El Hispania Romana y AL-Ándalus

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MONARQUIA VISIGODA

Los visigodos, se asentaron dentro del Imperio como aliados de Roma (federados). Se establecieron en Galia, formando el Reino de Tolosa a partir del año 476, extendiéndose por la Narbonense y cursos alto y medio del Ebro. Su derrota ante los francos en el 507 (batalla de Vouillé) supuso el establecimiento definitivo en Hispania, formándose el Reino de Toledo, cuyo centro político recaía en Toledo. Esta unidad política comenzó a cobrar entidad durante el reinado de Leovigildo (568-586)

Por parte de los visigodos se inicia una política de integración religiosa, jurídica y política:

- Religiosa: Recaredo abjura del Arrianismo en el III Concilio de Toledo (589) convirtiéndose al “catolicismo”

- Política: Se acaba con el Reino Suevo; igualmente, se recupera el área bajo poder bizantino, que dominaba el área mediterránea desde mediados del siglo IV y se lucha contra los vascones

- Jurídica: La uniformidad jurídica se dio con Recesvinto y la promulgación del Liber ludiciorum (654), en un intento de sintetizar el Derecho Romano y el derecho consuetudinario godo

Dentro del marco socioeconómico, la sociedad visigoda era esencialmente rural, predominando la agricultura, en detrimento del mundo urbano, derivando la autosuficiencia, donde la tierra era el factor determinante de la riqueza, desarrollándose el colonato y, de este modo, se estaban gestando los rasgos del modelo social feudal

En el contexto de esta prefeudalización, aparecieron instituciones como el beneficio y el “vasallaje”, que llevarían a una jerarquización social. El control de la Monarquía, de carácter eminentemente electivo, terminaría suscitando constantes fricciones entre las altas familias de la nobleza, abriéndose un gran caos de poder a finales del S.VII y principios del S.VIII.

Los reyes visigodos compartían su poder con instituciones de gobierno: Aula Regia, asamblea consultiva formada por la aristocracia visigoda

A partir de la unificación religiosa con Recaredo, se potenciaron los Concilios de Toledo. Estos concilios fueron adquirieron peso político y asumieron funciones legislativas, participando de ellos la nobleza y el Rey. La iglesia se convertirá en legitimadora de la monarquía.

En los primeros años del S.VIII, se intensificó la lucha por el poder entre las dos familias más poderosas del reino. Al morir Witiza (710), el Reino se fraccionó entre los partidarios de su hijo Aquila y los de Rodrigo, duque de la Bética. Esta situación de guerra civil facilitó la invasión islámica, ya que Aquila solicitó ayuda al wali del Norte de África, desembarcando los musulmanes en Gibraltar en abril del 711. El encuentro entre las tropas de D. Rodrigo y las de Tariq tuvo lugar en el rio Guadalete (batalla de Guadalete-711) Los visigodos fueron derrotados, entrando Tariq en Toledo en noviembre del 711.

De este modo, el Reino Visigodo desaparecía, aunque pervivió, como ultima reminiscencia, el dominio de Teodomiro en la Cuenca del Segura.

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