“UN DUELO DE ARTILLERÍA EN LA GUERRA DEL CHACO”

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El Coronel Vergara previendo que el enemigo podía devolver el fuego ordeno adoptar mayores precauciones y enmascararse lo más posible.

Mientras la artillería paraguaya que se encontraba al frente, se encontraba realizando las siguientes actividades, la 3ª batería se encontraba emplazada y bien oculta en el talud de Piquyrenda cuando se produjo la entrada en fuego de las baterías bolivianas ubicadas en Viscacharal y Resistencia.

Desde el amanecer de ese día, sus vigías habían podido observar con metódica paciencia un delgado hilo de humo que se levantaba de la superficie en un punto de la otra banda. Desde este lugar escucharon el disparo de un cañón, luego otro, seguido de otros más. Una vez tomado el rumbo de las detonaciones, el teniente Monges comenzó a explorar con su anteojo de antenas y pudo notar que el hilo de humo coincidía perfectamente con una de las direcciones de donde provenían los disparos que al parecer, estaban dirigidos, en ese primer momento, hacia objetivos distintos que la 3ª batería.

Con estos datos pudieron iniciar la devolución del fuego a la artillería boliviana, cuando el Coronel Vergara se encontraba a unos cincuenta metros escasos del “pahuiche”, sintió el silbido de la saeta de un proyectil, que pasó todavía a unos 5 o 6 metros sobre la proyección de su vertical y próximo a su punto de caída. Una detonación formidable, una convulsión de la atmósfera, un promontorio de humo y varias trayectorias divergentes y ruidosas de carcasas le indicaron que la granada había percutado en la ladera del observatorio recién abandonado.

Los bolivianos corrieron de agazaparse detrás de uno árboles no muy respetables de grosor, como para protegerse de una avería; otros se echaban al suelo donde estaban.

Un segundo proyectil paraguayo fue a explotar violentamente, al parecer, sobre el propio emplazamiento de la batería. La artillería boliviana; estaba localizada y sometida a los golpes potentes y mortales de un calibre superior – de 105 por las apariencias-.

No cabía tampoco esperanza de un socorro oportuno, ya que la batería Boliviana del Tte. Quiroga que comenzaba a disparar no estaba “rumbeada” aún y pasaría por lo menos una hora, en el mejor de los casos, para que las otras baterías pudiesen acudir con su fuego en su auxilio.

Vergara comprobó que la batería se encontraba segura en sus posiciones, en ese momento se sintió la llegada de un nuevo proyectil que fue a estallar al fondo. Los paraguayos pasan a realizar el fuego de efecto, pero su tiro largo no causa daños.

Se comunican con la batería y se informa que el personal sigue sin novedad y bien resguardado. En ese momento empiezan a llegar más granadas pero esta vez ya bien dirigidas, siendo herido el teniente Soria Galvarro y dos soldados más, en ese momento llega otra granada y la artillería paraguaya que reinicia su actividad, esta vez orientada a exterminarlos.

Se trata de un tiro de contrabatería, con observación directa, al parecer desde una distancia superior a 6.000 metros, por el lapso hábil entre la percepción de las detonaciones y las de arribada, se calcula que los paraguayos se emplearán a fondo pues han verificado su reglaje sobre un objetivo que no carece de interés.

Después de aproximadamente 20 a 30 minutos de recibir el fuego de la batería paraguaya, recién pueden comprobar los daños y bajas causadas, y buscar una nueva dirección de tiro para responder a este fuego.

- CONCLUSIONES.

Este combate afecto a las fuerzas bolivianas por la poca precaucion en el enmascaramiento de sus posiciones, principalmente del puesto comando y el puesto de observacion, demostrando la eficacia que puede llegar a tener un fuego de contrabateria bien dirigido.

- ENSEÑANZAS Y EXPERIENCIAS.

Podemos rescatar de esta batalla o combate, que para realizar fuegos de artilleria contra otra fuerza de artilleria inicialmente se debe tomar las medidas de enmascaramiento necesarias para evitar ser detectados, y esto no solo aplica para las posiciones de las piezas, sino tambien para los centros de conduccion del tiro y los puestos comando.

Asimimismo podemos indicar en base a esta experiencia que una vez realizados los fuegos de artilleria es mas conveniente realizar el cambio a una posicion alterna de manera inmediata para minimizar un probable fuego de contrabateria.

Bibliografia.

http://fdra.blogspot.com/2011/04/guerra-del-chaco-un-duelo-de-artilleria.html (Blog de las Fuerzas de Defensa de la República Argentina), RAFAEL MARIOTTI, del Libro DEL CALDERO DEL CHACO (1936) del Cnl. Vergara Vicuña.