“Nos cambiaron la vida, nos marcaron para siempre, nos metieron el miedo en las venas” ...

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Las palabras de Allende atienden varios lugares del sector, era el derrocado, hace un llamado a que el pueblo no debe sacrificarse y su causa será ratificada con lo acontecido, su sueño del hombre libre que camine por la alameda será primero reprimida. La historia la escriben los pueblos. Por otro lado, la junta militar da sus argumentos para justificar su cometido, no importa cuánto cueste, no importa cuánto se sacrifique.

En el momento que te das valentía para entrar en esa densidad se encuentra lo más escalofriante que antes he visto en algún museo o en alguna escuela, se encuentra los registros de las violaciones humanas, hasta se siente el peso de la responsabilidad que es recordar este suceso. Antes de entrar se encuentran de registros de madres que perdieron a sus hijos, a sus niños, dibujos de niños enfrentados a estos traumas y la cantidad de niños que sufrieron tortura es sin duda fuerte de enfrentar hasta hay cabida para desaparecidos y declarados muertos. Hasta ahora el sentimiento de pena inunda en todos los visitantes.

En el interior de la densidad oscura se encuentra el sufrimiento que tanto se ha escrito, se muestran los campos de concentración alrededor de todo chile, una cama de fierro y un artefacto eléctrico registran modos de torturas que no dan cabida a la imaginación más perversa que haya existido, un libro que da fe de esto, Así se tortura en chile, muestra en qué lugares y de qué forma se mutilaba y se torturaba, Testimonio de personas y familiares que lograron sobrevivir a este tormentoso suceso.

Por fuera artesanía junto con ropa he implementos que utilizaban los presos mientras se les sometía, símbolos, tallados, tejidos y escritos registran los últimos momentos de aquellas personas que fueron torturadas hasta la muerte, las voces provienen de estas sustancias, de estos registros, no se les pudo hacer callar, aquí está su prueba.

A lo lejos del cubo negro en un pasillo se encuentra una línea de lo acontecido, una visión por fuera de lo ocurrido, se presentaba el suceso de cómo se percibe por fuera, una visión alejada de lo que no es propio

Demanda de verdad y justicia:

Con la llegada del plebiscito empieza la transición del fin de la dictadura y el comienzo de la democracia, la propaganda política juega un rol fundamental en este proceso, el museo nos muestra las diversas campañas que se crean para combatir la dictadura, a pesar de estar en un proceso “democrático” la represión se sigue manifestando, destruyendo imprentas y casas de reuniones que estaban en contra de la dictadura.

En una pantalla se muestra el famoso comercial del “NO” con el eslogan de “Chile la alegría ya viene”, muestra las campañas televisivas y manifestaciones que se dieron en torno al plebiscito de 1988.

Con el fin de acabar con todo tipo de conexiones al ámbito popular, las fuerzas represivas hacen un quiebre en nuestra cultura, prohibiendo exposiciones artísticas, teatro, música y todo aquello que pudiera hacer pensar a la gente.

La música fue el medio de propaganda que nunca murió, los cantos de Víctor Jara, Jorge Peña Hen, Quilapayún, etc. hicieron eco en todos los disidentes de la dictadura, arraigando el sentimiento de verdad y justicia. El museo nos muestra cómo la cultura artística fue fundamental en el desarrollo político en la poblaciones y en cada una de las personas que querían cambiar el infierno que estaban viviendo.

En medio del 2° piso del museo se encuentra un memorial de todas las personas que fueron asesinadas en la dictadura, se muestra el profundo agujero que dejó en nuestro país con cerca de 40.000 muertos y a raíz de esto me quiero detener a describir la ambientación del museo; el color de las murallas, las luces y la oscuridad nos transmiten un poco el dolor de ese tiempo, nos hace transportarnos a los momentos crueles y también a los momentos de esperanza.

En Chile la dictadura controla a través del miedo, asesina y tortura a todo aquel que se le oponga, pero como en todo conflicto las oposiciones se hacen sentir de distintas maneras, algunas más pacíficas y otras totalmente violentas. En nuestro país tres organizaciones eligen la vía armada para combatir esta situación; el MAPU Lautaro, Frente Patriótico Manuel Rodríguez y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Desde que se inicia la dictadura estos grupos hacen frente a la represión, creando una guerra con altos costos, mostrando a la sociedad chilena que la vía electoral ya no es una solución, hay que armarse y enfrentar al fascismo.

Se promulgan leyes para hacer efectivo el plebiscito, con un poco de desconfianza la ciudadanía empieza a hacerse parte de este proceso y un 92,1% de los mayores de 18 años se inscriben en el registro electoral.

El 5 de octubre de 1988 miles de chilenos salieron de sus casas para decidir el futuro político del país: el cómputo final dio como resultado un 54,71% para el NO por sobre un 43,01% de votos que obtuvo el SI. Se termina la dictadura.

Bernardo Oyarzun:

En el tercer piso del museo se presenta una obra de Bernardo Oyarzún con el título de “Funa”, palabra en mapudungun que significa: estiércol o podrido. Esta obra nos muestra estatuas de distintos próceres de la patria (hechos de plumavit endurecida), estas estatuas están destruidas simbolizando que nuestros próceres son una “Funa” (una mierda), me acerco a una guardia a preguntarle sobre la obra y ella me dice: nos han metido, las historia que nos enseñan es mentira, Bernardo O’Higgins es la primera muestra de fascismo en nuestro país, haciendo desaparecer a Manuel Rodríguez. Entre las estatuas está Pedro Montt a lo que ella dice: aquí está la persona responsable de la matanza de “Santa María” en Iquique y así termina mi observación de esta obra.

Camino hacia el final del pasillo donde hay una galería de cuadros con relieve hechos de trupan, estos cuadros muestran una realidad tangible de nuestra historia, una realidad que hasta el día de hoy existe, esa es la realidad de la violencia y la represión que han vivido indígenas y pobres; los cuadros muestran una secuencia de como se ha manifestado esta violencia, partiendo desde la colonización, pasando por las salitreras y la explotación obrera y terminando en la dictadura cívico-militar, el ambiente entrega un sensación estéril, como si en tantos años la historia en nuestro país siguiera igual.

Es difícil hacer una reflexión objetiva de mi visita al museo, porque toda está tan cargado de una ideología, entonces mi reflexión sólo puede sentirse de manera triste por todo lo que significó