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Franceses e ingleses preparaban sus ejércitos. Reclutaban indios como soldados. Cerca de empezar la guerra de los Siete Años los dos ejércitos estaban ya preparados. El poder militar y político del imperio mogol estaba pereciendo. Tras la muerte de su último líder el imperio entro en decadencia y los líderes militares regionales comenzaron a adoptar nuevas políticas. Una de ellas es la exigencia al aumento de los pagos a los ingleses por el privilegio de comerciar allí. Los británicos resistieron. Con su ejército derrotaron a los nuevos líderes mogoles ubicando nuevos gobernantes afines a sus intereses.

Por otro lado, la guerra de los Siete Años ya había empezado. Franceses e ingleses se enfrentaban a lo largo de la costa india hasta que los británicos se hicieron con la victoria decisiva en Pondicherry en 1760. Así inició la creación del imperio británico en la India hasta convertir al pueblo indio en una nueva colonia. La victoria de los ingleses es el punto de partida para explicar cómo se convirtió en un productor de tejidos de algodón y dejó de ser importador.

Pero los británicos necesitaban territorios donde comercializar su producción. Gracias al trabajo de los esclavos africanos, la exportación agrícola de las plantaciones y las restricciones mercantilistas al comercio, encontró un atractivo mercado en crecimiento en lo que se llamaría el Nuevo Mundo, es así como la agricultura europea estuvo orientada a la exportación. Gracias a las leyes coloniales, se intentaba garantizar que el Nuevo Mundo se mantuviera únicamente como productor de materiales primarios y como consumidor de los productos manufacturados ingleses.

Esta nueva lógica mercantil alimentó el crecimiento de las compañías británicas de transporte marítimo y convirtió a Manchester en el centro de la manufactura de tejidos de algodón. El verdadero auge de la producción textil de algodón británico se produjo después de la guerra de independencia de Estados Unidos en 1793. El resultado de este proceso de industrialización fueron precios bajos lo que le permitió a Inglaterra desplazar los tejidos indios en el mercado mundial. El carbón, la máquina de vapor y la producción de hierro y acero permitieron a Inglaterra liberarse de los límites impuestos por el antiguo régimen biológico e iniciar la revolución industrial.

Se creía que los mercados únicamente se habían desarrollado en Europa, pero antiguamente la China ya había desarrollado actividades mercantiles muy organizadas, desarrolladas y eficientes, por ejemplo se encuentra las actividades de sericultura. De igual manera la China disponía de un eficiente sistema de transporte que facilitaba el comercio. Sin embargo lo que estancó el mercado chino fue que se encontró con los límites impuestos por el antiguo régimen biológico.

Los tejidos de algodón también dieron paso a un sistema laboral: las fábricas, y con ellas la nueva clase de trabajadores: los industriales, y todo este sistema trajo consigo un sin número de injusticias. Pero no solo esta lógica basto para salir del antiguo régimen biológico, se necesitó una nueva fuente de energía, el vapor que se obtenía mediante la quema del carbón. Consigo llegó el ferrocarril y el aumento de la producción textil.

“Sin carbón ni colonias, la dinámica del antiguo régimen biológico habría forzado a los ingleses a dedicar cada vez más tierras y más trabajo a la producción de alimentos… acabando con cualquier esperanza de una revolución industrial”