Concepción de vida para el Germano frente al Romano
Enviado por tolero • 8 de Enero de 2019 • 2.962 Palabras (12 Páginas) • 377 Visitas
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Frente al colapso que vivía roma por su profunda crisis, empiezan los habitantes a trasladarse al campo, de cierta manera replicando un poco la vida germana en comunidad y tribus.
Las comunidades que migran al territorio rural, poseen una cultura de oralidad donde desarrollan poemas épicos, esenciales para la preservación de su cultura.
Las aldeas de las comunidades generadas en el ámbito rural aprecian el bosque no como propiedad de ellos, sino que consideran que son parte del bosque, por lo que se respeta mucho la naturaleza. Estos son elementos paganos que luego se fusionan con la cultura romana escrita, por lo que se mezcla una cultura oral ligada a la naturaleza y una cultura escrita ligada al cristianismo.
La aldea es un modelo de vida distinto a la ciudad, se respeta lo que el mundo entrega, son los germanos la gente que trae la nueva cultura de la naturaleza.
Reiteramos, la espontaneidad de casi todos los aspectos de la vida germana, se traspasan algunos a Roma y se mezclan ambas culturas, por lo que se forma un sincretismo cultural.
El choque cultural de estos dos grupos producirá la romanización del derecho germánico, es decir la excesiva escritura frente a la oralidad, intentando regular la vida de las personas, a diferencia del concepto de vida inicial germano, el cual mantenía ciertas costumbres a través de una oralidad.
Pero a través de las experiencias de vida, el humano iba a generando aprendizaje que iría moldeando una vida autónoma, pero manteniendo ciertas costumbres, lo que se rompería con la romanización del derecho, ya que al mantener un derecho escrito, todos los habitantes deben seguir “una misma línea” y comienzan a generarse conflictos, ya que la tolerancia a la diversidad que se presentaba en un comienzo se ve rota y se tiene que seguir un solo modelo.
Los pueblos germánicos eran itinerantes, eran pobladores del mundo y no de un territorio. Esto pudo haber sido así, porque sabían de la riqueza de la vida y su diversidad, además de que poseían una religión pagana muy ligada a la naturaleza, por lo que mezclado con la libertad y la autonomía que presentaban, mantuvieron una mentalidad abierta al mundo, con ansias de recorrer, conocer, aprender, etc de las mismas experiencias de vida.
Según Engels, los germanos poseen propiedad común y es en el choque cultural con el pueblo romano que se diferencia lo público de lo privado.
Para el germano no se necesitó llegar a un desarrollo urbano para alcanzar la plenitud, es por eso que ingresaron este sistema de vida aldeano a Roma, en el cual el bosque es una reserva de vida.
Para los romanos que eran cristianos, esta devoción por la naturaleza era pagana, pero de a poco los elementos de estas dos culturas se sincretizan y producen un cristianismo que se paganiza, donde se incluirán imágenes de adoración y donde se destaca la vida comunitaria esencial para los paganos germánicos.
Poseían una concepción un tanto marxista y anarquista sobre la vida ya que en el caso anarquista vivían de la espontaneidad, de la vivencia en el día a día, de la horizontalidad a pesar de que hubiera esclavos eran integrados. La vida en comunidad se destaca donde se busca un objetivo común, la única jerarquía sería la elección del rey, pero es otra concepción de rey diferente a la que hoy tenemos ya que este rey era un libertador y hoy podría ser visto como un revolucionario que guíe al pueblo en su proceso a la libertad, lo anterior sería una visión un poco más marxista.
Vemos los aportes que hacen las culturas entre sí. La romanización de lo germánico se perpetúa con el código de Eurico (450 d.c aprox). Un artículo por ejemplo dice lo siguiente:” Se le otorgarán dos tercios de suelo a los godos, pueblo germánico, roma mantendrá sólo un tercio”.
El imperio también se ve beneficiado económicamente con la llegada de los germanos, situación que pudo sostenerse según el intelectual Georges Duby que plantea que “con la llegada de los germanos el imperio ve impulsada la economía”.
Sin desmedro de esto, nuestra afirmación principal es que no es necesario tener leyes escritas para alcanzar un desarrollo cultural, como sucedió con los pueblos germanos, que ayudaron finalmente a que Roma perdurara por un tiempo más, a pesar de su inevitable caída después.
Los germanos poseían una cultura muy nutrida y cargada de su característica principal: la oralidad.
Ponemos énfasis en que las relaciones de las personas se desarrollaban a través de costumbres y tradiciones que en el siglo XIX lo ratifica Kropotkin aunque nos parezca difícil de creer es posible una vida que se lleve a cabo a través de las relaciones humanas:
“Cuando el hombre no vive en un estado solitario, desarrolla hábitos y sentimientos que son útiles a la preservación de la sociedad y la propagación de la especie. Sin sentimiento y usos sociales, habría sido del todo imposible la vida en común. No fue la ley quien los estableció; son anteriores a toda ley. Ni los ordenó tampoco la religión; son anteriores a toda religión. Se hallan entre todos los animales que viven en sociedad. Se desarrollan espontáneamente por la propia naturaleza de las cosas, como esos hábitos de los animales que los hombres llaman instinto. Surgen de un proceso de evolución, útil, necesario para mantener integrada la sociedad en la lucha que se ve obligada a sostener por la vida”. (Piotr Kropotkin. (1886). La ley y la autoridad. Inglaterra: Colecciones clásicos.)
Volviendo a la coyuntura germana de la epoco podemos observar como C. Cornelio Tácito realiza un trabajo de carácter etnográfico en el cual relata en un diálogo ciertas características de los germanos que es muy importante destacar como por ejemplo sus ansias por querer vivir, por conocer y recorrer el mundo contrastando con la corrompida sociedad en Roma donde la gente estaba sumida en los vicios y placeres.
Este es una fuente esencial para nuestro estudio ya que pocas veces se cuenta la otra pa
“Yo me Inclinaría a creer que los germanos tienen su origen en en la misma tierra, y que no están mezclados con la venida y hospedaje de otras gentes, porque los que antiguamente querían mudar de habitación, las buscaban por mar y no por tierra...” (C. Cornelio Tácito. (1919). La Germania y Diálogo de los oradores. Madrid-Barcelona: Colección Universal.)
El autor de estas palabras si bien no pudo recopilar muchos datos acerca de los germanos , tuvo una especial relación con algunos que venían de la parte
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