El surrealismo y Dalí
Enviado por poland6525 • 19 de Septiembre de 2018 • 3.045 Palabras (13 Páginas) • 331 Visitas
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-PARÍS.EL SURREALISMO
El año 1929 fue un año crucial para Dalí. Es el año en el que descubre el amor, en el que se libera de toda coacción y en el que se abre finalmente sin reticencias a su propio universo.
Buñuel le llama a París para asistir al rodaje de “Un chien andalou”, es entonces cuando entra en contacto con los surrealistas y les invita a ir a Cadaqués durante el verano. A esta cita acuden Paul Eluard y su mujer, Gala, de la que Dalí queda completamente prendado. Gala fue su gran apoyo, quien le ayudó a desterrar todos los prejuicios, dudas y vacilaciones que le atormentaban, convirtiéndose en la inspiradora de su obra, en su musa
Al mismo tiempo, sus pinturas de este momento muestran, en clave psicoanalítica, el proceso convulsivo de liquidaciones afectivas por el que estaba pasando, como la expulsión de la casa paterna o su emparejamiento con Gala, sucesos que produjeron en él una nueva sensibilidad y una dislocación afectiva que se trasladó a su pintura, literatura y obras de cine.
Desde su más tierna infancia, el mundo onírico es para él más real que el de la realidad. Gracias a las técnicas surrealistas podrá darle una gran importancia. Esto se ve claramente reflejado en los cuadros de esta época.
Dalí conjuga en sus obras el patetismo más agudo con la ausencia de “control inteligente”, gracias una constante impresión en la que las palabras feo y hermoso pierden su sentido convencional. El detalle adquirirá proporciones inconcebibles, y la representación de lo blando y de lo duro constituirá el fundamento de su estética. En sus obras de esta época (“el gran masturbador”, “la persistencia de la memoria”, “monumento imperial a la mujer-niña Gala”…) Dalí acata la propuesta de “fijar y endurecer los pasajes más inestables”, tomando como modelo la geología de la Costa Brava.
Por otro lado, lienzos como “Durmiente caballo león invisible” o “El hombre invisible”, suponen el comienzo de lo que posteriormente se convertirá en su principal marca de fábrica: las dobles imágenes.
Otras obras creadas por Dalí y de espíritu totalmente surrealista es el objeto surrealista, cuya finalidad es, según André Breton,” fabricar en la medida de lo posible algunos de aquellos objetos que no se nos acercan más que en nuestros sueños “
COMENTARIO “LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA”
1.- Identificación: Óleo sobre lienzo (24 x 33 cms) titulado “La persistencia de la memoria” del pintor catalán Salvador Dalí, realizado en 1931. Actualmente se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Se encuadra dentro del surrealismo simbólico.
2.- Análisis formal: Estamos delante de un paisaje onírico. Parece una playa al anochecer. En primer término y en posición central, destaca una extraña figura: una cabeza blanda con una enorme nariz, de larga y carnosa lengua que sale de ella, pero carece de boca. Su raro cuello se pierde en la oscuridad. Reposa dormida sobre la arena, ya que vemos cerrado su ojo, con unas enormes pestañas. Puede muy bien ser un autorretrato estilizado del pintor. Tiene encima un blando reloj de bolsillo. A la izquierda, sobre lo que parece una mesa de madera rectangular, aunque incompleta, encontramos otros dos relojes: uno más pequeño, cerrado, sobre el que se apelotona una multitud de hormigas; el otro, enorme, blando y alabeado- con una mosca encima y marcando casi las siete horas- ,se escurre por el borde de la mesa. De ésta nace un árbol roto, con una sola rama sin hojas sobre la que hay un tercer reloj blando. Al fondo, iluminada fuertemente, vemos una cala recortada por acantilados rocosos. Una piedra redondeada proyecta su sombra sobre la arena de la playa, que está desierta. El mar se confunde casi con el cielo cubierto de vaporosas nubes blancas. El dibujo tiene una enorme importancia en el cuadro. Es de líneas puras, muy académico y relamido. Los objetos están representados con exactitud y detallismo, pero sus dimensiones no son reales y están deformados. La luz juega un gran papel. El cuadro está dividido en dos partes no simétricas: una tenebrista, en primer término, con un foco de luz a la derecha que ilumina suavemente los objetos, que proyectan sus sombras y se recortan en el espacio; y la otra, fuertemente iluminada, al fondo, con una luz muy blanca, irreal. El color es rico y variado. Predominan los tonos fríos (azules, grises, blancos), que contrastan con los cálidos (ocres, marrones y amarillos). La composición está muy estudiada. Domina la línea horizontal del mar al fondo, remarcada por la luz, que divide el cuadro en dos mitades desiguales pero armoniosas. Se complementa con la horizontal de la rama seca del árbol, que con su tronco marca a la izquierda una vertical que equilibra la composición. Como elementos dinámicos, el pintor utiliza las líneas diagonales (mesa, cabeza) y las curvas (relojes, cabeza). El color contribuye a lograr estos efectos, ya que los tonos cálidos nos acercan las formas, mientras que los fríos las alejan. La perspectiva tradicional existe, pero el espacio parece extraño. El punto de vista del espectador es alto, aunque no en todos los objetos.
-AMÉRICA. NUEVA YORK
En su estancia en Nueva York, Dalí se encamina hacia una nueva etapa en la que extiende sus actividades al ballet, el cine, el escaparatismo, la publicidad o la moda, sin dejar en ningún momento de lado la pintura. A diferencia de otros intelectuales europeos, había percibido que con la segunda guerra mundial, nueva York estaba llamada a sustituir a París como capital artística.
En esta etapa Dalí pretende llevar el arte surrealista a la gran mayoría, convirtiéndolo en un medio de masas mediante una estrategia publicitaria perfectamente perfilada. Para él, había pasado aquella época parisina de “conspiradores con café con leche”.
Al proceder así, Dalí se va a convertir en uno de los grandes responsables de la convergencia entre la vanguardia y los mass media, hasta transformar el surrealismo en la tendencia más divulgada, aunque también en la más trivializada. Su actuación no fue sólo por mero oportunismo o amor al dólar, sino también porque le preocupaba de un modo genuino el ingrediente colectivo, populista y estandarizado. Por estos mismos principios en esta época su producción artística adquiere unos volúmenes impresionantes, y destaca su autobiografía “La vida secreta de Salvador Dalí”, publicada en 1942.
COMENTARIO “AUTORRETRATO BLANDO CON BACON FRITO”
Dalí i Domènech,
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