El desembarco de normandia

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Una vez controlada la situación del clima, las tropas preparadas y la estrategia planificada solo faltaba aumentar a un mil por ciento la moral de los participantes en este ataque, es por ello que el general Eisenhower les escribió una carta a cada unidad antes de zarpar a un viaje sin posible retorno. Estas palabras fueron exactamente las siguientes: “Estáis a punto de embarcar en la Gran Cruzada, para la que nos hemos estado preparando estos meses. Los ojos del mundo están sobre vosotros. Las esperanzas y oraciones de las personas amantes de la libertad en todas partes marchan con vosotros. En compañía de nuestros valientes aliados y compañeros de armas en otros frentes, conseguiréis destruir la maquinaria de guerra alemana, la eliminación de la tiranía nazi sobre los pueblos oprimidos de Europa y seguridad para nosotros mismos en un mundo libre.”

La madrugada del 6 de junio de 1944, designado como día “D”, unos 132 000 soldados y 24 000 paracaidistas se preparaban para dar inicio al desembarco. Las divisiones aerotransportadas estadounidenses tomaron Sainte, Mere y Eglise, para aislar la península de Cotentin mientras que la división aerotransportada británica tocaría tierra al este de Caen y se apoderó de los puentes sobre el Orne, evitando que los alemanes hicieran llegar refuerzos. El desembarco anfibio se ejecutó en las cinco playas designadas: UTA y Omaha, para las fuerzas estadounidenses, y Gold, Juno y Sword, para las británicas, canadienses y otras fuerzas aliadas.

Luego, se penetró lo más rápido posible para tomar el puerto de Cherburgo, el nudo de carreteras de Caen y los aeródromos de la zona. Mientras los británicos y canadienses enfrentaban a los alemanes alrededor de Caen, el primer ejército norteamericano lanzó un ataque hacia Cherburgo. El desembarco fue apoyado desde el mar y desde el aire en forma permanente; mientras la artillería destruía los fortines y casamatas cerca de las playas, la aviación aislaba totalmente la zona, impidiendo no sólo la llegada de refuerzos, sino cualquier desplazamiento desde el interior.

Los progresos iniciales de la operación fueron auspiciosos, a excepción de las tropas aerotransportadas estadounidenses, que tuvieron un gran número de bajas. En contraste con las otras, la playa de Omaha se convirtió en un verdadero infierno, por lo dificultoso del terreno y la efectividad de la división de Infantería 352, la mejor unidad alemana, que defendía ese sector. Solo después de mediodía y con grandes bajas se consolidó la cabeza de playa en ese sector.

Los contraataques alemanes no se hicieron esperar, pero el acorralamiento, junto con la dispersión de los medios acorazados alemanes, ubicados así por decisión de Hitler, solo lograron éxitos parciales que no lograron detener el tremendo esfuerzo aliado, salvo en el sector de Caen, donde el avance de las fuerzas británicas fue detenido por casi un mes, con grandes bajas.

Un fuerte bombardeo aéreo, que destruyó las defensas alemanas y arrasó la ciudad de Caen, permitió que los británicos pudieran ocupar esa localidad recién el 11 de julio. La tenaz resistencia de las fuerzas movilizadas en tanques detuvo los esfuerzos aliados. La brecha en Saint-Lo solo se abrió después de un intenso bombardeo aéreo, cuyos efectos, al igual que sobre Caen, fueron similares a los de un ataque nuclear. Finalmente, las fuerzas norteamericanas salieron del acorralamiento y pudieron avanzar desde el oeste hacia el sector de Argentan - La Falaise, donde cercarían a las fuerzas alemanas, junto con los británicos, cerrando las tenazas el 21 de agosto de 1944. Sin embargo, inexplicablemente, dejaron el espacio suficiente para que las restantes fuerzas alemanas se retiraran hacia el este, lo que traería graves consecuencias en el avance hacia Bélgica y Holanda.

Pese al movimiento de miles de tropas durante el desembarco de Normandía, el número de bajas sorpresivamente fue bajo, en las playas de Utah tuvo 197 bajas representando tan solo el 0.82%, en la playas de “bloody Omaha” (conocida de este modo durante décadas por las personas locales debido al tinte de la sangre teñida en la arena dándole un color rojizo) hubo 2 000 bajas representando un 3.7%, en las playas de Gold, Juno y Sword tan solo existieron 630 najas representando un 2.5% del total.

Tras estas líneas se puede concluir que la clave de la victoria de la operación Overload se debe a la acción conjunta de las fuerzas armadas (ejército, marina y aviación) y a un excelente alto mando que controló y dirigió eficientemente las situaciones, convirtiendo a la guerra en un juego donde el que tenga más ingenio, mejor uso de estrategia y los más importante, soldados muy bien entrenados que aguanten el frio, el dolor, el cansancio y los horrores propios de la guerra podría obtener la victoria decisiva. Así mismo, en opinión propia, puedo destacar al español Pujol García, quién a mi parecer fue quien derrotó a Hitler y su Alemania nazi a través de redes ficticias perfectamente estructuradas y decisiones frías e inequívocas que poco a poco hizo que se ganara respeto y confianza, logrando de esta manera tener al bando enemigo sobre su mano.

CD1 Pérez Bozzeta Fernando Fabricio