Terremoto de Valdivia, 1960

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Similares eventos se registraron en Japón (138 muertes y daños por U$S50 millones), las Filipinas (32 muertos y muchos desaparecidos), la Costa Oeste de Estados Unidos (en donde provocó daños por más de U$S500.000), Nueva Zelanda, Samoa y las islas Marquesas.

Haciendo referencia a las mortales consecuencias de este terremoto y posterior Tsunami, mediante varios estudios se intentó precisar el número de muertos producto del terremoto y Tsunami, sin embargo, solo se logró estipular que la mayoría de las muertes producto de este terrible episodio mayoritariamente fue producto del Tsunami.

Mencionando la ayuda internacional, en esta cruda etapa que azotó a un país completo, el gobierno chileno solicito la ayuda internacional, en forma inmediata Uruguay responde dando una mano a nuestro país.

Es así como mediante los canales de mando llega el Grupo de Aviación n° 40, con la orden para el cumplimiento urgente de una misión de transporte de carga humanitaria, de esta forma es citada una tripulación de C-47 para viajar a la brevedad hacia Chile con material que enviaba Cruz Roja Uruguay.

Además, se recibió ayuda desde otros lugares, en donde las Fuerzas Aéreas de toda América concurrieron a dar apoyo en la zona del desastre, incluyendo los más lejanos como México y Estados Unidos.

Luego de dar a conocer todos los datos más importantes y relevantes que acontecieron en esos días de mayo del año 1960, en donde todo un país fue afectado producto de ambas fuerzas de la naturaleza, es anecdótico mencionar la historia del niño que fue sacrificado en estas circunstancias.

En Puerto Saavedra, además de las escalofriantes horas que vivieron las personas de esta localidad, se sumaría un sacrifico humano.

En la historia moderna del pueblo mapuche desde un risco que rodea al mar, fue lanzado un niño de 5 años al mar para “calmar a la tierra”.

Rosa Painecur, perteneciente de la comunidad mapuche, es la madre de ese niño que fue entregado por los otros mapuches de su comunidad como ofrenda a la madre tierra, para así frenar las tragedias.

A sus 87 años actualmente, fue entrevistada hace dos años por la televisión, en donde señala que aún recuerda con angustia cuando se enteró de la muerte de su único hijo.

Rosa en esos tiempos trabajaba en Santiago de Chile, por motivos de la misma tragedia le tomó días en llegar hasta su comunidad en Puerto Saavedra.

Su único hijo de 5 años, huérfano de padre estaba en manos de sus familiares, al cuidado de su abuelo. Lamentablemente cuando llegó a su comunidad el sacrificio ya estaba consumado.

En el tiempo que ocurrió el sacrificio, no fue difundido ampliamente por los medios de comunicación, sin embargo revista “Vea” publico una imagen de la machi “Luisa María Namuncura” quien fue detenida tras ordenar el sacrificio humano.

Este archivo se encuentra en la biblioteca de Puerto Saavedra, en el cual existe un relato del abuelo del niño, quien reconoce que luego de conversaciones con su comunidad mapuche fue él quien decide entregar a su nieto para realizar el sacrificio.

Tras las denuncias interpuestas por parte de Rosa, se dictaminó inculpables a los involucrados en base al código penal que establece “la fuerza irresistible y el miedo insuperable como eximentes de responsabilidades”

Además existen diversos relatos de personas que vivieron el terremoto en carne propia, como por ejemplo,