El Legado de la Conquista

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Se forman grandes capitales en el siglo diecisiete y llegan los Virreyes, con ambiciones de poder y riqueza. Se crean Audiencias, Cabildos, Capitanías, obispados, Arzobispados y Universidades. España consolido esta estructura de dominación, relegando a los hijos de conquistadores que estaban en el campo con su señorío, pero protestando contra la Autoridad. Además también llegan legalistas que complicaban la conquista y limitaban la acción de los caudillos.

Las nuevas personas que llegan que deben cumplir las leyes de las Indias; pero las rompen por sus intereses y dado que los cargos políticos fueron comprados por ellos mismos. La cesión de las tierras nuevas crea privilegios a los allegados a las autoridades y se distribuye también a quienes les pueden ser útiles a estos.

Llegan frailes y curas que rompen con las estructuras de los antiguos frailes y construyen iglesias para utilizarlas como mecanismo de control político. Las construcciones, que eran hechas por hábiles aborígenes, competían en belleza y riqueza para adquirir mejor posición. Estos nuevos frailes, buscaban españolizar a través de la religión, y de esta manera se rompe el vínculo creado durante la conquista, produciendo exclusión a las convicciones y creencias de los aborígenes.

Había una orden de españolizar las Indias, para controlar y obtener beneficios de estas. Nunca se pensó que podrían llegar a independizarse. La llegada de los funcionarios trae a un español sin fuerzas para imponerse.

A la Conquista se le quito la razón de su existencia, la institución creada por los conquistadores para sus hijos ha perdido sentido. La economía se transformó en una explotación de castas y no en un privilegio como decían las leyes. La economía era un privilegio y derecho de los Conquistadores, y no un bien comprable. La institución respondía a una forma de vida social comunitaria fundada en el dominio de un ámbito jurisdiccional y no una propiedad.

Buscando estos derechos vino el Conquistador, pero no los reconoció la corona. Así, se empezaron a formar descontentos de los señores con el linaje del Conquistador por la pérdida del poder y de los mestizos. Allí nacen los criollos; hijos de Conquistadores: blancos o mestizos. El español con privilegios en cargos en el poder, eran quien mandaba.

El legado de la conquista: bases sociológicas para determinar la así llamada identidad nacional

La “identidad nacional” se esconde en un legado de la conquista, un legado socio-ideológico que resiste la idea de integración nacional. Este legado es el “patriarcado” como un sistema de estratificación estamental. Tiene la característica de ser común a todas las sociedades iberoamericanas y de ser el fundamento de comunidades territoriales, como anteriores a la sociedad nacional.

La sociedad argentina comenzó a integrarse con la sanción de la Constitución Nacional histórica de 1853/1860. A partir de ahí, comienza la así llamada “identidad nacional”. Pero mientras se estaba integrando la sociedad nacional, se estaban desintegrando las comunidades territoriales. Sobrevivieron elementos estructurales de las comunidades territoriales y los propios de las sociedades nacionales, con la tendencia de que estos se hicieran cada vez más emergentes y, aquellos cada vez más residuales. Como “el patriarcado” que resulta de “la conquista”.

El comienzo de la integración de la sociedad nacional se inició con la integración de la región pampeana y desintegración de comunidades existentes en la región andina. Este proceso de integración son los valores que van a definir la “identidad nacional”; apareció como primer valor el federalismo, como segundo las libertades individuales, como tercero la democracia y como cuarto la justicia social.

Existe una relación entre estos valores y el estrato social que los impulso y sostuvo. Estos valores aún perviven en las sociedades nacionales iberoamericanas. Algunos valores de la identidad nacional son un legado de la Conquista, que se ha mantenido gracias a la vigencia que tuvieron y tienen los patriarcados.

El “descubrimiento” fue un fenómeno renacentista y por lo tanto abarca desde antes de Colon hasta la “quema de naves” de Hernán Cortés en 1518. Los marinos y comerciantes buscaban llegar a las indias occidentales. Por eso se dedicaron a descubrir tierras y hacer mapas, a recoger materiales exóticos para comercializarlo. Estos son los futuros burgueses que van a dar la economía capitalista a Europa. Tuvieron un papel fundamental en el tiempo del “imperio de las islas” que va desde 1492 hasta la segunda mitad del siglo 16. Esto permitió que emigrasen de España otra gente que comenzó asentándose en las islas sin intención de permanecer en ellas. A estas no las movía las mismas intenciones que a los marinos y comerciantes.

Con la clausura de la conquista se inicia la pacificación y el poblamiento, aparecen los Virreinatos y sobre todo funcionarios que venían a cumplir funciones de gobierno y a enriquecerse. Muchos de los conquistadores se dedicaron a gozar de los favores recibidos por sus hazañas, dispuestos a crear su linaje se conformaban con ejercer señorío, el cual ejercían por derecho. Nace un estrato social alto al que denominamos patriarcado, que ejerce el señorío, dejando el control político a los de la Corona.

Este estrato social alto (patriarcado) se mantuvo durante la Colonia (desde 1573 hasta 1810) dedicado a la explotación de la tierra. Se asentó en la familia, un linaje que siente orgullo por la hazaña de la conquista.

El patriarcado tenia control sobre la tierra, y aliado con la burguesía el control del comercio y la iglesia católica, la educación, solo le faltaba el control político y eso es lo que va a conseguir con la Independencia.

Este estamento es el factor común en toda América Iberoamericana, un factor mantenido durante más de doscientos años. Y además, es el que más ha resistido a las sociedades nacionales.