La lucha femenina hacia la igualdad de género.
Enviado por Antonio • 22 de Marzo de 2018 • 1.876 Palabras (8 Páginas) • 399 Visitas
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junto con el surgimiento de múltiples movimientos, organizaciones y federaciones profeministas, a partir de la década del 20, les dio la iniciativa a las mujeres para formar el primer partido político femenino en Chile en 1946 llamado “Partido Femenino de Chile” liderado por María Cruz Toledo. En este mismo período, dentro del gobierno de Gabriel González Videla, ejerció la primera mujer como ministra, Adriana Olguín. Con todo el poder que las mujeres estaban adquiriendo en esta época se abrieron las posibilidades para que más tarde en 1949 se legislara la votación femenina en las elecciones presidenciales y parlamentarias. La primera experiencia de votación presidencial que tuvieron fueron en las elecciones de 1952 donde se sintieron identificadas con la campaña de Carlos Ibáñez del Campo ganándose este una gran mayoría de los votos de la mujer.
Otra idea que es necesaria destacar es el ascenso femenino que hubo en el siglo XX en el ámbito laboral. Si bien a fines del siglo XIX las mujeres trabajaban en industrias que no requerían profesión alguna y con salarios insignificantes como manufactureras de alimentos, textiles o vestuarios, para principios del siglo XX hubo un notorio desarrollo de mujeres asistiendo a clases en la educación universitaria, casi en su totalidad, como es de esperar, pertenecientes a la clase alta. Para los años 20 y 30 nuevas reformas educacionales que beneficiaban a la mujer se crearon (aparte de nuevas universidades) significando así un importante número de futuras mujeres que entrarían al mundo laboral profesional como se refiere en el texto “Cabe enfatizar, también, el sostenido incremento de la presencia femenina en el mundo profesional, resultado de su creciente ingreso a las aulas universitarias, ampliadas por efecto de la creación de nuevos planteles de educación superior, tanto en Santiago como en provincias.” (Correa et al., 2001, p. 167). Las mujeres de la época preferían profesiones pedagógicas, en el área de salud o relacionadas con el bienestar social. Entre 1910 y 1950 alrededor de 8.377 mujeres se titularon en la Universidad de Chile demostrando un gran interés femenino de ejercer una profesión y dejar atrás los años en que era mantenida por el sueldo de su pareja.
Cabe destacar que el Estado no se quedó atrás con esta movilidad política y social que la mujer estaba experimentando. Este se vio en la necesidad -impulsado por los mismos movimientos feministas como el MEMECH o Movimiento pro Emancipación de las Mujeres de Chile- de velar por las necesidades básicas de la mujer, incluyendo así también las necesidades de los niños como se menciona en el texto “En pocas palabras: estableció una base de apoyo con asiento en la capital y en las provincias (...) incluso, incidió en la promulgación, por parte del Congreso y del Ejecutivo, de normas inspiradas en los objetivos de su programa, que atendía tanto a los requerimientos de las mujeres como las necesidades de los niños (...)” (Correa et al., 2001, p. 167). Por ejemplo, con la llegada de la píldora anticonceptiva en los años 60, la mujer pudo tener peso dentro de la familia al ser ella quien decida la planificación familiar. Un poco más tarde pero también dentro del contexto de la segunda mitad del siglo XX, en 1994, se comienzan a sancionar actos relativos a la violencia intrafamiliar, siendo esta un gran alivio para cientos de mujeres que eran abusadas y maltratadas dentro del mismo hogar. Asimismo, se puede ver que existe una tendencia a nivel global de lograr una mayor protección hacia el cuidado de la mujer y su hijo implementando reformas en Chile como el control de la pre-natalidad con la creación de la PROTINFA (Protección a la Infancia y a la Adolescencia) en 1942 donde la mujer tiene el derecho a reposar previo al nacimiento de su hijo para lograr mayor comodidad y protección en la salud del feto. Otro ejemplo, en 1962, con la creación de la APROFA (Asociación Chilena de Protección de la Familia) se instala una Política Nacional de Regulación de la Fertilidad que permite a la mujer educarse mejor en cuanto a su sexualidad abarcando la fertilidad y el cuidado de esta como base.
En conclusión, podemos resumir la idea de que la mujer propuso y a la vez se le presentaron diversos mecanismos para ascender políticamente a partir de la segunda mitad del siglo XX ya que pasó de no tener ningún derecho como ciudadana a poder votar en las elecciones, ser parte de distintos cargos públicos, hasta incluso, hoy en día, llegar a la presidencia de nuestro país por segunda vez. Pero para llegar hasta tal punto también tuvo que tener un importante progreso en el ámbito laboral y educacional. La mujer se vio con el objetivo de superar las barreras culturales y luchar por tener una educación superior donde pueda aprender a ejercer una vocación para tener un trabajo digno de una persona y así salir del status que tuvo durante siglos de que sólo sabe ser una buena dueña de casa y madre. Sin embargo, nada de esto lo podría haber logrado sin la ayuda de una política moderna que a mediados del siglo XX estaba consciente de la situación en que vivían las mujeres y las necesidades que tenían, promulgando nuevas reformas que requerían hace décadas. Al decir todo esto uno se imagina que la igualdad de género es un tema ya resuelto, y sí, en su mayoría, no obstante, sigue siendo un problema que acongoja a nuestra sociedad y al mundo entero al seguir existiendo diferencias considerables entre el hombre y la mujer. ¿Será posible llegar al punto de que no existan ni las más mínimas diferencias de género? ¿Esperaremos o nos involucraremos en este cambio?
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