La Hispania romana y la monarquía visigoda

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- La Hispania visigoda: La Hispania visigoda fue el primer intento de unidad política en la Península Ibérica, fue como una prolongación decadente de la Hispania romana, con la que inicialmente quiso establecer diferencias hasta que acabó imponiéndose la fusión de la civilización hispanorromana con los elementos culturales aportados por los visigodos.

- Las invasiones germánicas. El establecimiento de los visigodos en Hispania. En el año 409, los vándalos, los suevos y los alanos cruzaron los Pirineos y se establecieron en: los suevos en Galicia, los alanos en la Lusitania y los vándalos en la Bética. Los visigodos, presionados por los hunos, penetraron en el Imperio romano y se establecieron en los Balcanes. Los visigodos firmaron un pacto en el que, a cambio de ayuda militar a Roma a expulsar a los bárbaros, esta les permitía asentarse en el sur de la Galia. Los visigodos penetraron en Hispania en el año 415 con la finalidad de expulsar a los bárbaros. Consiguieron arrinconar a los suevos en Galicia, acabaron con los alanos y obligaron a los vándalos a trasladarse al norte de África. Tras la desaparición del Imperio romano en Occidente, los visigodos fundaron un reino con capital en Tolosa.

Todo parecía ir bien cuando la expansión del pueblo franco por la Galia provocó el enfrentamiento con los visigodos, siendo derrotados por los francos en la batalla de Vouillé (507). Expulsados de la Galia, se establecieron en Hispania, conservando la provincia de Septimamia. La capital del nuevo reino se situó en Toledo.

- El reino visigodo de Toledo: la unificación.

Los visigodos eran unos cien mil, frente a los seis millones de hispanorromanos. Se formaron así dos comunidades. Cada comunidad vivía bajo sus propias leyes y su propia religión: los visigodos era arrianos y los hispanorromanos eran católicos. A la larga el proceso de unificación se impuso. Los monarcas visigodos se propusieron extender su soberanía sobre el territorio de la antigua Hispania romana. El monarca Leovigildo dio un gran paso hacia la unificación territorial cuando puso fin al reino suevo de Galicia. En el siglo VII, el rey Suintila logró expulsar a los bizantinos. Se dio un gran paso hacia la unificación religiosa cuando el rey Recaredo se convirtió al catolicismo en el III Concilio de Toledo (589). Tras esto, en los Concilios de Toledo se trataron temas religiosos y asuntos relacionados con el gobierno. Los judíos, al quedar fuera de la unidad religiosa fueron perseguidos. El proceso de unidad legislativa se obtuvo en 654, cuando se promulga el Liber Iudiciorum, un texto legal tanto para visigodos como para hispanorromanos. El reino visigodo tenía una debilidad interna, su sociedad feudal hacia que las grandes familias nobles matasen a cada rey, para aspirar ellos al trono. Los últimos reyes Witiza y don Rodrigo pusieron fin al reino. Tras la muerte de Witiza, este quiso transmitirle el reino a su hijo, pero la oposición puso frente al reino a don Rodrigo. Los witizanos llamaron a los musulmanes que acababan de finalizar la conquista de todo el norte de África. En el año 711, desembarca Tarink cerca de Gibraltar con un ejército bereber; don Rodrigo acude a frenarlos, pero en la batalla de Guadalete (711) fue derrotado y asesinado. Este fue el fin de la dominación visigoda de la Península.

- El prefeudalismo de la sociedad visigoda.

La estructura de la sociedad visigoda era una prolongación de la hispanorromana del Bajo Imperio, es decir, una sociedad esclavista. Sigue predominando la economía rural. Creció la población de colonos: antiguos propietarios a los que las circunstancias habían empujado a abandonar su libertad y encomendarse a un gran propietario que los protegía con su ejército privado. Con esto, se comenzó a dar los primeros pasos hacia una sociedad feudal.