Consejo de Seguridad, por sus relaciones de alianza con él, debidas sobre todo a los regímenes dictatoriales. En el caso de Colombia, afirma Ahumada que “La diplomacia colombiana tenía la expectativa de que su cooperación política incidiera en las condiciones en que sus productos de exportación se colocaban en el mercado de ese país, de manera que supeditó principios caros y la misma funcionalidad del sistema interamericano a este propósito”. (Ahumada Forigua, 2013, pág. 76)
Además, el caso se da en un contexto internacional de colonialismo y de respeto por las posiciones coloniales de las otras potencias, que fue el motivo de abstención de Francia e Inglaterra. El hecho de que se haya delegado el tema a la OEA, era dar por perdido el caso de Guatemala, porque quien estaba detrás de las decisiones en este organismo, era Estados Unidos, a través de diferentes mecanismos. Es un claro ejemplo de cómo el sistema internacional y los principios fundamentales de la comunidad internacional se ponen en segundo lugar, detrás de los intereses políticos de las potencias.
La toma de decisiones de la cancillería uruguaya
Habiendo repasado entonces el devenir de los hechos en el país centroamericano, cabe destacar el hecho de que tales acontecimientos tuvieron impactos en toda la región. Lo cierto es, que a la vista de lo que estaba pasando, cada país se veía ante la imperiosa necesidad de tomar decisiones, o por lo menos una importante, que implicaba hacer público como se había procesado tales acontecimientos en su país, a través de sus representantes diplomáticos.
Antes de comenzar a explorar lo que sucedía en nuestro país y como nuestra cancillería lo procesaba, es importante recordar que la situación de Guatemala no se veía para nada ajena a lo que sucedía en el resto de los países de la región, quienes miraban con buenos ojos el coraje del pequeño país que emprendió el camino que para sus líderes significaba liberar, o por lo menos en la medida que pudieran, al país de los capitales que provenían del norte.
Es justamente a esto, a lo que se enfrentaba nuestro país en el momento, ante la necesidad de encontrar un equilibrio entre el mantener las relaciones diplomáticas con EEUU o apoyar la revolución capitalista que estaba llevando adelante Guatemala. Dicho tema estaba entonces en
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