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Perry Anderson y el orden feudal

Enviado por   •  16 de Septiembre de 2018  •  1.953 Palabras (8 Páginas)  •  323 Visitas

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Con respecto al papel jugado por la Iglesia: se convirtió en una institución eminentemente autónoma dentro del sistema político feudal. Su dominio sobre los valores y creencias sobre las masas fue inmenso.

Las formaciones sociales en la Europa medieval siempre fueron sistemas complejos; el modo de producción feudal nunca existió en estado puro en ninguna parte de Europa.

Francia, patria central del feudalismo europeo, siempre se ajusto al arquetipo sistema feudal más que ninguna otra región. Después del colapso del imperio carolingio en el siglo IX las guerras internas y las invasiones nórdicas, tuvo lugar una fragmentación y localización del poder nobiliario que se concentro a lo largo de todo el país en castillos y fortalezas en unas condiciones que aceleraron la dependencia de un campesinado caído en servidumbre y expuesto a la constante amenaza externa. Fue aquí donde el poder feudal se apego a la tierra de forma especial.

A finales del siglo X y principios del XI el modelo francés formaba una jerarquía insólitamente extensa y una extrema división territorial. El ducado de Francia fue el que finalmente proeyo el núcleo para la construcción de la nueva monarquía.

Para administrar las tierras bajo el control real, se creó un funcionariado amplio y leal, lo que trajo dificultades futuras.

Lo contrario pasaba en Inglaterra, donde los conquistadores normandos introdujeron un feudalismo centralizado y lo implantaron de forma sistemática. En los siglos VII y VIII, las sociedades anglosajonas habían evolucionado hacia una jerarquización social consolidada, pero sin una unificación política y sin un trascendental desarrollo urbano. Sin embargo, las invasiones noruegas y danesas modificaron este ritmo de desarrollo. De todas formas, la colonización nórdica favoreció la formación de ciudades y el establecimiento de comunidades campesinas libres.

A mediados del siglo XI, eliminado el dominio escandinavo y restaurado el dominio anglosajón, los campesinos eran arrendatarios semindependientes, aunque todavía existían esclavos.

La monarquía establecida poseía un sistema avanzado y coordinado de administración.

La conquista normanda, que fue resultado del desarrollo de dos comunidades bárbaras enfrentadas genero, en Inglaterra, una síntesis tardía de dos formaciones sociales avanzadas en forma relativa. La peculiar formación del estado centralizado y la resistente justicia popular que a partir de entonces caracterizo la Inglaterra medieval.

En Alemania el elemento romano en la final síntesis feudal era débil y estaba mediado desde más lejos por el nuevo dominio carolingio sobre estas regiones.

Existía un campesinado libre y una nobleza de clanes federados, no organizada en ninguna red de vasallaje. A diferencia de Francia, que fue asolada por las invasiones vikingas, Alemania solo tuvo que enfrentarse a los magiares, que fueron finalmente derrotados.

Fue en el siglo XII cuando llego a Alemania un feudalismo cabal, que se construyo contra la integración monárquica, a diferencia de Inglaterra.

La dinastía Hohenstaufen intento edificar un renovado poder imperial sobre su base. La política consistía en convertir a la monarquía en una soberanía específicamente feudal, abandonando toda tradición administrativa carolingia. Como los dominios imposibilitaban esto, Federico I intento convertir al norte de Italia en un firme bastión exterior del poder real más allá de los Alpes. Lo que renovó la guerra entre el imperio y el papado, lo que imposibilito la implantación de una monarquía estable en Alemania.

En Italia, la evolución del feudalismo estuvo caracterizada y dificultada por la persistencia de tradiciones clásicas. Italia, a pesar del asentamiento de los barbaros, nunca perdió la vida urbana que había poseído durante el imperio romano. Las principales ciudades florecieron como puertos.

La iglesia heredo buena parte de la posesión política y social de la antigua aristocracia senatorial. Hasta el siglo XI los obispos fueron los administradores dirigentes de las ciudades italianas, debido al predominio de los componentes romanos en la síntesis feudal de la zona.

La sociedad rural siempre fue heterogénea, combinando feudos, campesinos propietarios libres, latifundios y terratenientes urbanos según las regiones. En un primer momento las ciudades estuvieron dominadas por pequeños nobles feudales, bajo el gobierno de sus obispos. Pero a finales del siglo XI las jurisdicciones señoriales disminuían, y esto daba a las comunidades mercantiles la oportunidad de sacudirse los señoríos eclesiásticos y de instituir verdaderos autogobiernos comunales.

Solo en dos regiones de Italia se estableció un sistema político-económico feudal; un sitio fue Piamonte, al otro lado de los Alpes y otro territorio, creado por los normandos después de conquistar a los bizantinos y árabes en el siglo XI, fue el ocupado por Nápoles y Sicilia. El intento de organizar toda Italia en una monarquía medieval unificada fracaso, y durante siglos la península quedo dividida en dos sistemas sociales que perduraron siglos.

Por otra parte, en España, no fue posible ninguna síntesis avanzada.

La herencia visigoda fue barrida por la conquista islámica, en efecto, la sociedad cristiana tuvo que empezar de cero. A partir de entonces, la reconquista, fue fundamental determinante de las formas de feudalismo español. España produjo entonces características que no son homologables a las de los principales tipos de feudalismo europeo; la sociedad española fue distinta.

La servidumbre catalana fue establecida por los señores locales a mediados del siglo XI. Lo contrario pasó en la zona occidental donde la lenta reconquista creó una amplia tierra de nadie que fue colonizada por campesinos libres, que a menudo servían de protección a señores. En este estado la posibilidad de crear una jerarquía feudal era limitada.

En los siglos X y XI, los monarcas de los reinos cristianos debieron su excepcional autoridad a sus supremas funciones militares en la cruzada permanente hacia el sur más que a una soberanía feudal consolidada. Existía el vasallaje personal, los beneficios personales y las jurisdicciones señoriales, pero todavía no se habían fundido para formar un verdadero sistema feudal.

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