Tarabajo de investigacion. ¿Qué actitudes se producen en alumnos de la Facultad de Psicología de 18 a 25 años frente a parejas homosexuales en diferentes aspectos de la vida cotidiana?
Enviado por tolero • 9 de Abril de 2018 • 10.940 Palabras (44 Páginas) • 570 Visitas
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En esta investigación se realiza en recorrido histórico sobre la homosexualidad para ir entendiendo que se va a hablar en la misma. Se habla desde su surgimiento hasta la concepción judeocristiana que se maneja en el lugar donde va a ser aplicada. Parten de la concepción de varios autores que consideran que se vive en una sociedad altamente prejuiciosa y homofóbica.
Se entiende que en el país de origen se estaba viendo las respectivas luchas por la unión legal de las parejas homosexuales y la libre adopción de niños. Nombrando que en Venezuela se puede encontrar una población de 7 millones de personas con una diferente orientación sexual aproximadamente.
Se explica cómo a pesar de que la asistencia psicológica se enmarca dentro del Humanismo y promulga la aceptación del otro como uno de sus grandes estandartes, el asesor psicológico en formación (tanto como el resto de los psicólogos) no escapa del sistema de creencias de la sociedad en la que se encuentra inserto. Dichas creencias pueden no ponerse en evidencia de forma explícita o verbalizarse, pero sí influir en el proceso psicoterapéutico.
Los resultados de esta investigación indican que los respectivos estudiantes presentan una actitud neutral hacia la homosexualidad mostrando diferencias estadísticamente significativas de género.
• Adaptación y validación de la escala Likert de actitudes de heterosexuales hacia homosexuales (HATH) en una muestra de estudiantes universitarios chilenos. Por Jaime Eduardo Barrientos Delgado, doctor en psicología social. Escuela de Psicología. Universidad Católica del Norte. Antofagasta, Chile.
Esta investigación también se especializa en estudiantes universitarios, especialmente en estudiantes de la licenciatura en economía y estudiantes de psicología.
Se explica cómo en Chile el tema de los derechos de los homosexuales está instalado en la agenda social. Y como, más allá de esto, los estereotipos, el prejuicio y la discriminación hacia las minorías sexuales no han experimentado mayores alteraciones.
El objetivo del estudio en que este artículo se basa fue determinar si la escala de actitudes es un instrumento adecuado para medir las actitudes negativas hacia homosexuales en Chile y examinar la asociación entre estas actitudes y variables demográficas, psicológicas y sociales.
En la misma se puede apreciar la conclusión de que los análisis de confiabilidad y los indicadores de validez indican que el instrumento es una herramienta fiable y consistente para detectar actitudes negativas hacia homosexuales. De ese instrumento se pretende hacer una adaptación para emplear como instrumento propio.
MARCO CONCEPTUAL
I: SEXUALIDAD
La sexualidad es el conjunto de las condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológicas que caracterizan a cada sexo. El término también hace referencia al apetito sexual (como una propensión al placer carnal) y al conjunto de los fenómenos emocionales y conductuales vinculados al sexo.
En la antigüedad, se consideraba que la sexualidad de los seres humanos y de los animales era instintiva. Los comportamientos sexuales, por lo tanto, estaban determinados biológicamente y todas aquellas prácticas que no estaban dirigidas a la procreación eran consideradas como antinaturales.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad humana abarca tanto las relaciones sexuales (el coito) como el erotismo, la intimidad y el placer. La sexualidad es experimentada y expresada a través de pensamientos, acciones, deseos y fantasías.
La heterosexualidad es la condición sexual que consiste en la atracción hacia las personas del sexo opuesto. Los hombres heterosexuales se sienten atraídos por las mujeres, y viceversa.
En la homosexualidad, en cambio, las relaciones se dan entre personas del mismo sexo. Existe, a su vez, otra variante, conocida por el nombre de bisexualidad, a la cual pertenecen aquellos individuos que se sienten atraídos por personas de ambos sexos.
Las falsas creencias y la información errónea nos impiden disfrutar libremente de nuestra sexualidad. Además, pueden fomentar actitudes discriminatorias frente a otras personas. [1]
Toda sociedad se encuentra atravesada y cohesionada por las significaciones sociales imaginarias, las cuales son “un entretejido de significaciones o sentido que penetran la vida de la sociedad y están encarnadas en las instituciones”. Éstas proceden de aquello que consideramos el imaginario social, el cuál instituye y domina a la sociedad.
Es un sistema de representaciones sociales que interpreta y tiende a esclarecer o legitimar las condiciones concretas de existencia de los seres humanos, en un tiempo histórico y en un orden social dado. “En tanto representaciones sociales, tienen también condiciones de producción económica, históricas y políticas. Se elaboran desde una concepción del hombre y desde un proyecto social. Por eso implican valores y normativas acerca de la subjetividad […] estas representaciones pierden su condición de conocimiento y se transforman en su opuesto cuando por intereses objetivos, tienden a realizar un “enmascaramiento” de la realidad. Así, la ideología hoy dominante, visión del mundo sustentada en las necesidades de un sector minoritario y hegemónico incurre en esa distorsión a través de mecanismos como: la universalización de lo particular […] y considerar como “propio del orden natural” lo que se origina en un sistema social”.[2]
Realizando una lectura del texto “Normalidad y Normalización” de E. Carpintero damos cuenta de que socialmente esta instituido el concepto de normalidad de una característica o conducta; “la normalidad se presenta como un modelo que se lo homologa a “naturalidad”. Lo normal se define en función del ideal que impone la cultura dominante al conjunto de la sociedad”. Los comportamientos considerados patológicos se definen como una contracara de las respuestas esperadas a las condiciones que se establecen como normales; la normalidad y la patología se constituyen como efecto de una complejidad de factores históricos, políticos y culturales. [3]
Foucault establece que la sexualidad llega a ser en el siglo XIX un campo de gran importancia, porque como comportamiento corpóreo depende de un control disciplinario, individualizante, llevado en forma de vigilancia permanente. El poder participa de la regulación de las poblaciones por todos los efectos globales que induce. Así se habla de un micropoder sobre el cuerpo.
El sexo es acceso a la vida del cuerpo
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